Lula da Silva sale de prisión tras un año y siete meses condenado por corrupción
- La Justicia ha decretado la liberación del expresidente, que cumplía una pena por corrupción desde abril de 2018
- Lula se beneficia del fallo del Supremo, que declaró la prisión es inconstitucional si no se han agotado todos los recursos
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado desde hace un año y siete meses, ha salido de prisión este viernes tras el decreto ordenado por un juez en base a la decisión adoptada el jueves por el Tribunal Supremo de Brasil. Su defensa había solicitado su liberación por la mañana en base al fallo adoptado por la máxima corte del país, que determinó que la prisión de una persona condenada antes de que se agoten todos los recursos es inconstitucional en una ajustada votación (seis a favor y cinco en contra).
“No pensé que hoy podría estar aquí hablando con hombres y mujeres que durante 570 días estuvieron aquí“
A lo largo de la jornada, centenares de simpatizantes del expresidente se han ido congregando a las puertas de la prisión de Curitiba, donde le han recibido entre gritos y aplausos al histórico dirigente de la izquierda brasileña. Acompañado por sus abogados, su actual pareja, Rosangela da Silva, y un dispositivo policial, Lula ha salido a pie de la cárcel pasadas las 17:50 hora local. Vestido con camisa y traje negro, un sonriente Lula se ha dirigido a un escenario, donde le han entregado flores al ritmo de "¡olé, olé, Lula libre!". Sus simpatizantes le han recibido además con todo tipo de regalos y con el himno de Brasil.
Lula: "Han intentado criminalizar a la izquierda"
"No pensé que el día de hoy podría estar aquí conversando con hombres y mujeres que durante 570 días gritaron 'buen día Lula, buena noche Lula'… No importa que estuviera lloviendo, que estuviese a 40 grados. Estuvieron aquí", ha dicho emocionado y agradecido entre vítores.
El expresidente brasileño ha acusado a la Justicia, la Policía y al Estado brasileño de intentar "criminalizar" a la izquierda por los 580 días que ha permanecido encarcelado por una condena de corrupción.
"Necesitaba resistir para luchar contra el lado podrido del Estado, de la Policía Federal, del Ministerio Público, de la Justicia. Trabajaron para criminalizar a la izquierda, a Lula y al Partido de los Trabajadores", ha señalado.
"Salgo de aquí con un gran sentimiento de agradecimiento. Quiero probar que este país puede ser mucho mejor cuando tenga un gobierno que no mienta en Twitter como hace (Jair) Bolsonaro", ha manifestado Lula da Silva.
El exdirigente del Partido de los Trabajadores se entregó en la prisión de Curitiba el 7 de abril de 2018. Desde entonces, cumple una pena de ocho años y diez meses por corrupción tras ser condenado en segunda instancia, acusado de recibir como soborno un apartamento de playa de la constructora OAS a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con la petrolera Petrobras en el marco de la operación Lava Jato, el mayor escándalo de corrupción de la historia del país.
La sentencia fue confirmada en una tercera instancia, pero todavía está pendiente la resolución de una apelación ante la Corte Suprema y podría reingresar en prisión si es rechazada. Por este motivo, el juez Danilo Pereira Jr, de la 12ª Sala Criminal de Curitiba ha autorizado su puesta en libertad.
En libertad tras el polémico fallo del Supremo
Con su salida, el exdirigente se beneficia de la anulación de una jurisprudencia que en 2016 estableció que se podía ejecutar una pena de prisión tras ser confirmada en segunda instancia -como es su caso- pese a que quedaran apelaciones pendientes ante cortes superiores. Pero a partir de ahora, la prisión solo podrá ordenarse cuando se complete el "tránsito en juzgado" ("cosa juzgada") y se hayan agotado todos los recursos posibles, de modo que la culpabilidad esté plenamente establecida.
Paralelamente, el juez Sergio Moro, encargado de juzgar la Lava Jato y ministro actual de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro, se ha limitado a asegurar que respetarán las decisiones judiciales, si bien ha instado a los legisladores a cambiar la Constitución para que la prisión sea obligatoria con un solo recurso fallido.
Mientras, los miembros de la operación Lava Jato, la mayor investigación contra la corrupción en la historia del país, han rechazado la decisión del Supremo y temen que "afecte a los resultados de su trabajo".
Durante su estancia en prisión, Lula trató de concurrir a las elecciones de octubre de 2018, pero el tribunal electoral le inhabilitó por su condena por corrupción. De hecho, el PT liderado por Fernando Haddad obtuvo su peor resultado en años lastrado por la corrupción en los comicios que proclamaron presidente al ultraderechista Bolsonaro.
Maduro celebra la excarcelación de Lula, "un gran líder del mundo"
Por otro lado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha celebrado este viernes en tiempo real la excarcelación del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a quien ha ponderado como un "líder humanista, antineoliberal y mundial".
"El pueblo venezolano está feliz y saluda la libertad de Lula (...) estamos compartiendo este momento de felicidad", ha dicho Maduro en un acto de gobierno, que fue transmitido de manera obligatoria por todas las estaciones de radio y televisión de Venezuela, mientras la televisión mostraba el momento de la liberación del brasileño.
El presidente venezolano se ha mostrado sonriente, aplaudiendo y ha gritado varios "viva Lula" desde el palacio presidencial de Miraflores, mientras contemplaba las imágenes de la excarcelación en Curitiba, Brasil.
"América del Sur se está moviendo, una nueva ola de pueblos libres se levanta, lo importante son los pueblos movilizados", ha proseguido Maduro tras referirse a Lula como el "gran compañero y hermano" del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013).
También, Cuba ha celebrado la noticia.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha escrito en su cuenta de Twitter: "#Lulalibre. Es un hecho y un triunfo de los pueblos, de la #Solidaridad, de la verdad. #VivaLula".
"#Lulalibre. #VictoriaDeLasIdeas. Derrota de la estrategia imperial y de sus lacayos. Abrazos al luchador incansable que jamás bajó las banderas de la dignidad", ha afirmado Díaz-Canel en otro tuit.