Las 'otras Gretas' que dan voz al planeta
- Alrededor del mundo otros muchos jóvenes se han convertido en iconos locales por su defensa del medioambiente
- Wu Guanzhuo obligó a cerrar una fábrica contaminante en China y Artemisa Xakriabá defiende la selva amazónica
La corriente mundial de jóvenes que alzan la voz para defender al planeta en tiempos de emergencia climática no ha parado de crecer en este último año. Como ‘adalid’ de esa lucha se ha erigido la siempre desafiante Greta Thunberg, pero alrededor del mundo son otros muchos los chicos y chicas que se han convertido en iconos locales por su defensa del medioambiente. Es el caso de la adolescente china Wu Guanzhuo, que obligó a cerrar una fábrica contaminante en su país, o el del joven senegalés Yero Sarr, que fundó el movimiento climático juvenil de Senegal.
Sus nombres no aparecen en titulares y sus discursos no siempre llegan a los grandes actos internacionales, pero sus iniciativas también representan a toda una generación que, al calor de las redes sociales, ha plantado cara a los líderes mundiales. Esos jóvenes activistas son muy conscientes de que “no hay planeta B” al que puedan mudarse en el futuro y no cesan en su empeño de proteger el único que tienen.
Algunos de ellos siguen los pasos marcados por el movimiento estudiantil ‘Fridays for Future’, pero otros ya reivindicaban acciones contra el cambio climático mucho antes de que el provocador discurso de Thunberg en la Cumbre de Naciones Unidas diese la vuelta al mundo y sirviera de inspiración para millones de personas.
Wu Guanzhuo: obligó a cerrar una fábrica contaminante en China
En 2017, cuando tenía 15 años, la joven Wu Guanzhuo se coló junto con varios amigos en una fábrica de equipos de imprenta para recoger muestras de agua de río contaminada. Con esa prueba lograron ganar un juicio y la fábrica echó el cierre.
“El mundo nos pertenecerá a los adolescentes: ¿por qué no nos ponemos de pie?“
Ahora, con 17 años, su propósito es concienciar a la población local de la necesidad de reducir la huella ecológica y lo hace de muchas maneras. Por ejemplo, distribuyendo bolsas reutilizables o folletos en los que informa sobre el daño que hacen los residuos plásticos.
“El mundo nos pertenecerá a los adolescentes, así que ¿por qué no nos ponemos de pie y hacemos que los políticos nos escuchen?”, señaló la joven en una entrevista con Reuters.
Artemisa Xakriabá: defiende la selva amazónica y las comunidades indígenas
En Brasil, uno de los iconos del activismo juvenil lleva el nombre de Artemisa Xakriabá, una joven de 19 años natural de São João das Missões que se presentó en la huelga climática de Nueva York el pasado mes de septiembre para defender la selva amazónica y compartir su objetivo de poner fin a la destrucción ambiental en su país.
“Luchamos por nuestra madre Tierra porque es la madre de todas la batallas“
La joven pertenece a la tribu Xakriabá y es la representante de la Alianza Global de Comunidades Territoriales de las comunidades indígenas, que denuncia el “genocidio” de la Amazonia por parte del presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
“Luchamos por nuestra madre Tierra porque es la madre de todas la batallas”, dijo Xakriabá en el marco de la huelga por el clima del pasado 20 de septiembre.
Yero Sarr: fundó el movimiento climático juvenil de Senegal
Según los científicos, África occidental es una de las regiones más afectadas por el cambio climático, una realidad que conoce bien Yero Sarr, un joven senegalés de 18 años que ha llevado a su país el espíritu del movimiento 'Fridays For Future', algo muy meritorio teniendo en cuenta que los asuntos climáticos rara vez tienen cabida en la esfera pública de ese país.
Inspirado por el discurso de Thunberg, el estudiante decidió crearse una cuenta de Twitter para empezar a compartir noticias sobre cambio climático y, al poco tiempo, fundó el movimiento climático juvenil de Senegal.
“Si los africanos estamos sufriendo más por el cambio climático y los europeos lideran la lucha por nosotros, eso es un problema”, dijo en una entrevista para Thomson Reuters Foundation.
