Dos meses durmiendo en la calle a la espera de una cama en Madrid

• Vanesa es una de las cientos de personas que buscan ayuda cada día en la sede del Samur Social en Madrid
• Los trabajadores van a la huelga contra la precariedad del sector en plena campaña del frío

Vanesa espera frente a la sede del Samur Social en Madrid.

Vanesa dejó su Formosa natal (Argentina) hace poco más de un año para trabajar en España. Durante diez meses, cuidó a una señora por 800 euros al mes y alojamiento en Málaga. Pero la mujer empeoró, su familia decidió trasladarla a una residencia y se quedó sin trabajo. Cuando llegó a Madrid, le robaron la cartera y sus pertenencias en el centro de la ciudad. Desde septiembre duerme en las calles de la capital.

Esta mujer de 44 años que dejó a su hijo estudiando en Argentina es una de las miles de personas sin hogar que cada día buscan ayuda en los servicios sociales de la Comunidad de Madrid. Anoche durmió junto a otros dos marroquíes frente a la sede del Samur Social en Madrid, que este lunes ha iniciado 24 horas de huelga para reivindicar más medios.

“Me dicen que lo sienten, que no tienen recursos, pero uno se va como vino“

Son las 12:30 horas y Vanesa observa la manifestación desde un banco igual al que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, dio orden de retirar la semana pasada.  Entonces, el alcald aseguró actuar a petición del Samur, que consideraba que obstruía el paso a vehículos de emergencia. La organización lo desmiente, y el banco vuelve a estar en su sitio.

Vanesa pide amparo y "una solución inmediata", porque nunca consigue ayuda del Samur, solo de los vecinos del barrio, que se han organizado para alimentar a las personas sin hogar. "Cada vez que vengo al Samur Social, me tengo que ir sin nada. Me dicen que no hay plazas...Pero luego vienen familias con hijos -por ejemplo cinco adultos y un único niño- y entran todos. Está bien, pero hay gente que agarra a los niños para conseguir un lugar", cuenta a RTVE.es.

Otros días, espera durante toda la mañana para irse con las manos vacías. "Me dicen que lo sienten, que no tienen recursos, pero uno se va como vino. ¿Y qué puedes decirles, si son simples trabajadores que reciben órdenes?", se pregunta. Vanesa ha pasado la noche frente a la sede porque precisamente, este lunes arranca la campaña del frío y espera conseguir una cama. Cuando llueve, se refugia en los andamios cercanos, pero pasa mucho frío. Tiene tres esguinces de andar cargando con sus enseres y necesita "amparo".

Refugiados pernoctan en la puerta del Samur Social de Madrid desde hace semanas

La "sobrecarga" social lleva a los trabajadores a la huelga

Cada día, la sede del número 10 de la carrera de San Francisco amanece llena de cartones, mantas y enseres. La escena es distinta este lunes: los protagonistas son los cerca de 200 trabajadores y simpatizantes que se concentran a las puertas.

Claman contra el alcalde de Madrid por la polémica retirada del banco social, la precariedad en el sector y la falta de infraestructuras. "¡Almeida dimisión! ¡Madrid, escucha, estamos en la lucha!", gritan mientras sostienen pancartas que piden que no haya "ni una persona en la calle". Denuncian que la falta de recursos y de medios personales no son suficientes para atender la "sobrecarga" que conlleva la afluencia de refugiados de los últimos meses y que, igual que las personas sin hogar, necesitan ayuda.

El Samur Social lleva dos años saturado, explica Luis Miguel Montero, del comité convocante de la huelga. El aumento de la demanda expone a los trabajadores sociales a "grandes niveles de estrés". "Hay pocos recursos, no nos sustituyen cuando nos vamos de vacaciones y reivindicamos más personal", dice. Uno de los problemas, según Montero, es que otras asociaciones derivan a los refugiados al Samur Social. "Al final todos son personas que están en la calle...", lamenta.

"Trabajamos no solo con refugiados, sino con personas que muchas veces son invisibles para el resto de la ciudadanía y este servicio es necesario que mejore", ha declarado a Efe la portavoz del comié, Azucena Pérez, que asegura que ha tenido un seguimiento del 100%.

Huelga del Samur Social de Madrid para exigir mejores condiciones.

La presión social de los últimos días en las calles de la capital ha abierto una guerra entre el Ayuntamiento y el Gobierno. El consistorio dice estar colapsado y ha solicitado 1.300 plazas de acogida urgentes al presidente en funciones, Pedro Sánchez, porque los migrantes y solicitantes de asilo dependen del Ministerio del Interior.

Montero suele ver a una veintena de personas sin hogar cada mañana en la sede, pero los pitidos y gritos parecen haberles ahuyentado esta mañana. Al otro lado de la verja, una mujer come un trozo de pan. No quiere contar su experiencia: "Hoy es el día de los trabajadores, nosotros ya hablamos demasiado", dice. A ellos se unirán por la tarde la Asociación de Vecinos Cavas del barrio de La Latina,  que llevan "semanas viendo cómo a cinco minutos de nutras casa, familias como las nuestras pasan el día y la noche en la calle a la espera de una ayuda de emergencia que nunca llega", según han destacado en un comunicado.