Un funcionario mata a puñaladas a cuatro agentes de policía en un ataque en la Prefectura de París
- El atacante, que trabajaba en la sede central de la policía de París, ha sido abatido por otro agente
- Las motivaciones aún están siendo investigadas, pero de momento no se califica el ataque como acto terrorista
Un funcionario que trabajaba en la Prefectura de París, la sede central de la policía, ha matado este jueves a cuatro compañeros y herido a un quinto con un cuchillo antes de ser abatido a tiros, en un acto cuyas motivaciones todavía son investigadas por las autoridades.
El agresor, que llevaba trabajando desde 2003 en el departamento de informática, inició el ataque en su propio despacho y continuó la agresión en las dependencias de la Prefectura, ubicada en la Isla de la Cité, muy cerca de la catedral de Notre Dame, hasta que finalmente fue abatido por otro policía con un arma automática.
El ataque ha dejado cuatro víctimas mortales -tres hombres y una mujer- de las cuales tres de eran agentes de policía y una cuarta administrativa. El agresor hirió, además, a una quinta persona que ha sido operada con buen pronóstico.
El domicilio del agresor, de 45 años, ha sido registrado y su mujer ha sido detenida por las fuerzas de seguridad.
Utilizó un cuchillo de cerámica para superar el control de seguridad
En el momento del ataque, que tuvo lugar a las 13:00 hora local (11:00 GMT), las dependencias policiales se encontraban en plena actividad y todas las personas no vinculadas con la investigación abierta tuvieron que ser evacuadas de la sede de la Prefectura.
Las fuerzas del orden establecieron un perímetro de seguridad en torno al edificio de la Prefectura de Policía que se fue ampliando y acabó cubriendo a toda la céntrica isla de la Cité, con barreras policiales en todos los puentes de acceso y el cierre de la estación de metro Cité
El sindicato policial Alliance Police Nationale ha confirmado que el atacante logró superar el control de seguridad al recinto porque el cuchillo utilizado era de cerámica, esquivando así los detectores de metales.
El fiscal de París, Rémy Heitz, ha indicado que se ha abierto una investigación por homicidios voluntarios y tentativas de homicidios contra personas depositarias de la autoridad pública.
De momento, no se califica el ataque como acto terrorista
A ninguno de esos delitos se le ha dado en principio la calificación de terrorista y las pesquisas han sido encargadas a la Brigada Criminal, aunque Heitz ha precisado que se mantiene en contacto permanente con la Fiscalía Nacional Antiterrorista.
Fuentes policiales citadas por varios medios franceses han señalado que el funcionario se había convertido al islam hace 18 meses y el portavoz del colectivo Francia Policía, Christophe Crépin, ha relatado a la emisora France Info que el agresor, identificado como Mickaël H., había tenido problemas con la jefa de su servicio.
Sin embargo, el ministro francés del Interior, Christophe Castaner, señaló que el agresor no había presentado en el pasado "ningún problema de comportamiento" ni había mostrado motivos para estar alerta.
Además de Castaner, se desplazó hasta el lugar el presidente francés, Emmanuel Macron, que quiso interesarse por los hechos y manifestar "su apoyo y su solidaridad" a los funcionarios.
También se trasladaron hasta allí el primer ministro francés, Édouard Philippe, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que en un mensaje en su cuenta de Twitter dijo pensar en primer lugar "en las familias de las víctimas y en sus allegados".
Los hechos sucedieron menos de 24 horas después de que miles de policías -entre 22.000 y 28.000, según los sindicatos- se manifestaran en París para denunciar las condiciones de trabajo que viven cotidianamente, en un contexto marcado por la crisis de los "chalecos amarillos".
A esas condiciones atribuyen la ola de suicidios en este colectivo: desde comienzos de año, se han registrado al menos 51 suicidios de policías en Francia, muy por encima de los 35 que se quitaron la vida en 2018