El poder de la espalda en la era del selfie
- El museo Bourdelle de París repasa la historia de la moda a través de las espaldas
- Se invita a reflexionar sobre la tiranía del rostro y la imagen frontal en la era del selfie
La espalda recuerda a la persona sus propios límites, se aleja de la vista y del tacto. Y sin embargo la moda la mima y no deja de adornarla, cargarla o desnudarla. También la sociedad, incluso cuando hacemos algo tan simple como colgamos una mochila. O tatuarnos.
Son muchos los diseñadores que se han obsesionado con la parte trasera de las prendas. Entre ellos, Cristóbal Balenciaga. La espalda fue una fijación para el modisto español: a veces fue un punto de partida y otras veces la parte más importante, y sublime del vestido. Uno de sus diseños icónicos, un robe de soir que data de 1961, forma parte de la exposición 'Back Side, Dos à la mode' que se ha instalado en el museo Bourdelle de París con fondos del Palais Galliera.
Esta muestra invita a la reflexión sobre los hábitos que ha adoptado una sociedad que focaliza el interés en el rostro y que da más importancia a la imagen frontal que a la personalidad. Un trabajo que cuestiona el poder del selfie y la tiranía de las reglas que rigen las redes sociales.
Esto es lo que cuenta su comisario, Alexander Samson, que quiere que esta exposición sea un “soplo de aire fresco y que cuestione los límites del cuerpo femenino y la deformación que este ha sufrido desde hace siglos por los dictados o caprichos de la moda”.
El recorrido por las salas permite repasar la moda desde el siglo XVIII al XXI. Las prendas, instaladas en distintas salas del museo, adquieren una nueva dimensión y en algunos casos mantienen un diálogo con las esculturas más interesantes del Bourdelle.
Las colosales esculturas del famoso Hall de los yesos no hacen sombra a los vestidos de modistos contemporáneos que asombran por la arquitectura de su patrón. Entre ellos destacan el de Clare Waight Keller para Givenchy, que desnuda la espalda a la vez que la enmaca con el tejido, y el de Martine Sitbon, que presenta un juego de tapar y descubrir la piel con geometrías asimétricas. Son vestidos que deparan sorpresas, juegos de seducción en los que la mujer solo entra cuando lo desea.
En el estudio de pintura la estrella es un corsé de Alexander McQueen -de su colección de alta costura de primavera y verano de 2000- realizado en plata y adornado con flores que caen recorriendo la espalda. Una pieza soberbia que podría ser catalogada también como una joya, una armardura o una escultura. Una creación que refleja la fuerza de la anatomía humana y a la vez demuestra, de forma poética, su poder de metamorfosis. Pero si hay una creadora que ha hecho de la deformación de la silueta una declaración de principios, y una seña de identidad, es Rei Kawakubo.
El trabajo de la directora creativa de Comme des Garçons se muestra en el interesante estudio del escultor. Allí emergen dos de sus diseños que destacan por las osadas protuberancias que cuestionan el concepto de cuerpo ideal y de paso remarcan las deformaciones naturales que sufre con el paso del tiempo. Pertenecen a la colección de primavera y verano de 1997 que se tituta 'El cuerpo se encuentra con el vestido, el vestido se encuentra con el cuerpo'. En ellos destaca la 'chepa o joroba' que cambia la silueta de la espalda pero sin que el conjunto pierda el equilibrio.
Durante la pasada edición de la Semana de la Moda de París, celebrada en septiembre y octubre de 2019, tan solo en el calendario oficial se mostraron 3524 siluetas. Toda la gente que no pudo estar en los desfiles tuvo que verlos en internet en apenas unos minutos. Sumidos en la frenética y constante hambre de imágenes nuevas la mayoría solo pudo retener la parte frontal: un punto de vista que ignora la naturaleza tridimensional del cuerpo y también del vestido.
Por ello es tan necesaria esta exposición que se traduce en un particular recorrido por la moda y un tirón de orejas para todos los que no ven más allá de lo que se suele encontrar en internet.
Por suerte siempre ha habido románticos, como Jeanloup Sieff (1933-2000). Este fotógrafo centró gran parte de su obra en lugares tan especiales como la espalda, la nuca y los talones. Algunas de sus fotografías ayudan a poner en valor los vestidos que dan protagonismo a la espalda, desviando todas las miradas a esa parte del cuerpo convertido por la magia de su objetivo en un poderoso imán.
Pero esta exposición abre muchas líneas de análisis y siempre con piezas especiales que invitan a recorrerlas. El museo también repara en la moda o las modas que se olvidaron de ella. Por ejemplo, los chalecos masculinos del siglo XVIII que llevaban ricos bordados por la parte delantera y hacían la parte trasera con una tela 'más pobre'. Una idea que modistos como Alber Elbaz, en Lanvin, o JW Anderson, en Loewe, han desarrollado en vestidos que, por supuesto, pueden verse en el Bourdelle.
No todos los creadores han 'pasado' de la espalda y el museo lo deja claro con las prendas de Rick Owens, Yohji Yamamoto y Nick Klavers. Ellos traspasan los límites y transforman los patrones añadiendo poder a la espalda, ya que de ella cuelgan mochilas, a veces para llevar personas, e incluso la misma prenda. ¿Es la mochila un complemento para llevar objetos o directamente forma parte de la prenda?
Estas espaldas cargadas contrastan con las espaldas aladas de Comme Des Garçons que rivalizan en belleza con las esculturas de Antoine Bourdelle.
Las espaldas recatadas y muy abrochadas de John Galliano se miden con las que van desnudas o veladas por encaje, como las Yves Saint Laurent, Alaïa, Helmut Langa y Sybilla, piezas en las que el erotismo y la sensualidad forman parte del patrón.
El vestido de Sybilla, de la colección de primavera y verano de 1991, es uno de los mejores ejemplos de esa pasión con al que algunos creadores han decorado la espalda del vestido. En este caso con un puzle de piezas de tejido que parecen estar suspendidas sobre el cuerpo. Un juego visual en el que la piel entra a formar parte del vestido.
Sybilla y Cristóbal Balenciaga no son los únicos españoles integrados en la exposición. Curiosamente hay una parka de Zara que se integra en un grupo de prendas con las espaldas convertidas en medios de comunicación, en pizarras, óleos o paredes sobre las que el autor se expresa libremente. Porque, y esta es otra de las líneas desarrolladas en la exposición, las firmas de moda han descubierto el poder de la espalda como valla publicitaria: ya sea para estampar un logo o para plasmar un mensaje dirigido a la sociedad o a una parte de ella.
Coco Chanel dijo en una ocasión que "toda articulación del cuerpo está en la espalda y todos los gestos parten de la espalda". Algo que se puede comprobar en esta muestra que permace abierta hasta el 17 de noviembre.