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Entrevista

Carlos Mesa, expresidente de Bolivia: "No podemos llegar a unas elecciones si el país no está pacificado"

  • "La mejor contribución de Morales a la paz es que la proponga y diga a sus movimientos sociales que dejen de movilizarse"
  • El expresidente de Bolivia apuesta por un gobierno de transición y no incluirse en él: "No podemos ser juez y parte"

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Carlos Mesa, expresidente de Bolivia: "No podemos llegar a unas elecciones si el país no está pacificado"

El expresidente de Bolivia Carlos Mesa, ha repasado junto a RTVE la convulsa actualidad política que vive su país. El que fuese presidente del país sudamericano desde 2003 a 2005 apuesta por el diálogo y la pacificación del conflicto al mismo tiempo que acusa de fraude al expresidente Evo Morales.

Pregunta: Señor Mesa, ¿qué tiene que decirle a esas voces que hablan de golpe de Estado?

Respuesta: Yo soy víctima del fraude hecho por Evo Morales. Él es el causante de esta situación y su salida tiene que ver con los 21 días de heroicas manifestaciones del pueblo boliviano, expresadas democráticamente y pacíficamente en las calles. Una frase desafortunada de un comandante de las fuerzas armadas no transforma eso en un golpe de Estado.

P: ¿Considera legítimo el nombramiento de la nueva presidenta interina?

R: Absolutamente sí y por una razón básica: en Bolivia, en España, y en cualquier país democrático del mundo no puede haber un minuto de vacío de poder.

Una declaración del Tribunal Constitucional, basada en un texto del 2001, es decir no hecha a medida de la actual presidenta, establece en un caso como este la absoluta legitimidad de doña Jeanine Añez como presidenta de Bolivia.

P: Pero no estaba ningún representante del MAS (Movimiento al Socialismo – Partido de Evo Morales).

R: Porque no se produjo un acto de nombramiento en la asamblea legislativa. Ella fue posesionada en virtud de la evidencia de que había un vacío de poder.

P: ¿No era necesaria una votación entonces?

R: No. Hubiera sido necesaria si no hubiéramos tenido la evidencia del vacío de poder. Primero, Morales rompe intencionalmente con la renuncia forzada para dejar ese vacío. Y segundo, la asamblea legislativa bloquea toda posibilidad de aceptación de la renuncia y nombramiento de la presidenta.

Por eso la declaración constitucional era obligatoria, llevábamos 48 horas con vacío de poder, impecable desde el punto de vista constitucional. La presidenta interina en varias intervenciones ya ha insistido en que el objetivo de este gobierno provisional es la convocatoria de unas elecciones limpias.

El pilar de la legitimad de Añez es la convocatoria de un proceso electoral después del monumental fraude protagonizado y ordenado por Evo Morales que representa la necesidad de hacerlo en el más corto tiempo posible racionalmente. Entre tres y cinco meses, entre febrero y abril deberíamos tenerlo resuelto. Hay una dificultad: tiene que pasar por la asamblea legislativa, controlada por el MAS, y negociar con ellos, sin ninguna duda.

Pero no se puede someter nuestra democracia, el tiempo de gobierno de Añez y las elecciones, al capricho de bloqueo del MAS que en principio es lo que está haciendo.

P: ¿Y si el MAS sigue bloqueando?

R: Hay que encontrar mecanismos legales adecuados para garantizar elecciones legales y limpias, y un gobierno de transición en el tiempo más corto posible.

P: Usted fue presidente de Bolivia en un momento convulso...

R: Y creo haber respondido adecuadamente en 2003, pacificando Bolivia y llevándola a un camino constitucional. Que por cierto permitió la elección luego de Evo Morales.

Ahora como ciudadano, expresidente y excandidato estoy en la misma línea. Quiero decir algo importante, yo soy la victima principal del robo en el fraude electoral. Pero no actué como otros candidatos, con todo su derecho, en América Latina reclamando constitucionalmente una segunda vuelta o moviendo a mis votantes para que hagan violencia.

