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El jurista Kais Said gana las elecciones en Túnez, según los sondeos a pie de urna

  • El candidato independiente habría obtenido un 72% de apoyos, casi 50 puntos sobre su rival, el magnate populista Nabil Karoui
  • La jornada electoral ha tenido mayor participación que en la primera vuelta, con al menos un 60%

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El jurista Kais Said gana las elecciones en Túnez, según los sondeos a pie de urna

El jurista ultraconservador Kais Said habría ganado este domingo con holgura la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Túnez, las segundas en democracia desde la caída de la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Alí.

Según un sondeo a pie de urna difundido por la emisora MosaïqueFM, el independiente habría obtenido un 72,53%, casi 50 puntos sobre su rival, el magnate populista de la televisión Nabil Karoui, que habría concitado un 27,47%.

Una victoria que, a falta de los resultados definitivos, no tendría si quiera paliativos ya que la jornada electoral registro un aumento considerable de la participación, que de acuerdo con la Instancia Superior Independiente Electoral (ISIE) habría superado el 60%, cerca de 16 puntos más que la primera vuelta, celebrada el pasado 15 de septiembre.

Kais Said agradece los apoyos y afirma que "su confianza no se desperdiciará"

En un discurso ofrecido en su cuartel general, Said ha agradecido a todos aquellos que le han apoyado y prometió una nueva era sostenida en "la confianza y la responsabilidad.

"Hoy le diste una lección al mundo. Es una nueva forma de revolución: se trata de una revolución en un marco constitucional, con la legitimidad constitucional ", afirmó, antes de subrayar que Túnez "abrió una nueva página de su historia " y de besar, como suele hacer, la enseña nacional.

"Gracias a Dios, hoy conseguiremos de lo que la gente quería "entre diciembre de 2010 y enero de 2011", recalcó en alusión a la revuelta popular que derrocó la dictadura y que hizo estallar las ahora marchitadas "primaveras árabes".

La descentralización, propuesta estrella

Instantes antes, cientos de personas se lanzaron a las calles para celebrar la victoria de un hombre favorable a la pena de muerte, contrario a la homosexualidad, que se declara nacionalista y proteccionista en el terreno económico, defensor de las empresas públicas y que ha expresado sus dudas sobre cuestiones de igualdad como la ley que equipara a hombres y mujeres en temas de herencia.

"Kaïes era la opción menos mala. Estamos felices porque hemos pateado a la corrupción, a la mafia de siempre. Yo le he votado porque creo que en el fondo sus ideas son otras", explicaba a Efe Hasan Ismail, un pequeño empresario en el norte de Túnez".

Los analistas han expresado durante la campaña sus dudas sobre la viabilidad de promesas estrella de Said como la descentralización del país, ya que las atribuciones de la residencia están limitadas.

Además recuerdan que sin partido político detrás y sin representación en el Parlamento, en el que la mayoría corresponde al partido religioso conservador de tendencia islamista "Ennahda", su capacidad de maniobra es escasa.

El opositor Karoui salió de la cárcel el miércoles

Los pronósticos ya apuntaban al posible triunfo de Said, quien sorprendentemente se impuso en la primera vuelta con un 18,7% de los sufragios y que en las últimas semanas había recibido el apoyo de varios de los candidatos a los que derrotó, en particular al del partido conservador religioso de tendencia islamista "Ennahda", Abdel Fatah Mouro, que quedó tercero con un 12% de apoyos.

También del primer ministro Yousef Chahed, quien el viernes aseguró que votaría este domingo "contra la corrupción", en una clara alusión a Karoui, quien ha pasado toda la campaña electoral en la prisión preventiva acusado de evasión de capitales y blanqueo de dinero.

El multimillonario, propietario de la cadena de televisión Nessma TV -la de mayor audiencia nacional-, salió de la cárcel este mismo miércoles, apenas 24 horas después de que amenazara con impugnar los comicios por "desigualdad de oportunidades" y a tiempo para participar en un pionero e histórico debate de televisión frente a su rival en el que se volvió a presentar como el salvador de los pobres.

La vuelta al poder de la corriente conservadora religiosa

"La elección ha sido fácil: entre un hombre de Estado, culto, contra un representante de la mafia internacional, un sionista, hace negocios con Berlusconi y con muchos litigios en los tribunales. Tiene un viejo coche como nosotros, vive en un barrio como nosotros, paga sus préstamos como nosotros y defiende los Derechos Humanos. Todo lo demás es una campaña de manipulación", explicaba tras votar Jalil, empelado en un aseguradora de 29 años y antiguo pupilo de Said.

En una posición contraria, Malika afirmaba que "hace falta un presidente fuerte, que frene al partido islamista. Es verdad que dicen que Karoui han robado, pero todos los presidentes y los ministros lo han hecho a excepción del (padre de la independencia, Habib) Bourguiba. Si el otro gana, Ennahda se le echará encima", advertía.

De confirmarse la victoria de Said, la presidencia, la jefatura del Gobierno, el Parlamento y la mayoría de las alcaldías quedarían en manos de la corriente conservadora religiosa ocho años después del triunfo de la revolución que derrocó la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Ali -fallecido hace un mes en su exilio de Arabia Saudí- y desató las ahora marchitadas "primaveras árabes".

La derrota dejaría al populista y controvertido Karoui en una difícil tesitura, si acceso a la presidencia, con su partido sin opciones de entrar en el gobierno y con la justicia aún pendiente de su caso y el de su hermano , que se encuentra en paradero desconocido desde que el pasado 23 de agosto se dictara la orden de prisión preventiva contra los dos.