Europa se enfrenta al retorno de las esposas y los hijos del Dáesh
- Los países de la UE temen importar también la ideología islamista y poner en peligro la seguridad interna
- Algunos países sólo están dispuestos a traer a sus países de origen a los niños de esas familias yihadistas
Todos los países de la Unión Europea rechazan de plano la repatriación de las esposas de yihadistas europeos de esas parejas que han nacido o crecido bajo la bandera del autodenominado Estado Islámico (Dáesh).
Con la repatriación de esas mujeres de combatientes, temen importar también la ideología islamista y poner en peligro la seguridad interna de sus países. Tienen miedo también del estado mental y psicológico de esos niños que no han conocido más que el estrés de la guerra y las exigencias de las leyes coránicas más extremistas.
Los gobiernos europeos se encuentran ante un problema no solo humanitario sino legal: no tienen datos para inculpar a esas mujeres de delitos cometidos en Irak o en Siria y por eso creen que deberían ser juzgadas, aunque sean europeas, por los tribunales en Siria o Irak. Precisan, además, que no tienen personal diplomático ni consulados sobre el terreno para abrir sumarios con un mínimo de fiabilidad.
Hijos de yihadistas huérfanos
Tal y como ha quedado de relieve en reuniones de ministros de Interior de la UE, algunos países sólo están dispuestos a traer a sus países de origen a los niños de esas familias yihadistas, especialmente si son huérfanos. Tal ha sido el caso de tres niños con padres fallecidos que han podido regresar recientemente a Francia, otros tres a Gran Bretaña y cuatro a Alemania.
En la República Federal de Alemania se están planteando incluso hacer pruebas genéticas a esos niños nacidos o crecidos en el Califato, para comprobar de si son realmente hijos de alemanes.
Algunos abuelos franceses y alemanes han recurrido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos porque consideran que los derechos de sus nietos de regresar cuanto antes a la civilización occidental se están viendo vulnerados.
Las cifras sobre esas esposas e hijos que han estado o siguen bajo la tutela del autodenominado Estado Islámico son aproximativas. Podrían ser en torno a 2.000 procedentes de 44 países. En Alemania se estima que podría haber entre 200 y 300 niños en esta situación. En Francia, entre 70 y 150.