Costa busca socios para reeditar la 'gerigonça'
- El Partido Socialista se queda a diez escaños de la mayoría absoluta y tendrá que buscar un acuerdo para seguir gobernando
- Los analistas advierten del riesgo de inestabilidad y de que los posibles socios no quieran apoyar medidas de austeridad
La victoria del Partido Socialista en las elecciones legislativas celebradas este domingo en Portugal abre la puerta a un nuevo mandato del actual primer ministro, António Costa, que tiene en su mano reeditar la alianza de izquierdas que le llevó al poder en 2015. Sin embargo, el veterano político tendrá que buscar la fórmula que garantice la estabilidad en un contexto económico incierto.
Si bien el Partido Socialista ha logrado sumar 106 asientos en la Asamblea de la República -20 más que en 2015, cuando fue la segunda fuerza por detrás de los conservadores-, le faltan al menos diez escaños para la mayoría absoluta, por lo que necesitará al menos un socio para sacar sus políticas adelantes.
Poco después de conocer el resultado, el exalcalde de Lisboa abrió la puerta a reeditar la gerigonça, la alianza extraparlamentaria con el Bloque de Izquierdas y el Partido Comunista Portugués.
"A los portugueses les ha gustado la 'geringonça' y desean la continuidad de la actual solución política, ahora con un Partido Socialista más fuerte", declaró Costa en la noche del domingo.
Los socialistas, principales beneficiados
Sin embargo, en esta ocasión no necesitará a ambos socios sino que le bastará con el apoyo de uno solo de ellos: los 19 diputados del Bloque -que se ha mantenido en las mismas cifras que en 2015- o los 12 de los comunistas -cinco menos que en las pasadas legislativas- serían suficientes para garantizar la gobernabilidad.
Pero está por ver la dispobilidad de ambos partidos para un acuerdo habida cuenta de que, vistos los resultados, han sido los socialistas quienes han recibido los réditos de ese acuerdo.
Incluso existe la posibilidad de contar con el apoyo de otros dos aliados potenciales como el animalista PAN (cuatro diputados) o el ecologista Livre (un escaño), aunque la suma no es suficiente y requeriría de la abstención de otras fuerzas.
Otra posibilidad es que Costa se limite a cerrar un acuerdo de investidura y negocie en cada votación, ya que su partido suma más que todo el espectro de la derecha, con lo que le bastaría con la abstención de los partidos de izquierda para sacar adelante estas propuestas. Pero esta opción es más arriesgada, habida cuenta de que el país necesita estabilidad en un momento económico que se aventura complicado a medio plazo.
"La incertidumbre es mayor"
A pesar de la amplia victoria socialista "la incertidumbre es más importante hoy que ayer porque aún no sabemos qué saldrá de estas elecciones", asegura el economista Joao Duque en una entrevista a AFP.
"Todo dependerá de la evolución de la economía" y de la desaceleración general, apunta el politólogo Antonio Costa Pinto porque el primer ministro prometió mantener su política social sin renunciar a la disciplina fiscal que le debería permitir reducir este año el déficit al 0,2% del PIB.
Pero si la situación económica se deteriora "será más difícil obtener el apoyo de otros partidos de la izquierda, porque nadie quiere colaborar a la hora de aprobar medidas difíciles para reducir gastos", concluye Antonio Barroso, analista de Teneo.
Tras el rescate financiero de 2011, Portugal ha vivido en estos últimos cuatro años una asombrosa recuperación económica, con medidas que han sido alabadas por el FMI y la Unión Europea dejando atrás la austeridad y logrando reducir el paro y el déficit público.
Rebelo de Souza insta al acuerdo
Mientras, el jefe de Estado, Marcelo Rebelo de Souza, ya ha citado para el martes a los líderes de los partidos para poder designar sin demora a un primer ministro. La intención de Souza es que la investidura se produzca cuanto antes "dado que el 17 de octubre hay una importante reunión del Consejo Europeo para discutir el 'Brexit' y convendría que el primer ministro oyese a los partidos de la nueva Asamblea de la República su posición sobre los temas europeos antes", ha explicado el presidente poco después de hacerse públicos los datos del recuento.
Una vez Costa reciba el encargo formal de preparar un Gobierno, tendrá diez días como máximo para buscar los apoyos necesarios a su gabinete y presentar su programa de Gobierno ante el Parlamento portugués.
La Cámara no dispone de fechas para la toma de posesión de los diputados, pero se espera que sea en menos de dos semanas para estar lista de cara a la presentación del primer ministro.
Si no vota en contra de su programa una mayoría absoluta de diputados -116- el Ejecutivo comenzará entonces su andadura. Lo habitual en Portugal es que se demore un mes en formar Gobierno tras unas elecciones legislativas, aunque suele depender de la habilidad para llegar a pactos, y en este caso concreto, de la facilidad con que los socialistas cierren acuerdos a su izquierda.