30 años del fin del Muro de Berlín: una Europa más desorientada que nunca en busca de un líder
- Cinco días antes de caer el Muro, medio millón de personas se manifestó por primera vez en Berlin Este reclamando libertad
- Tres décadas después, el mundo es mucho más complicado y Gorbachov advierte de que existe una nueva guerra fría
Hoy hace 30 años, los ciudadanos de la República Democrática Alemana (RDA) se podían manifestar por vez primera en libertad en Berlin Este.
Medio millón de personas se concentraban en el corazón de la capital, Alexanderplatz, para reclamar no la caída del Muro ni el fin del régimen comunista, sino una Alemania Oriental realmente democrática, donde los ciudadanos pudieran vivir y viajar sin restricciones ni control.
Era un 4 de noviembre. Cinco días después, se abría el Muro de Berlín y empezaba el fin no sólo del régimen germano oriental, sino de todo el bloque comunista.
Un mundo más complicado 30 años después
Han pasado tres décadas y el mundo es mucho más complicado de lo que fue en 1989. Muchos de los protagonistas de aquellos momentos históricos -el canciller Helmut Kohl, los líderes de la RDA Erich Honecker, Hans Modrow, el titular de Exteriores Hans Dietrich Genscher, el presidente de los Estados Unidos, George Bush padre, el presidente francés, François Mitterrand...- que guiaron, con más o menos acierto, un momento realmente histórico, han desaparecido.
Sólo un envejecido y frágil Mijail Gorbachov advierte hoy día de que nos encontramos ante otra guerra si no fría, camino de serlo.
El neo Zar Vladimir Putin no sólo ha conseguido que los rusos recuperen su orgullo nacional, herido con la muerte de la URSS hace casi treinta años. Está levantando de nuevo –ante la impotencia general- un imperio dispuesto a enfrentarse a un Occidente más desorientado y tan fracturado – o más- que cuando existía el Telón de Acero.
La realidad actual
1. Un 52 % de alemanes orientales que hace 30 años se quedaron sin país hoy se muestran muy escépticos sobre el sistema democrático (Berliner Institut Policy Matters). Esto podría explicar, parcialmente, el éxito de Alternativa para Alemania en los llamados 'nuevos Länder'. Ese escepticismo es más intenso en los países del Este
2. En Europa, las democracias liberales y los grandes partidos tradicionales se encuentran a la defensiva frente a la emergencia de nuevas formaciones populistas y/o nacionalistas que ofrecen argumentos del siglo XIX para abordar retos del siglo XXI. En paralelo, vivimos año tras año a la agonía de la socialdemocracia que no ha decidido aún si se inscribe en el centro o en los valores de la izquierda.
3 .El modelo económico capitalista que surgió tras la crisis financiera del 2008 está siendo crecientemente cuestionado porque la desigualdad y la precariedad laboral en Europa se ha consolidado. Además, empiezan a surgir las dudas acerca de los reales beneficios de la globalización. A ello se unen los temores a una posible nueva recesión que encontraría a una Europa con Unión Monetaria, pero sin Unión Fiscal, largamente reclamada por Mario Draghi, ya ex presidente del BCE.
4. La Europa de 1989 era mucho más homogénea que la actual. La inmigración y las guerras de media y baja densidad en Africa y Asia, con sus oleadas de refugiados, han provocado el resurgir de los viejos demonios de la intolerancia, el racismo y el antisemitismo, que se ven confrontados con discursos rutinarios de advertencias y pronunciamientos de condena cuando se producen atentados.
Una Europa a la busca de un líder
5. En estos momentos de incertidumbre, los únicos que capturan día a día las portadas de los medios de comunicación son los que gritan más, los más esperpénticos, aupados por unos medios de comunicación audiovisuales que prefieren la sensación a la sensatez.
Merkel, en su día definida como “la reina de Europa , se encuentra en una fase preocupante de repliegue personal y político y su hueco no está siendo disputado por nadie. Se diría que ningún líder tiene soluciones creíbles para esta Europa que recuerda esta semana, sin grandes entusiasmos, el principio del fin del comunismo y de la política de bloques que dominó la posguerra.
*Aurora Mínguez ha sido corresponal de RNE y TVE en Berlín entre 1992-1999, 2006-2014 y 2017-2019