Dos asesores de Seguridad Nacional de Trump califican la llamada a Zelensky de "inapropiada" e "inusual"
- Alexander Vindman y Jennifer Williams conocieron la llamada de Trump a Zelensky
- Tres funcionarios de la Casa Blanca han declarado este martes en la tercera audiencia pública sobre el impeachment
Dos asesores del Departamento de Seguridad Nacional de la Casa Blanca han denunciado este martes la "inapropiada, impropia" e "inusual" llamada telefónica en la que el presidente, Donald Trump, instó a su homólogo ucraniano, Volódimir Zelensky, a investigar al hijo de su rival demócrata Joe Biden El coronel Alexander Vindman y Jennifer Williams, ayudante del vicepresidente, Mike Pence, han testificado en la tercera audiencia pública con la que el Partido Demócrata pretende abrir un impeachment (juicio político) a Trump.
"Fue inapropiado que el presidente pidiera una investigación a un rival político, especialmente a una potencia extranjera donde existe la creencia de que sería una investigación completamente imparcial y que tendría importantes implicaciones si se hiciera pública", ha dicho Vindman al Comité que investiga si Trump abusó de su poder al retener la ayuda militar a Ucrania para forzar a Zelensky a investigar los negocios de Hunter Biden. "Sin duda, sabía que tenía que elevar esto al Consejo de la Casa Blanca", ha añadido.
Williams ha señalado, por su parte, que la llamada fue "inusual" porque "implicó la discusión de un asunto político nacional". La ayudante de Pence ha explicado después que la Oficina del Presupuesto de la Casa Blanca indicó en verano que el jefe de gabinete de Trump en funciones, Mick Mulvaney, ordenó retener los 400 millones de dólares en ayudas a Ucrania sin ninguna explicación.
Trump ataca a ambos testigos
Vindman y Williams escucharon la llamada telefónica que constituye el epicentro del impeachment y ya cuestionaron su legitimidad en sus testimonios a puerta cerrada. Ambos han sido atacados por el presidente, que se refiere a ellos como "never trumpers", un término con el que califica a cualquier republicano que no le apoya. Este mismo martes, Trump ha dicho que las audiencias son "una desgracia y vergüenza" que juzgarán los americanos.
El coronel ha respondido en el Congreso que los "viles ataques" de Trump contra los funcionarios que están declarando en las audiencias públicas -insultó a una exembajadora por Twitter mientras testificaba- son "reprensibles". "Es normal no estar de acuerdo y debatir, esta ha sido la costumbre de nuestro país desde que lo fundaron, pero creo que estamos por encima de los ataques personales", ha señalado.
Un diplomático cambia su versión
Otro de los testigos clave de la semana que ha declarado por la tarde es el ex enviado especial en Ucrania, Kurt Volker, al que muchos señalan como miembro de los "tres amigos" encargados de negociar con el Gobierno ucraniano de manera extraoficial.
En octubre, Volker dijo desconocer las presuntas investigaciones solicitadas por Trump, pero esta vez ha cambiado su testimonio y asegura que la ayuda a Ucrania estaba vinculada a la investigación a los Biden. De hecho, otros testigos aseguran que conocía la trama, ya que habría formado parte de las negociaciones dirigidas por el secretario de Energía, Rick Perry, y el embajador en la UE, Gordon Sondland.
Vindman y Volker han descrito dos versiones completamente distintas de una reunión en la Casa Blanca celebrada el 10 de julio. Según Volker, los funcionarios estadounidenses y ucranianos presentes en el encuentro no abordaron las investigaciones. Pero Vindman asegura que el embajador en la UE dijo que Ucrania necesitaba abrir "investigaciones concretas" si Zelensky quería garantizarse una invitación al Despacho Oval. Precisamente, el funcionario ha recordado que fue excluido de varias reuniones desde que denunció la llamada a Zelensky.
Un total de ocho funcionarios declararán a lo largo de la segunda semana de interrogatorios, que han batido récords de audiencias en los medios de comunicación de Estados Unidos. Los demócratas pretenden recabar el apoyo de la opinión pública para justificar la apertura del juicio político en las próximas semanas. Sin embargo, la destitución del presidente parece improbable, puesto que debe ser aprobada en un Senado controlado por el Partido Republicano. El propio Trump ha dicho estar planteándose declarar en un caso al que se refiere habitualmente como una "farsa" y una "caza de brujas".