Vuelve la hora de la verdad del 'Brexit' al Parlamento británico: las cuentas que necesita Johnson
- El primer ministro depende del apoyo de conservadores y laboristas rebeldes para que prospere su nuevo acuerdo del Brexit
- Una enmienda amenaza con posponer la ratificación del acuerdo hasta que se implemente la legislación para la salida
La hora de la verdad del Brexit vuelve este sábado al Parlamento británico, que celebra una sesión extraordinaria para decidir si da luz verde al nuevo Acuerdo de Retirada del Reino Unido de la Unión Europeanegociado por el primer ministro, Boris Johnson, con la Bruselas. Siete meses después de que la Cámara de los Comunes bloquease por tercera vez el acuerdo de Theresa May, Johnson se enfrenta a una nueva batalla parlamentaria, con distinto contenido, pero con los mismos obstáculos a los que se enfrentó ella: los números siguen siendo los mismos.
El primer ministro necesita el apoyo de 320 de los 639 diputados que votarán en la Cámara de los Comunes, pero su frágil minoría se verá entorpecida por el tajante rechazo de sus diez socios norirlandeses del DUP que votarán en contra junto con la mayoría del Partido Laborista, los liberal demócratas, los escoceses del SNP, los Verdes e independientes.
Pese a todo, Johnson sigue siendo optimista y espera que las negociaciones mantenidas durante todo el viernes decanten la balanza hacia su terreno. "Abandonaremos la UE el 31 de octubre", ha señalado este viernes. Y con la amenaza de una enmienda que podría anular el valor de la votación, lo único garantizado es que, a diferencia de las aplastantes derrotas que sufrió May, esta votación estará muy ajustada y podría incluso ser la primera victoria parlamentaria de Johnson.
Rebeldes a uno y otro lado, claves
Con un Parlamento tan volátil y dividido, las quinielas de los medios británicos apuntan a una u otra dirección. Según Sky News, Johnson solo tendría 316 votos garantizados; mientras que el diario Financial Times predice una victoria por mayoría de dos. Eso sí, los números ponen el foco en el voto de los 21 diputados conservadores que fueron expulsados en septiembre por votar a favor de la ley que impide un Brexit duro, los independientes que han abandonado sus partidos en contra de la gestión del divorcio y los laboristas rebeldes que apoyaron el acuerdo de May.
La otra incógnita a despejar es el voto de un grupo de los 90 conservadores euroescépticos del European Research Group (ERG), que siempre han ligado su apoyo al del DUP, pero que se debatirá en torno a su lealtad a un primer ministro al que respetan más que May.
El resquicio legal que puede anular la votación
Sin embargo, el esperado Supersábado decisivo para la historia del Brexit podría quedar en una mera intentona si prospera una de las enmiendas presentadas por varios grupos de diputados. Es el caso de la que firma el diputado conservador independiente Sir Oliver Letwin, que apuesta por posponer la ratificación definitiva del acuerdo hasta que se haya implementado toda la legislación del Brexit. De este modo, los diputados pasarían directamente a implementar la Ley del Brexit, un proceso que podría demorarse más allá del 31 de octubre porque debe ser aprobado en los Comunes y los Lores; y que forzaría por tanto a Johnson a solicitar una prórroga a la UE incluso si el Parlamento aprueba su acuerdo.
Según ha explicado Letwin, esta enmienda no solo "maximiza las posibilidades de que prospere el acuerdo", sino que sirve para sortear la "laguna legal" de la Ley Benn que fuerza a Johnson a pedir una prórroga si este sábado no hay acuerdo, porque teme que la implementación de la legislación se demore tanto en el tiempo que, de no haber prórroga, termine habiendo un Brexit duro accidental.
En cualquier caso, corresponde al speaker John Bercow seleccionar las enmiendas que se someten a votación, aunque contando con el apoyo de parte del Laborismo y el SNP, lo más probable es que sea seleccionada para votarse antes del acuerdo, siempre y cuando Letwin no la retire. Es decir, si prospera, la votación definitiva del acuerdo quedará pospuesta.
La eterna batalla política que fatiga a los británicos
Johnson llegó al frente de Downing Street prometiendo la salida sí o sí este 31 de octubre y se juega su carrera política en los próximos días. Si gana, pasará a la historia como el líder conservador capaz de salvar el escollo que acabó con su predecesora. Pero si pierde y se ve obligado a solicitar una prórroga, buscará unas elecciones en las que su mayor rival no será el laborismo, sino la amenaza del Brexit Party. "Se vendería entonces como una especie de mártir del Parlamento", señala a RTVE.es el profesor de Políticas de la Universidad de Sussex, Paul Webb.
“Si Johnson pierde, se venderá como una especia de mártir del Parlamento“
El Brexit es la cuestión que más preocupa a los ciudadanos británicos, muchos de ellos "fatigados" por el eterno debate de los últimos tres años, y además ha cambiado la movilización del voto. "Antes se preocupaban por los servicios públicos, ahora el voto se escoge entre la permanencia o la salida", señala el director adjunto del thinktank The UK in a Changing Europe, Tim Bale.
Y el mismo día en el que miles de personas tomarán el centro de Londres para reclamar un referéndum, una derrota de Johnson volverá a abrir el abanico de escenarios: otra prórroga, elecciones, referéndum...