El presupuesto de la zona euro reservará hasta un 20% de sus fondos a financiar reformas e inversiones de países en crisis
- Si las cifras del presupuesto comunitario se mantienen, habrá 3.500 millones de euros en siete años para este fin
- Los países, obligados a cofinanciar un 25% de sus reformas e inversiones, monto que podrá reducirse a la mitad
El acuerdo sobre la financiación del presupuesto de la eurozona alcanzado en la madrugada del jueves por el Eurogrupo prevé que un máximo del 20% de sus fondos se reserve para ayudar a los países a enfrentarse a una situación de crisis específica financiando sus reformas e inversiones, un colchón que España había reclamado para permitir capear momentos bajos, a partir de 2021.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona -a los que se suman los del resto de la Unión Europea en esta negociación- han presentado este jueves los detalles de un pacto que todavía deja cuestiones abiertas, en particular, si el presupuesto podrá aumentar de tamaño en el futuro con contribuciones adicionales de los países de la moneda única.
Se prevé que este embrionario presupuesto esté dotado con la parte que corresponda a los 19 países del euro de la partida presupuestaria para el Programa de Apoyo a las Reformas de la UE: unos 17.000 millones de euros para siete años (entre 2021 y 2027) si en las negociaciones del presupuesto comunitario se respeta la propuesta que hizo la Comisión Europea de dotarlo con 25.000 millones para los Veintisiete.
Unos 3.500 millones en siete años para los países en crisis
Los países podrían utilizar estos fondos para financiar programas de reformas e inversiones que reciban luz verde de la Comisión Europea. De ese volumen total, un 80% sería asignado de antemano entre los países de la eurozona en función de su población y de su Producto Interior Bruto (a menor PIB, mayor asignación).
Sin embargo, para que también los más ricos puedan beneficiarse, tendrá que respetarse un segundo criterio: cada país deberá recibir al menos un 70% de lo que ponga. El restante 20% (unos 3.500 millones para siete años si no cambian las cifras) se reservaría para ser utilizado cuando un país atraviese momentos difíciles.
Al mismo tiempo, los países estarán obligados a cofinanciar un 25% de sus reformas e inversiones, tasa que podrá reducirse a la mitad (12,5%) cuando se den "circunstancias económicas severas" en un Estado concreto, según Centeno. El colchón del 20% y la posibilidad de pagar menos en periodos bajos abre la puerta, aunque con muy poco margen de maniobra, a que el presupuesto se use como mecanismo anti-crisis.
Tanto el colchón para momentos delicados y la modulación en la tasa de cofinanciación nacional eran dos elementos defendidos por España para dotar a esta herramienta de cierto carácter estabilizador, a la espera de que evolucione el debate sobre un seguro de desempleo europeo con un verdadero componente contracíclico.
"Para nosotros era muy importante tener elementos que garantizasen que este fondo podía tener una actuación contracíclica aunque la magnitud del fondo en sí no tenga un impacto macroeconómico material significativo. Pero es un punto de partida que sí puede ser el embrión de un instrumento con un impacto más significativo en el futuro", ha explicado la ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño.
Moscovici: la zona euro "puede y debe ir más lejos"
Sin embargo, el acuerdo alcanzado deja en el aire la posibilidad de que los socios puedan aportar fondos adicionales a este montante, tal y como pedían Alemania y Francia, un aspecto que se ha dejado para otro momento a la espera de conocer la opinión al respecto de los servicios legales del Consejo de la UE. Queda así para más adelante un punto al que se oponen Países Bajos y los estados nórdicos.
"Es demasiado pronto para saber cómo van a ser los elementos de ese acuerdo. La decisión del gobierno español se tomará cuando veamos cuáles con las características de ese IGA y del conjunto del Marco Financiero Plurianual (el presupuesto de la UE)", ha afirmado Calviño al respecto.
"En diciembre de 2018 lanzamos el instrumento presupuestario para la competitividad y la convergencia [(BICC, por sus siglas en inglés)]. Anoche, finalmente aterrizó", ha defendido en rueda de prensa el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, quien se ha esforzado por presentar el acuerdo como un nuevo "pilar" para este mecanismo.
Para Centeno, "hace solo dos años, la capacidad fiscal para el euro era solo una cuestión puramente académica". "Anoche, tras once horas de negociaciones, lo convertimos en una realidad en forma de instrumento presupuestario para la eurozona", ha destacado el presidente del Eurogrupo.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, ha subrayado, por su parte, que el instrumento presupuestario pactado este jueves "no es el último paso" en el "largo viaje" hacia un presupuesto de la eurozona. "Considero que es un importante primer paso y no sólo uno simbólico", ha dicho, para después enfatizar que la zona euro "puede y debe ir más lejos".