Los equipos de rescate buscan a supervivientes tras el terremoto de Albania, que deja al menos 29 muertos
- Los equipos de emergencias han rescatado a 46 personas y a varios supervivientes
- Los habitantes de Durres y Thumane, conmocionados tras el horror vivido el martes: más de 2.000 perdieron sus casas
El número de víctimas del terremoto en Albania de este pasado martes se eleva ya a 30, según cifras difundidas por los medios locales, aunque otras hablan una veintena. El terremoto, de magnitud 6,4 en la escala Richter y seguido de unas 300 réplicas, la mayor de magnitud 5,4 registrada este miércoles a las 15:45, es el peor que ha sufrido el país en décadas.
Los equipos de rescate continúan la búsqueda entre los escombros usando drones, perros y maquinaria pesada. Más de 200 socorristas provenientes de Italia, Grecia, Francia, Kosovo, Israel, Rumanía, Montenegro y Francia están desplegados sobre el terreno. De momento, han podido rescatar vivas a 46 personas, entre ellas un hombre en Thumane, que ha sido trasladado por la mañana al hospital. Las cifras sobre los desaparecidos son poco precisas: van entre 30 y más de 40. El número de heridos supera los 650, de los que ocho continúan en estado crítico.
En ciudades como Durres, la más afectada, o Thumane, cerca de donde se localizó el epicentro, los habitantes han dormido en las calles por miedo a las réplicas. El primer ministro ha declarado el estado de emergencia en las dos zonas. En Durres, unas 2.500 personas han tenido que pasar la noche en carpas levantadas sobre el estadio de fútbol.
Conmoción entre los habitantes
Los habitantes de las zonas afectadas por el terremoto intentan digerir el horror vivido -más de 2.000 personas han perdido sus casas- y buscan a familiares o se desviven por ayudar a los damnificados, entre el temor a que alguna de las fuertes réplicas que se producen pueda causar nuevos derrumbes.
Algunos edificios están derrumbados por completo, otros están inclinados y otros han perdido las fachadas y han dejado al descubierto el interior de los apartamentos, con sus muebles y su decoración.
"En los primeros momentos sólo pensamos cómo salvarnos. Ahora que salimos sanos y salvos vemos los daños. Durres se ha convertido prácticamente en una ciudad inhabitable", ha declarado a Efe Vangjel Capo, un pensionista.
“Nunca podré volver a vivir en mi casa“
Adrian Muci ha explicado a Reuters que seis parientes han muerto en dos edificios, y su propia casa estaba a punto de derrumbarse. "Tengo otros primos y parientes, pero no sé dónde están y si están muertos o no". "Nunca podré volver a vivir en mi casa", ha añadido.
Mientras, en las principales ciudades del país, la población se vuelca con los damnificados entregando ropa y alimentos. Algunos incluso han abierto las puertas de sus casas, mientras que muchas empresas privadas están donando dinero y ayudas materiales.
Este miércoles ha sido día de luto nacional en Albania y en Kosovo (de donde proceden dos de los fallecidos), y se han cancelado actos oficiales y actividades deportivas.
El epicentro del terremoto se localizó en el mar Adríatico a 40 kilómetros al oeste de Tirana, la capital albanesa, y se pudo sentir en los Balcanes y en la región italiana de Puglia.
Por la mañana, otro seismo de magnitud 6,1 ha sacudido la isla griega de Creta sin causar víctimas, según ha informado el informó el Instituto Geodinámico del Observatorio Nacional de Atenas.