Criticas al decreto boliviano que exime a las fuerzas del orden de la responsabilidad penal por las muertes

• El decreto, dice el gobierno, es un instrumento para favorecer la pacificación del país
• Los responsables de Derechos de la OEA consideran desproporcionada la intervención policial en Cochabamba

Fuerzas de seguridad bolivianas en La Paz

El decreto del gobierno de transición de la presidenta Jeanine Áñez para el mantenimiento del orden público en Bolivia ha levantado las protestas de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, la misma que denunció las evidencias del fraude electoral en las presidenciales del 20 de octubre en Bolivia.

El gobierno transitorio ha precisado el alcance de la medida diciendo que no puede entenderse como una "licencia para matar" sino que exime de responsabilidad penal a policías y militares solo cuando se vean obligados a actuar en condiciones de necesidad y en legítima defensa.

En este sentido, el ministro de interior en funciones, Jerjes Justiniano aclaró que, la medida no contribuye al incremento de la violencia sino que, por el contrario, es un instrumento para contribuir a la pacificación social.

Acusaciones recíprocas

Como es habitual en democracia, el estado tiene en Bolivia el monopolio de uso de la fuerza que se encargan de ejecutar las fuerzas del orden.

Los disturbios de los últimos días, con los levantamientos en Cochabamba -cuna política de Evo Morales- han causado nuevas víctimas mortales que desde el principio de la crisis ascienden ya a veintitrés. Según la policía, en algunas de las protestas, los cocaleros estaban fuertemente armados con pistolas, granadas y disparaban con bazukas de fabricación casera

La Comisión Interamericana de los Derechos del Hombre, perteneciente a la OEA, calcula que hay también un número de heridos de al menos 122 heridos desde el viernes y pide a las fuerzas del orden que controlen las protestas sociales sin armas de fuego.

Según el comandante de la policía departamental, Jaime Zurita, se negoció hasta el límite con los manifestantes pero finalmente no les quedó más opción que tomar el mando para restablecer el orden público.

La violencia como amenaza a las nuevas elecciones

La violencia de los últimos días dificulta la solución a la crisis que pasa por organizar unas nuevas elecciones después de la renuncia de Evo Morales a raíz de las protestas por acusaciones de fraude, avaladas por la auditoria de la Organización de Estados Americanos. Su huida del país, el pasado domingo, se produjo por la presión de la policía y los militares que le retiraron su favor.

La ONU anuncia reuniones

Naciones Unidas advierte también del peligro de que la situación se descontrole después de la violencia del sábado, con enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y cocaleros leales al presidente derrocado Evo Morales. El nuevo gobierno en funciones acusa a Cuba de avivar los disturbios tras la marcha de Morales.

Según el enviado de Naciones Unidas, Jean Arnaul, este domingo se reunirán políticos y grupos sociales para intentar terminar la violencia e impulsar unas elecciones libres y transparentes.

Las protestas provocan desabastecimiento en varias ciudades

El gobierno provisional ha creado un puente aéreo con La Paz para paliar el desabastecimento de alimentos y combustible causado por los cortes de carreteras de los partidarios de Evo Morales que piden su restablecimiento en el poder. Un avión hércules ha llegafdo hoy a la Paz con suministro de víveres y los habitantes se organizan en colas para acceder a la provisiones. Se preven medidas semejantes para otras ciudades afectadas también por los cortes. La vía aérea es por el momento el único modo de sortear la inhabilitacion de las carreteras por parte de los manifestantes.