Las emisiones de dióxido de carbono siguen aumentando y marcarán un nuevo récord en 2019
- El mundo emitirá un 0,6 % más del principal gas de efecto invernadero, según la estimación del Global Carbon Project
- Las emisiones por el uso de carbón se reducen, pero quedan compensadas por las subidas del petróleo y del gas
Las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas causante del efecto invernadero que está detrás del cambio climático, volverán a aumentar en 2019 pese a la desaceleración económica y al descenso en el uso del carbón, de forma que marcarán un nuevo récord cuando se cierre el año, según el último informe del Global Carbon Project presentado este miércoles en la Cumbre del Clima de Madrid, que estima que se verterán a la atmósfera 36.800 millones de toneladas de CO2, un 0,6 % más que el año pasado.
Las previsiones del Global Carbon Project, un proyecto científico colaborativo que supervisa desde 2006 las emisiones de CO2, apuntan además que la tendencia sigue siendo al alza: "A la luz de las previsiones económicas, crecerán en torno a 1 % o un 1,5 % cada año", ha señalado el noruego Glen Peters, director del centro de investigación Cicero, en Oslo, y uno de los autores del estudio de 2019, al presentarlo en Madrid tras su publicación en tres artículos en las revistas Nature Climate Change, Environmental Research Letters y Earth System Science Data.
El continuado aumento de las emisiones del que es el principal gas de efecto invernadero -el informe no analiza otros gases que también contribuyen al calentamiento global, como el metano- pone en cuestión el cumplimiento del Acuerdo de París de las mismas para que la temperatura no suba por encima de los dos grados sobre los registros preindustriales, aunque los científicos reclaman que el objetivo sea solo un grado y medio.
“Necesitamos medidas politicas para frenar las emisiones, pero necesitamos grandes políticas para hacer que las emisiones declinen“
De hecho, la comunidad científica alerta de que, con las proyecciones y medidas actuales, a finales de siglo la subida puede superar los tres grados, lo que señala directamente a la producción de gases contaminantes: las emisiones de CO2, si finalmente se cumplen las previsiones del informe, serán ya un 4 % superiores a la de 2015, cuando se firmó el Acuerdo de París. "No es alentador (...) Necesitamos medidas politicas para frenar las emisiones, pero necesitamos grandes políticas para hacer que las emisiones declinen", ha subrayado Peters.
Menos carbón, pero más gas natural
Pese a todo, el aumento de las emisiones en 2019 es relativamente pequeño comparado con 2018, cuando crecieron un 2,1 %, y con 2017, cuando subieron un 1,5 %, en parte por la desaceleración económica global y en parte por un menor uso del carbón, aunque limitado por las subidas del petróleo y, sobre todo, del gas natural, cuyos bajos precios están incentivando una mayor utilización como fuente de energía.
Es lo que ha sucedido en Estados Unidos y, en menor medida, en la Unión Europea, que desplazan parte de su producción de energía del carbón al gas natural: el informe estima que las emisiones por carbón se reducirán un 10 % en los Veintiocho y un 10,5 % en Estados Unidos, aunque las de gas crecen un 3 % y un 3,5 %, respectivamente.
“La mitad del crecimiento de las emisiones en los últimos tres años proviene del gas“
En este sentido, Peters ha alertado contra el recurso al gas natural, considerado menos contaminante: "Si tienes que generar electricidad, el gas natural es mejor que el carbón, pero son mejores aún las renovables". Sobre todo, porque la reducción de las emisiones por esa vía es excesivamente gradual: "Desplazar el carbón con gas natural solo es una solución a corto plazo. La mitad del crecimiento de las emisiones en los últimos tres años proviene del gas", ha advertido.
En cualquier caso, las emisiones globales por carbón caerán este año un 0,9 %, hasta 14.500 millones de toneladas, frente al alza de las causadas por el petróleo, un 0,9 % mas que dejarán el total en 12.500 millones de toneladas. El gas sigue lejos, con 7.700 millones de toneladas, pero crecerá un 2,6 %, mientras que las emisiones generadas por la producción de cemento suben un 3,7 % hasta los 1.600 millones de toneladas.
China, el primer emisor mundial
En cuanto a los principales emisores, China sigue liderando ampliamente la clasificación: la segunda economía del mundo verterá a la atmósfera este año 10.300 millones de toneladas, un 2,6 % más, lo que le sitúa en una línea de crecimiento sostenido, ya que es un incremento similar al de los últimos tres años. La mayoría son por carbón, pero ya se están disparando también sus emisiones de petróleo (un 6,9 % más) y de gas (un 9,1 % más).
Por el contrario, Estados Unidos y la Unión Europea consiguen reducir sus emisiones, en ambos casos un 1,7 %, gracias a ese menor uso del carbón, lo que les situa como segundo y tercer emisores mundiales con 5.300 y 3.400 millones de toneladas, respectivamente. Con todo, los estadounidenses son los que más CO2 vierten per cápita, con 16,6 toneladas por persona en 2018, por las 7 de los chinos y las 6,7 de los europeos.
India, por su parte, eleva en 2019 sus emisiones de dióxido de carbono un 1,8 %, hasta 2.700 millones de toneladas, aunque la subida es menor a la de años anteriores por el debilitamiento de la economía, mientras que el resto del mundo es responsable de los 15.100 millones de toneladas restantes, con un aumento conjunto del 0,5 %.
Como resultado, la atmósfera de la Tierra acumula cada vez más partículas de dióxido de carbono: si en 1750, antes de la revolución industrial, se calculan 277 partes por millón, en 2019 se espera que alcancen unas 410 partes por millón globalmente, lo que significa un aumento del 2,2 % respecto al año pasado... y del 48 % respecto al nivel de hace dos siglos.