Los investigadores creen que El Chicle pudo intentar lastrar el cuerpo de Diana Quer dos veces
- Dos agentes declaran que el cable que unía los lastres no procedía del sótano de la nave, como dijo el acusado
- En la quinta jornada del juicio han declarado dos investigadores que participaron en el registro fotográfico del crimen
Los investigadores del crimen de Diana Quer donde hallaron el cadáver de la joven, por lo que consideran que el único acusado de su asesinato, José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, pudo intentar lastrar el cuerpo en dos ocasiones, según han señalado en su declaración este lunes ante la Audiencia Provincial de A Coruña.
Además, los investigadores han asegurado, en la quinta jornada del juicio, que el cable que unía los dos bloques cerámicos que lastraban el cuerpo era distinto a los encontrados en la nave abandonada de Asados, una cuestión relevante, ya que El Chicle declaró que el cable empleado lo había arrancado en el momento de deshacerse del cuerpo de un punto de luz que había en el sótano y que había intentado lastrar el cuerpo una única vez.
El primero de los agentes en comparecer ante el tribunal, que participó en el levantamiento del cadáver y en el registro fotográfico del proceso, ha explicado que el cuerpo de Diana estaba lastrado por dos bloques de material cerámico, de 18 kilos de peso, unidos por un "cable de red", un cable para transmisión de datos mas grueso que el eléctrico común y que no hallaron en ningún lugar del sótano.
Más allá, el testigo ha explicado que ese tipo de cable solo se localizó, en una inspección posterior, en las oficinas de la primera planta, pero el metraje de los mismos "no tiene continuidad numérica". El agente ha explicado que este tipo de cable tiene numerada su longitud, y el encontrado en el cuerpo de Diana "difiere en unos 3.000 metros" del que había en la oficina.
No obstante, como ha hecho constar la defensa, la nave fue sometida a una intensa limpieza en el periodo entre la muerte de Diana Quer y el hallazgo del cadáver, en la que se quitaron los numerosos materiales que había en su interior.
Otros dos ladrillos similares a los que lastraban el cuerpo
En el fondo del pozo, ha explicado el testigo, además de otro bloque "completamente distinto", se encontraron otros dos ladrillos similares a los que lastraban el cuerpo y que también estaban unidos por un cable, aunque en esta ocasión de tipo eléctrico.
Los bloques que lastraban el cuerpo de Diana estaban unidos por un cable de entre 9 y 10 metros que, además, había sido anudado en dos lazos en los laterales, a modo de asa, para "tener un control sobre el peso de los bloques antes de dejarlos caer". El cable que unía los dos bloques del fondo, sin embargo, no tenía este tipo de lazada hecha.
En la superficie del agua del pozo, ha explicado el agente, se localizaron flotando varios objetos, entre ellos un bote de desodorante que procedía del interior del bolso de Diana, que fue localizado abierto en el limo del fondo al igual que el tanga de la víctima.
En el fondo del pozo también se localizaron dos trozos de cinta adhesiva de unos 50 centímetros de longitud por cuatro centímetros de ancho que "estaban muy deterioradas", algo que impidió practicarles "ningún estudio".
El agente ve "poco probable" un enredo "accidental" de la brida
El agente que ha declarado este lunes también ha hablado de la brida localizada enredada en el pelo de Diana Quer y que la acusación considera que fue utilizada para estrangularla. Según se ha podido ver, la brida, de color negro y de gran tamaño, estaba cerrada en una circunferencia pequeña, que el propio testigo ha asimilado al cuello de la víctima.
La brida fue localizada enredada en el pelo, aunque el testigo cree "muy poco probable" que se tratase de un enredo "accidental" de un objeto que ya se encontrase en el pozo. "Dudo mucho que eso sea así", ha narrando, teniendo en cuenta que en el fondo del pozo se localizaron otros trozos de brida, dos negros y uno transparente.
En el sótano en el que se encontraba el pozo, cuando se realizó la primera inspección, sobre las 3:40 horas de la madrugada, la visibilidad era nula y "se necesitaba apoyo de la luz artificial" para deambular. Asimismo, el testigo ha descrito como "empinadas" las escaleras de acceso (más de 14). "Es una zona complicada para transitar sin luz, estás como perdido", ha ejemplificado.
No obstante, ambos han dejado constancia de la actitud del Chicle durante las inspecciones, que, al verles medir la nave, les dijo la distancia que había entre pilares, con lo que evidenciaba un gran conocimiento de la zona y que les sorprendió mucho su actitud "fría e indiferente".
Finalmente, el agente ha explicado que, con la posición en la que fue hallada Diana Quer, para introducirla por la tapa del pozo habría sido necesario "vencer el rigor mortis" o, en todo caso, que este no hubiese estado instaurado aún.
En la quinta sesión de este proceso ha declarado también un amigo de la víctima que, supuestamente, habló con ella vía Whatsapp antes del crimen, y ella no le manifestó que se sintiese amenazada. El joven se ha limitado a sostener que no recuerda si la noche que habló con ella fue la del crimen y que la conversación que mantuvieron fue "breve" y sobre amigos comunes.
También han declarado dos vecinas de A Pobra que, en su momento, dijeron a la Policía que durante las fiestas habían observado a un hombre (supuestamente de origen magrebí), que no era El Chicle, increpando a las jóvenes, por si pudiese ser de ayuda en la búsqueda de Diana Quer. Mientras, otra vecina también ha explicado que durante las fiestas de A Pobra ese año fue increpada por un joven que le dijo 'Chica, ven aquí", aunque ha indicado que fue en otra zona diferente a la que desapareció Diana.