Almeida defiende que discrepar con Madrid Central no significa "ser negacionista" del cambio climático

• El alcalde de Madrid defiende en la Cumbre del Clima su decisión de eliminar la zona de bajas emisiones del centro
• Un representante indígena le ha reprochado que eligiera salvar la catedral de Notre-Dame antes que el Amazonas

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (segundo por la derecha), junto al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, la alcaldesa de Municipio D - Montevideo, Sandra Nedov, y la coordinadora de la red de ciudades del BID, María Camila Uribe.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha reivindicado este martes en la Cumbre del Clima que se celebra en la capital de España el compromiso de la ciudad y de su equipo de gobierno en la lucha contra el cambio climático, pese a su intención declarada de eliminar la zona de bajas emisiones de Madrid Central, y ha defendido las propuestas de su plan Madrid 360 como alternativa para continuar combatiendo el calentamiento global.

"La discrepancia en determinadas medidas no significa negacionismo. La discrepancia con determinadas medidas no significa que no estemos preocupados por el cambio climático y que no seamos conscientes de que es tiempo para actuar", ha recalcado el regidor, haciéndose eco del lema de la COP25 ("Tiempo de actuar") en un debate titulado El camino hacia una ciudad sostenible y resiliente al cambio climático que le ha reunido con alcaldes de otras ciudades, como el de Sevilla, Juan Espadas, o Medellín, Federico Gutiérrez, para compartir experiencias.

"Hay determinados planteamientos que, aún teniendo una intención absolutamente benefica, no operan en los términos que nosotros entendemos que son adecuados para la ciudad", ha defendido Almeida, que durante la campaña de las elecciones municipales insistió en su determinación de eliminar Madrid Central y, posteriormente, acordó con Ciudadanos, socio de gobierno del PP en el Ayuntamiento, reformar la zona de bajas emisiones, si bien, por el momento, sigue en vigor por decisión judicial.

“Lo importante es que se reduzca el uso de vehículos en el conjunto de los 21 distritos de Madrid“

El alcalde de Madrid, que también necesitó el apoyo de Vox, un partido que pone en duda la mano del hombre en el cambio climático, ha argumentado en este sentido que "lo importante no es solo que no puedan entrar vehículos en el centro histórico de la ciudad de Madrid, lo importante es que se reduzca el uso de vehículos [privados] en el conjunto de los 21 distritos", puesto que el distrito Centro supone apenas, ha dicho, el 1,5 % del tráfico.

Críticas a Carmena por las multas de Madrid Central

Almeida también ha afirmado que la iniciativa, puesta en marcha por su predecesora en el cargo, Manuela Carmena, no es efectiva: "Los datos están ahí, desgraciadamente Madrid Central no ha supuesto una reducción en la utilización del vehículo privado". Sin embargo, un balance elaborado por la organización Ecologistas en Acción estima que la contaminación por dióxido de nitrógeno, uno de los gases que causa el efecto invernadero, se ha reducido en Madrid Central un 20 % respecto a la media histórica de la zona, "lo que la consolidaría como la zona de bajas emisiones más eficiente de Europa".

El alcalde, en cualquier caso, ha asegurado que, pese a no estar de acuerdo con Madrid Central, su equipo de gobierno ha sido el que ha impuesto sus medidas, por respeto a la legalidad vigente, y ha vuelto a acusar a Carmena de suspender las multas antes de las elecciones municipales por un interés electoralista. "Es una vergüenza que en el mes de mayo pusieran solo 23.000 multas y en el mes de julio, ya con el PP, se aplicará lo que ellos no aplicaban y se impusieran 80.000 multas", ha señalado en declaraciones a los medios de comunicación tras el acto.

La diputada de Más País y concejala con Carmena, Inés Sabanés, ha señalado este martes en el Congreso que interpreta las palabras de Almeida sobre la aplicación de Madrid Central como una "rectificación" a su "política de trabas" sobre la zona de bajas emisiones, recoge Efe. El actual alcalde ha rechazado esa interpretación, pero si ha asegurado, en el debate, que hay una continuidad institucional en determinadas medidas para luchar contra el calentamiento global: "Hay una serie de medidas en el ámbito de la sostenibilidad y en la lucha contra el cambio climático que se adoptaron por el anterior equipo de gobierno que nosotros no hemos puesto en duda".

Con todo, ha insistido en que su intención es acabar con la zona de bajas emisiones en el centro: "Me parecería ridículo negar que tuve discrepancias con el concepto de Madrid Central, pero tener discrepancias con una medida no quiere decir que uno sea negacionista". Y ha defendido su alternativa, el plan denominado Madrid 360: "Son 195 medidas y es cierto que hay una que ha generado controversia, pero nadie ha discutido que 194 medidas van en la dirección corrrecta. Operemos sobre aquello en lo que estamos de acuerdo", ha reclamado.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, conversa con el representante indígena que le ha reprochado que eligiera Notre Dame antes que el Amazonas. EFE / CHEMA MOYA

Reproches de un indígena por elegir Notre-Dame sobre la Amazonía

La presencia de Almeida como participante en un debate de la Cumbre del Clima, a la que ya asistió este lunes para su inauguración, ha levantado un considerable interés mediático en el pabellón de España, hasta donde se ha acercado un representante de los pueblos indígenas para reprocharle que en un programa de televisión pusiera por delante la conservación de la catedral de Notre-Dame de París a la de la selva amazónica.

"El Amazonas es más importante que una iglesia", le ha reprochado el ecuatoriano Mario Agreda, del Grupo de Trabajo de los Pueblos Indios de Naciones Unidas, para afearle que Almeida dijera, tras una pregunta de un niño: "Efectivamente, es el pulmón del mundo, pero la catedral de Notre-Dame es un símbolo de Europa".

El representante indígena le ha intentado trasladar los problemas que sufre la Amazonía, pero el alcalde le ha interrumpido para incorporarse al debate: "Los conocemos, ¿cuál es tu petición?".

Posteriormente, Almeida ha restado importancia al intercambio, que ha tenido lugar en términos sosegados: "Es una persona que conozco, trabaja en el Rastro y hemos tenido contacto. No me increpaba, discrepaba de cuál fue mi opinión al respecto en la famosa pregunta de los niños. Ha sido una conversación, la discrepancia es sana".