Yo me he atenido al bien mayor, la democracia en Bolivia. No toca ahora reclamar tu derecho sino construir una democracia en serio. Lo primero que había que hacer era el fin de un gobierno autoritario que por sí mismo se cayó. Es un candidato ilegitimo y su tercer mandato es anticonstitucional.

Carlos Mesa, el principal rival de Evo Morales en las elecciones de octubre, pide que este no vuelva

P: ¿Por qué Carlos Mesa cree que puede pacificar el país?

R: En este momento yo soy un ciudadano común, apuesto por el éxito de la presidenta, espero que logre pacificar el país. No podemos llegar a un proceso eleccionario, transparente, claro y limpio, si el país no está pacificado.

No toca hablar de mis aspiraciones personales, toca buscar la pacificación, la convocatoria de elecciones y lograr un gobierno de transición democrático.

P: ¿Por qué no ha participado usted en este gobierno de urgencia?

R: Por una razón elemental. Si nosotros vamos a participar en un proceso electoral no podemos ser juez y parte, la obligación de un gobierno de transición es la neutralidad y la garantía de que no va a inclinar la balanza hacia ninguna opción política. Eso no quiere decir que no estemos respaldando a la presidenta Añez.

P: ¿Cree que Evo podría presentarse?

R: No, y no por una razón personal, no tiene nada que ver, no puede por razones obvias, constitucionales, Morales ha sido dos veces presidente. Nadie que haya sido dos veces presidente puede presentarse como candidato. No puede ser por razones constitucionales.

P: De cara a esas próximas elecciones que se plantean, ¿habrá nuevos candidatos?

R: Asumo que se podrá presentar cualquiera que cumpla los requisitos establecidos por la ley.

P: ¿El MAS debería presentar a otro candidato?

R: En mi opinión personal por supuesto. Es incuestionable que es un partido político importante.

Tienen una cantidad significativa de electores. El MAS tendrá derecho a presentar candidatos distintos que podrán representar ese proyecto político Ahí se demostrará si es un proyecto político realmente o es el proyecto político de un iluminado que es el poder, la revolución, la transformación y el cambio. Este es el desafío que el MAS tiene que responder en las próximas elecciones.

P: ¿Cómo se pacifica Bolivia?

R: No es fácil. Existe el legítimo derecho de protesta, y habrá gente, millones, que estén en contra de Jainine y lo que representamos, es legítimo. Pero eso se resuelve por la vía del voto.

La policía debe ser proporcional para evitar desmanes y violencia, promovida por el expresidente en un asilo muy peculiar.

El presidente López Obrador tiene todo el derecho de recibir a Morales como asilado, pero tiene la obligación de cumplir la institución sagrada del asilo: ningún asilado político tiene derecho a hablar de la política de su país en un país extranjero que lo está acogiendo. López Obrador no entiende eso y lo trata como un presidente en ejercicio en visita oficial. Las declaraciones del expresidente Morales están generando gran parte de violencia.

La paz se conseguirá mediante la acción del diálogo. El gobierno de Añez apuesta por ello. Un detalle, se ha nombrado medio gabinete, los otros tiene que ver con ministerios sociales: salud, educación… probablemente pueden ser un camino interesante si los ministros representan a sectores de la producción minera, de la salud... es decir que representen a medios organizados que de repente pueden ser interlocutores válidos de un dialogo constructivo para construir la paz.

P: Por último, Evo Morales se ha mostrado dispuesto a regresar a Bolivia

R: No tengo la menor duda de que es su disposición, que no tiene que ver con la realidad. Morales dejó de ser presidente y no puede volver a serlo otra vez. Él no puede venir como líder político después de que un país entero se haya levantado durante 21 días para reclamarle su autoritarismo, su control de los cuatro poderes del estado de manera ilegítima y el fraude que hizo.

Me sorprende mucho que el presidente tenga esa ilusión, tiene que estar en el exilio. Lo pidió. Podía estar en Bolivia, ha decidido irse. En términos políticos es un ciclo terminado. La mejor contribución de Morales a la paz es que la proponga y que diga a sus movimientos sociales que dejen de movilizarse, para eso no necesita venir a Bolivia.