Ayakha Melithafa: oficial de reclutamiento para la Alianza Africana del Clima
Del mismo continente es Ayakha Melithafa, una adolescente de 17 años que vive en los alrededores del río Eerste, en las afueras de Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Su madre trabaja como granjera en el Cabo Occidental, una zona en la que las sequías amenazan los pocos ingresos que tienen.
Entre 2017 y 2017 los habitantes de Ciudad del Cabo vivieron un periodo de escasez que fue dramático para ellos porque, además, la situación se veía agravada por la disminución de los niveles de presas y la falta de lluvia en los últimos años.
Ese contexto empujó a Melithafa a convertirse en la impulsora todas las iniciativas en defensa del medioambiente realizadas en su comunidad y a formar parte de la iniciativa Project 90 para 2030 YouLead. Además, actúa como oficial de reclutamiento para la Alianza Africana del Clima y trata de trasladar su aprendizaje, contando en su entorno sus experiencias como activista.
Esta joven se unió a Thunberg y a otros 14 activistas climáticos de todo el mundo para firmar una queja legal ante la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
Ridhima Pandey: con 9 años denunció al gobierno de India
A sus 11 años, Ridhima Pandey es una activista experimentada. Con nueve años denunció al gobierno de su país, India, ante el Tribunal Verde Nacional por no tomar acciones medioambientales y también se unió a la petición ante Naciones Unidas.
“Quiero salvar el futuro de todos los niños y todas las personas de las generaciones futuras“
Pandey ha lanzado numerosas sugerencias a los políticos: que se alejen de los combustibles fósiles, que protejan los bosques o que mejoren las prácticas agrícolas y forestales son algunas de ellas.
“Quiero un futuro mejor. Quiero salvar mi futuro. Quiero salvar nuestro futuro. Quiero salvar el futuro de todos los niños y todas las personas de las generaciones futuras “, dijo en una ocasión a los medios.
Alexandria Villaseñor: lideró la primera huelga estudiantil en EE.UU.
El incendio forestal que asoló Davis, California (EE.UU.), el pasado año está en el origen del compromiso de Alexandria Villaseñor con el medioambiente. Esta joven tiene 14 años y vivió en primera persona el impacto del cambio climático con aquel fuego devastador que acabó con la vida de más de 80 personas y arrasó con casi 14.000 hogares.
El 14 de diciembre de 2018, inspirada por Thunberg, empezó a protestar frente a la sede de Naciones Unidas. Tiempo después fundó su propia organización –Earth Uprising- y fue una de las jóvenes que lideró la primera huelga estudiantil contra el cambio climático en su país.
“Me obligaron a organizar una revolución en lugar de hacer cosas normales para los niños”, dijo en una ocasión.
Luisa Neubauer: organizó la primera protesta juvenil de Berlín
Luisa Neubauer es una joven alemana de 23 años que estudia Geografía. Conoció a Thunberg en 2018 durante la Cumbre del Clima de Katowice, en Polonia, y le hizo reflexionar sobre todo lo que está en juego. Así decidió organizar la primera manifestación en defensa del medioambiente en Berlín, a la que se fueron sumando numerosos jóvenes de Alemania, donde cada viernes se manifiestan alrededor de 500.000 personas.
La joven lidera ahora –de forma no oficial- el movimiento Fridays for Future en su país. Además, es militante de Los Verdes y embajadora de Juventud Política de Desarrollo de la ONG ‘ONE’.
Los movimientos juveniles también crecen
A esos nombres podrían unirse los de otros muchos otros jóvenes como Margarita Naumenko, que con 15 años se ha enfrentado a las autoridades de su país por prohibir las manifestaciones ambientales, o Chiara Sacchi, que lucha para que se enseñe la repercusión del cambio climático en las aulas.
Entre los movimientos juveniles que han ido sumándose a la defensa del planeta, más allá del 'Fridays for future', se encuentran Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática y 2020 Rebelión por el Clima.
Otro de los grupos más intensos en sus reivindicaciones es Extinction Rebellion, cuyas acciones en las últimas semanas han tenido un gran impacto social, como cortes de tráfico, encadenamientos a verjas o acampadas en jardines de grandes ciudades.
En el marco de la COP25, que se celebra hasta el 13 de diciembre en Madrid, los jóvenes están teniendo una nueva oportunidad para presionar a los líderes políticos y exigirles más medidas para cambiar este mundo por otro más sostenible.