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Bolivia

Francisco Sánchez: "La oposición boliviana va a tener el poder del Estado, no del país"

  • El director del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca analiza quién es quién en la crisis de Bolivia
  • "Bolivia es un país profundamente dividido. Son cientos de años de fragmentación que no se van a solucionar en un periodo corto de tiempo"

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Los nuevos rostros de la crisis de Bolivia

El director del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, Francisco Sánchez, analiza para RTVE quién es quién en la crisis de Bolivia, que ha puesto en primer plano a figuras populares y a otras prácticamente desconocidas hasta el momento, y evalúa las posibilidades de regreso del partido de Evo Morales, y del propio expresidente en el exilio.

Pregunta.- Hagamos un breve perfil de cada uno de los actores en esta disputa en Bolivia. En primer lugar, Carlos Mesa.

Respuesta.- Carlos Mesa es un expresidente de la República de Bolivia. Fue el vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada, asumió después de la guerra del gas y tuvo enfrente la dura oposición de Evo Morales y su movimiento. En este momento, como vemos, ha desaparecido del escenario porque su reivindicación era que se repitiesen las elecciones.

P.- Jeanine Áñez, que ha asumido la presidencia del país sin el quórum del Congreso…

R.- Jeanine Áñez es fruto de esta nueva política con nuevos personajes de la política latinoamericana. Muchos de ellos provienen de la televisión. Son personas conocidas en la zona, con un perfil conservador. En el caso de Jeanine, era senadora por el departamento de Beni, y ahora se ha convertido en una actriz protagonista, aunque, de hecho, es una actriz secundaria en este momento.

P.- Luis Fernando Camacho, el líder de los movimientos cívicos contrarios a Morales…

R.- Luis Fernando Camacho es el resultado de esta polarización que vemos en Bolivia, donde tenemos a dos grandes sectores que se están oponiendo. En escenarios de polarización siempre aparecen los extremos. Es el caso de Camacho, que es fruto de la división étnica y regional del país. Como se ha visto, él no engaña: es un personaje profundamente conservador que reivindica un orden clásico, asentado en los valores religiosos y en el patriarcalismo.

P.- Del lado del hasta ahora oficialismo, con la salida de Morales y el resto de altos cargos, ¿cómo queda su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS)?

R.- El MAS mantiene su capacidad de movilización. Es un partido que ha logrado penetrar en la sociedad y tiene fuerza social. Sin embargo, el MAS tiene problemas para dar continuidad al proyecto más allá de Evo Morales y la prueba es el intento que hicieron de conseguir la reelección de Evo jugando todas las cartas posibles. Yo veo que, en el contexto actual, con la cúpula del partido desparecida de la escena debido a la conflictividad, es muy difícil que, por lo pronto, aparezca otra figura. A pesar de esto, creo que el MAS seguirá siendo un actor protagonista en la política boliviana.

P.- ¿Tiene el MAS un líder alternativo a Evo Morales?

R.- Posiblemente tengan un candidato que aparezca. Hay varias personas, pero no creo que sea alguien con la suficiente capacidad para ganar unas elecciones polarizadas, como van a ser las siguientes.

P.- A partir de la situación actual, ¿cree usted que la oposición conseguirá consolidarse en el poder o, por el contrario, que se abre un periodo más o menos prolongado de inestabilidad?

R.- Creo que la oposición va a ser capaz de consolidar el control del Estado, pero no del país y el poder. Bolivia es un país profundamente dividido. Son cientos de años de división y fragmentación que no se van a solucionar en un periodo corto de tiempo. El gobierno de Morales ha sido la visibilización de esa Bolivia que no estaba presente. Lo que vemos con Camacho y su gente es el resurgimiento de todos esos que se han sentido marginados en el proyecto político que tenía Evo Morales. Como he dicho, son los extremos los que han entrado en escena, y se enfrentan. Desde ese punto de vista, ¿cuándo se consolidará el poder? Cuando nuevamente tengamos un proyecto de integración. Eso, ahora mismo, no existe en Bolivia, ni tampoco hay ningún actor que lo pueda llevar adelante.

P.- ¿Puede Evo Morales regresar a Bolivia?

R.- En el momento en que desaparezcan las causas judiciales que tiene abiertas, posiblemente sí. También es posible el escenario del martirio. Pensemos en el caso de Leopoldo López.