"¿Tiene mi hija que acostumbrarse a que la llamen negra de mierda?"
- Una familia ha llevado a juicio este martes a la Comunidad de Madrid por no atajar el acoso escolar racista contra su hija
- La niña, de 10 años, sufría depresión y estrés postraumático y tuvo que cambiar de centro: "Los protocolos no funcionan"
Quinto de primaria se convirtió en un infierno para Camila, hija de española y dominicano afrodescendiente: "Tenía insomnio, terrores nocturnos, se niega a ir al cole, está agresiva, come compulsivamente....". Son algunos de los síntomas que relata su madre, Petra Ferreyra, que no tardó en sonsacarle lo que le pasaba.
"La acorralaban en el patio, le daban balonazos, la aislaron socialmente, se metían con su pelo afro, le decían que era inmigrante y que no podía jugar, que olía mal...", le cuenta Petra al programa La Mañana de TVE. Cosas que había tenido que escuchar desde los tres años, pero que a los diez se convirtieron en insoportables.
Camila era víctima de acoso escolar por el color de su piel. Los ataques racistas constituyen el 3,54% del acoso escolar detectado en la escuela primaria, según un informe de la Comunidad de Madrid. Pero un acoso que va en aumento: según la Fundación ANAR, el 26% de los casos de acoso se debe a que la víctima "es diferente". Y Camila lo era.
"Negra de mierda"
La niña dejó de estudiar, llegó a repetir curso y siempre estaba triste: las palabras duelen a veces más que los golpes, así que los padres de Camila acudieron al centro escolar, el CEIP Cardenal Herrera Oria de Madrid capital.
La primera reacción marcó el tono del proceso, que ha acabado este martes con un juicio contra la Comunidad de Madrid: "La directora nos dice que mi hija es marroncita, color chocolate, y que tiene que acostumbrarse a lo que le está pasando y sacar carácter. ¿A qué tiene que acostumbrarse, a que la llamen negra de mierda?", pregunta Petra con rabia.
El caso no sorprende en SOS Racismo Madrid: "Cuando los padres intentan solucionarlo con los centros la respuesta es: 'Esto no es así, están exagerando'. Es una situación dramática que lacra a las familias en el ámbito psicológico", cuenta a EFE Paula Guerra. "También hay casos por acentos y prácticas culturales diferentes", dice.
"A mi me han comentado casos de escuchar a un niño decir: 'No quiero que te sientes conmigo porque eres moro'. Eso no se lo inventa un niño, eso lo ha escuchado en casa", explica a RTVE.es María José Fernández Pérez, presidenta de la Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar (AMACAE).
La inspección tardó casi diez meses en conocer el caso
Aquí acudió Petra en busca de apoyo. Y vio que el de Camila no es el único caso: "Hay también muchos niños adoptados, de Vietnam, China... Muchos tienen que oir cosas como que les han abandonado porque no les querían", cuenta María José.
El caso de Camila ha acabado en un juzgado de lo contencioso-administrativo: la familia ha denunciado a la Comunidad de Madrid por no atender su responsabilidad in vigilando. Los colegios son responsables de los niños mientras están allí y el Herrera Oria no hizo nada, según la familia, por defender a la niña.
De hecho, la Inspección Educativa de la Comunidad de Madrid tardó casi diez meses en tener conocimiento de este caso de acoso escolar, según ha señalado el letrado de la familia de la menor, Pedro Manuel González, a la salida del juicio celebrado este martes entre la familia y la Comunidad, en el que han declarado ocho testigos -personal educativo y familia- y tres peritos -dos psicólogas y una pediatra-.
"Se abrieron dos protocolos. El primero lo desestimaron dos días después y dijeron que no era acoso, que era un conflicto leve. Le hicieron a mi hija una comisión de convivencia ¡frente a otros diez niños!. Fue una situación de desequilibrio, muy violenta, y mi hija tuvo que pedir perdón a sus acosadoras", cuenta Petra.
Desde AMACAE denuncian que es lo habitual: "Se busca negar o minimizar el problema. En un caso de maltrato continuado no se puede mediar. Hay que abrir un protocolo e investigar por separado a la víctima y a los acosadores. Pero no se hace, el acoso se alarga hasta que la víctima no aguanta y se tiene que ir", explica María José Fernández.
El movimiento "Suspenso al racismo"
Es lo que hizo Camila: "Después de dos años la cambiamos de centro y la niña volvió a vivir, era otra. Con mucho trabajo con terapeutas, con mucho amor, se recupera. Ahora tiene 13 años, ha empezado el instituto y es mucho más fuerte, tiene confianza, y quiere ayudar a otros niños que pasan por la misma situación", nos dice su madre.
Junto a otras familias han comenzado el movimiento "Suspenso al racismo", para visibilizar el acoso racista en las aulas. Y ha denunciado a la Comunidad de Madrid, a la que dirigieron numerosos escritos durante el proceso. "En una carta, en respuesta a un escrito, Cristina Cifuentes [entonces presidenta de la Comunidad] nos reconoció que no se había hecho todo lo posible, y nos felicitó por cambiar a la niña de centro".
Quienes lidian todos los días con el acoso piden que se reforme todo el sistema, y se empiece por diagnosticar bien el problema: "Al poco de empezar el curso deberían hacer un test a todos los alumnos: son diez minutos y es muy efectivo para detectar si se sufre acoso, la intensidad y el daño psicológico" cuenta Fernández. La última vez que se hizo un estudio así, en 2006, los dajos arrojaron que el 25% de los alumnos puede sufrir acoso escolar.
Ante un problema bien dimensionado, hay que dar medios a los centros para afrontarlo. La formación del profesorado es vital, y también la de las familias, tanto para detectar a la víctima, como para actuar con el acosador. Y también piden que la administración se implique más: "la inspección no funciona. Se centran en mediar, minimizan el problema", cuenta María José Fernández
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, respondía este martes al juicio de Camila: "Son casos aislados y esa es la realidad de los colegios en la Comunidad, que el acoso escolar es mínimo y hay que erradicarlo de cualquier manera. Más aún por una cuestión de raza, que afortunadamente en Madrid se da poco", ha dicho en rueda de prensa.