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Móviles | Análisis

Palm Phone, el antiteléfono inteligente cuya principal virtud es pasar desapercibido

  • Es de los pocos smartphones que exhiben la desconexión digital como uno de sus principales reclamos
  • Se trata de un terminal reducido a su mínima expresión, que apenas se nota tanto en el bolsillo como en la mano

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Palm Phone es poco más voluminoso que una tarjeta de crédito, con 62 gramos de peso.
Palm Phone es poco más voluminoso que una tarjeta de crédito, con 62 gramos de peso.

En el mercado de la telefonía móvil cuesta ver terminales que se salgan de las tendencias mayoritarias y apuesten por caminos poco explorados. Y, más aún, dispositivos a contracorriente que nieguen su propia razón de ser, y exhiban la desconexión digital como uno de sus principales reclamos. Es el caso de la última propuesta de Palm, la compañía que hace más de dos décadas reinó con sus PDAs, y después desapareció devorada por un mercado insaciable al que no se supo adaptar, al más puro estilo Nokia o Blackberry.

Palm Phone no renuncia a ninguna de las características de cualquier smartphone.

Palm Phone no renuncia a ninguna de las características de cualquier smartphone. PALM

El Palm Phone es, ante todo, un teléfono para aquellos que no dan mucha importancia a los teléfonos. Un terminal reducido a su mínima expresión, en un mundo donde los smartphones han pasado a convertirse en elementos fundamentales de la vida de miles de millones de personas.

Es poco más voluminoso que una tarjeta de crédito, con 62 gramos de peso y apenas 96,6 milímetros de alto, 50,6 milímetros de ancho y 7,4 milímetros de grosor. La pantalla, acorde con estas características, es también minúscula: 3,3 pulgadas, con una resolución de 1280 x 720 píxeles.

Uso esporádico y no muy prolongado

No es un dispositivo que invite al consumo de contenidos multimedia, salvo que esta utilización sea esporádica y no muy prolongada. El reducido tamaño de la pantalla no ayuda, aunque paradójicamente sorprenda la calidad del panel LCD IPS, que permite interaccionar con las aplicaciones y disfrutar de fotografías y videos con una nitidez más que aceptable.

Pero en este apartado salen a relucir en toda su falta de esplendor las carencias de su procesador y de su batería. El Qualcomm Snapdragon 435, concebido para dar vida a móviles de gama media, se calienta en exceso a los pocos minutos de visionar un simple video. Y su raquítica batería de 800 mAh se agota a velocidad de vértigo.

El apartado fotográfico es el esperado. Sus dos cámaras, de 12 megapíxeles la trasera y 8 megapíxeles la delantera, obtienen un aprobado muy justo, en consonancia con el conjunto.

Conclusión:

Palm Phone es un teléfono concebido para no destacar en el aspecto técnico, que juega todas sus cartas a una construcción discreta pero de factura agradable, y que no renuncia a ninguna de las características de cualquier smartphone, aunque se quede corto en todas ellas. Un móvil que intenta pasar inadvertido tanto en el bolsillo como en la mano, con una pantalla pensada para que sea usada únicamente lo imprescindible. Y esa es su principal virtud.