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Elecciones generales 2019

¿Qué deberían hacer los candidatos en el minuto de oro de un debate electoral?

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El minuto de oro en los debates

Cada vez se prepara más y sirve para colocar el mensaje final, pero los oradores no siempre logran el efecto deseado. Es el conocido como minuto de oro en los debates electorales: 60 segundos para seducir, para captar el voto, para convencer o para equivocarse porque resulte demasiado artificial, conceptualmente la idea sea buena pero su ejecución no o no esté bien trabajado y enfocado.

En los debates todo está medido y pactado: la duración, los bloques temáticos y el orden de intervención de los candidatos. Los líderes políticos trabajan a conciencia estas citas porque pueden tener una gran influencia en las votaciones y hacen especial hincapié en el minuto de oro con un riesgo: perder naturalidad.

A 12 días de la elecciones generales del 10 de noviembre y con dos debates decisivos por delante en RTVE, uno con los portavoces parlamentarios en el Congreso el 1 de noviembre y otro el 4 de noviembre con los líderes de las cinco principales fuerzas políticas, preguntamos a los expertos cómo deberían prepararse los candidatos el broche final y todos coinciden, "hay que ser uno mismo".

Aunque en España ha celebrado bastantes debates, no existe una tradición relativa a los minutos de oro, de los debates de cara a cara se ha pasado a debates donde participan varios oradores y esto, según los expertos, cambia el sistema encorsetado de debate tradicional y se debería adaptar a las nuevas maneras de comunicar.

Sin embargo, los políticos, afirman, siguen preparando los debates de la manera clásica "como si fuera monólogos".

Pablo Iglesias utilizó el mismo recurso en 2016 y en 2019: separar ideas negativas e ideas positivas y luego dar el eslogan de la campaña. Pedro Sánchez acabó diciendo que no quería pedir el voto, sino pedir a la gente que pensara, que es lo mismo que pedir el voto pero sin decirlo. Rajoy aludió a aquella niña que aún es protagonista de algunas bromas en redes sociales y Rivera utilizó el recurso del silencio que ya había utilizado un político gallego en un debate, días antes.