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Turquía

EE.UU. impone aranceles al acero turco y sanciona a tres ministros de Erdogan

  • El Gobierno estadounidense sanciona a tres ministros del Ejecutivo del presidente Recep Tayyip Erdogan
  • Trump anuncia una subida de aranceles hasta el 50% al acero turco y descarta un pacto comercial

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EE.UU. asesta varios golpes al Gobierno de Turquía por su incursión en Siria

El Gobierno de Estados Unidos ha cumplido este lunes sus amenazas contra Turquía a la que ya había advertido sobre las posibles consecuencias en caso de que lanzase una ofensiva miltar para apropiarse de la franja fronteriza de terreno que pertenece a Siria.

El Gobierno de Donald Trump ha hecho efectivas sus advertencias al sancionar a tres ministros del Ejecutivo del presidente turco Recep Tayyip Erdogan entre ambos países.

"Estados Unidos responsabiliza al Gobierno turco por el aumento de la violencia por parte de las fuerzas turcas, poniendo en peligro a civiles inocentes y desestabilizando la región", ha dicho su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.

Estados Unidos responsabiliza al Gobierno turco por el aumento de la violencia por parte de las fuerzas turcas, poniendo en peligro a civiles inocentes y desestabilizando la región

En concreto, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en sus siglas en inglés) ha bloqueado los activos y ha prohibido la entrada en EE.UU. de los ministros turcos de Defensa Nacional, Hulusi Akar; de Interior, Suleyman Soylu, y de Energía, Fatih Donmez; y ha sancionado a los propios ministerios de Defensa Nacional y de Energía como instrumentos del Gobierno de Ankara para la incursión en Siria contra los kurdos.

Sin embargo,  el Gobierno estadounidense ha subrayado que sí autoriza actividades oficiales de las Naciones Unidas que involucran a los ministerios turcos de Defensa Nacional o de Energía y Recursos Naturales, entre otras cuestiones.

Por otro lado, ha reclamado a Turquía que declare un alto al fuego "inmediato" en sus operaciones militares en el norte de Siria contra los kurdos, que según Washington ponen en peligro la vida de civiles inocentes y desestabilizan la región.

Turquía quiere arrebatar a los kurdos el control de 480 kilómetros de largo y 30 kilómetros de ancho de lo que ha denominado "zona de seguridad" para sacar de allí a las FSD y a su principal grupo, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), al que considera una organización terrorista vinculada con la guerrilla del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).

Los ministros de la Unión Europea, por su parte, han condenado la ofensiva de Turquía en Siria pero no han acordado el embargo de sus armas.

Trump amenaza con "destruir" la economía turca

"Estoy completamente preparado para destruir rápidamente la economía de Turquía si los líderes turcos continúan por este camino peligroso y destructivo", advirtió Trump en un comunicado divulgado por la Casa Blanca, en relación a la incursión del Ejército turco en Siria contra los kurdos.

Este no es el primer golpe del presidente estadounidense contra la economía turca en los últimos meses, ya que en mayo ordenó retirar a Turquía del Sistema Generalizado de Preferencias (GSP), un programa que permite la entrada libre de impuestos de miles de productos a ciertos países en desarrollo.

Además, en agosto del año pasado convirtió en una causa diplomática la liberación del misionero estadounidense Andrew Brunson, que estuvo preso en Turquía desde 2016 por una presunta "colaboración con grupos terroristas", lo que provocó que la lira turca perdiese un 25% de su valor.

La subida arancelaria y las sanciones llegan un mes antes de que Erdogan visite la Casa Blanca el próximo 13 de noviembre, según anunció recientemente el propio Trump, en un momento en que la tensión entre ambos países está a un nivel muy elevado.

Las relaciones entre Ankara y Washington, de hecho, han sufrido varios altibajos en los últimos años, especialmente desde la fallida asonada de 2016, ya que Turquía reclama la extradición del predicador turco Fethullah Gülen, al que Erdogan culpa del golpe de Estado y que vive en Pensilvania (EE.UU.).