Las ciudades reclaman la vanguardia contra el cambio climático: "Para un impacto global, hay que actuar en lo local"
- Alcaldes de distintas ciudades españolas y mundiales presentan sus iniciativas en la Cumbre del Clima de Madrid
- Las ciudades son esenciales para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones e implicar a la ciudadanía
Las ciudades han reclamado este martes, durante la segunda jornada de la Cumbre del Clima en Madrid, su lugar en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, a través de iniciativas que implican en ese combate a sus vecinos y que, lejos de las grandes cifras y las abstracciones que ponen sobre la mesa las políticas estatales, son el sustrato de las transformaciones que, poco a poco, aspiran a salvar el mundo.
“Los grandes congresos los hacen los jefes de las naciones, pero las cosas pasan en las ciudades, es donde hay que tomar decisiones“
"Cualquier ciudad que quiera aportar contra el cambio climático debe entender que para lograr tener un impacto global hay que tomar acciones desde lo local. Los grandes congresos a nivel mundial de cambio climático los hacen los jefes de las naciones, pero las cosas pasan en las ciudades, es donde hay que tomar decisiones", resumía el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, en un foro que ha reunido en el pabellón de España a varios alcaldes para compartir sus experiencias en el frente climático.
Según los datos del Banco Mundial, más del 55 % de la población mundial vivía en 2018 en núcleos urbanos, pero ese procentaje se dispara en los países más desarrollados y en América Latina, donde la tasa de urbanización ronda el 80 %, porcentaje en el que se mueven países como la propia Colombia o España. En cualquier caso, Naciones Unidas estima que las ciudades consumen el 78 % de la energía mundial y emiten más del 60 % de los gases de efecto invernadero que se vierten en la atmósfera, lo que hace imprescindible su concurso para luchar contra el calentamiento global.
Esenciales para cumplir los objetivos
Porque en manos de las ciudades están aspectos fundamentales como la movilidad y el tráfico rodado, uno de los principales causantes de la emisión de gases contaminantes, la gestión de los residuos, la supervisión de la calidad del aire, la preservación de los centros históricos o la mitigación de los efectos que ya causa el cambio climático, como las inundaciones.
"Las ciudades son agentes dinamizadores clave en la lucha contra el cambio climático", subrayaba este martes la secretaria de Estado de Economía del Gobierno español, Ana de la Cueva Fernández, "no solo porque son responsables del 70 % de las emisiones, sino porque son especialmente vulnerables".
Y los países, que a través del Acuerdo de París tienen unos compromisos de reducción de emisiones, denominados contribuciones determinadas nacionales (NDC, en sus siglas en inglés), que se deben renovar cada cinco años y mejorar los anteriores, difícilmente podrán alcanzar sus objetivos sin una adecuada gestión de las ciudades.
Convencer a los conciudadanos
No se trata, en cualquier caso, de un aspecto meramente cuantitativo, sino de capacidad de gestión de iniciativas, como ha subrayado el alcalde de Sevilla, Juan Espadas: "Los alcaldes aportamos la cercanía y la experiencia de comprometer a la gente en un reto colectivo. Si somos capaces de implicarnos en un gran proyecto colectivo, que es global, pero que tiene que ser reconocible en cada uno de los territorios, si somos capaces de llevar a cabo esa transformación mental, estamos probablemente alumbrando un cambio de era", ha resaltado.
Espadas ha puesto como ejemplo la iniciativa de su ayuntamiento para unificar el consumo eléctrico de todas las dependencias municipales, que ha supuesto un ahorro, ha señalado, de 17 millones de euros, además de convertir el suministro de energía en cien por cien verde. "Estamos enviando un mensaje. Imaginaos que las 400 ciudades españolas tomaran esa decisión, tiene un gran impacto económico y de reducción de emisiones".
También el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha reivindicado el "liderazgo moral" de las ciudades, gracias a la "influencia sobre nuestra ciudadanía, a la que tenemos que implicar, tenemos que llegar más y mejor", superando incluso, ha dicho, las resistencias que se puedan encontrar por el camino determinados proyectos ambientales.
Continuidad
Un trabajo que no solo compete a las ciudades grandes, como Medellín, Sevilla o Madrid, que agrupan un área metropolitana con millones de habitantes. Casi al mismo tiempo, en el otro extremo de la cumbre, varias ciudades medianas españolas presentaban sus propias iniciativas contra el cambio climático y por una trasnformación sostenible, invitadas por la Federación Española de Municipios y Provincias.
Así, la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, ha explicado la creación de un barrio multiecológico de 200.000 metros cuadrados bajo parámetros medioambientales, o la de Santa Coloma de Gramenet, Nuria Parlón, ha contado la recuperación del río Besós, tristemente célebre por su contaminación hace dos décadas y ahora convertido en un corredor verde que comparten varios municipios.
Son proyectos, todos ellos lo han recalcado, que requieren tiempo y continuidad por encima de diferencias ideológicas y de cambios en los equipos de gobierno. "Podemos tener muchas diferencias, políticas e inclusive religiosas", ha recalcado Federico Gutiérrez, "pero hay algo que tenemos en común y es el aire que respiramos todos; en eso nos tenemos que poner de acuerdo y tiene que haber cambios".