El ser o no ser del 'Brexit': una salida rápida en enero o un referéndum incierto
- Los partidos asumen los comicios británicos como un plebiscito sobre la salida de la UE
- Un Gobierno en mayoría de Johnson se divorciará en enero; uno de Corbyn dejará la cuestión en manos de los británicos
La mayoría de partidos británicos conciben las elecciones en el Reino Unido como un nuevo plebiscito sobre el Brexitmás de tres años después del referéndum que fracturó al país. En mayor o menor medida, la salida de la Unión Europea está muy presente en los programas de los partidos, que se dividen en dos bloques: los que aspiran a salir cuanto antes y los que pretenden revocar el proceso.
En el centro se sitúa el Partido Laborista que, si bien aspira a conseguir otro Acuerdo de Retirada con una relación más cercana con el club comunitario, no se pronuncia sobre la permanencia o la salida en el segundo referéndum que promulgan. Los conservadores del primer ministro, Boris Johnson, prometen la desconexión en enero; mientras que el Partido del Brexit aboga por un "divorcio limpio".
En el extremo opuesto están los minoritarios: el SNP escocés y el Partido Liberal Demócrata quieren detener el divorcio aunque, conscientes de la escasa probabilidad de llegar al Gobierno, apuestan por votar a favor de la permanencia en un segundo referéndum. A ellos se unen los Verdes y el Plaid Cymru.
Los partidos apuraron la recta final de la campaña con la vista puesta en un Parlamento que solo se desbloqueará si cambia su composición. Estos son los escenarios postelectorales más probables:
La mayoría conservadora garantizará el Brexit
Los tories quieren dejar atrás la humillante prórroga que tuvieron que acatar en octubre y tramitar la legislación del Acuerdo de Retirada de Johnson antes del 31 de enero Para ello necesitarán la mayoría absoluta, fijada en 326 escaños. "Si quieren, podrán sacar adelante toda la legislación antes del 31 de enero. Pero no estoy seguro de que la ley obtuviese un adecuado escrutinio", señala Tim Bale, subdirector del grupo de investigación The UK in a Changing Europe the la universidad King's College. La oposición rechazó en octubre tramitar la ley en tres días argumentando que un tratado internacional de este calibre necesita semanas de análisis.
Asumiendo se forme Gobierno inmediatamente después de las elecciones, los conservadores deberán darse prisa: tendrán que presentar su programa de Gobierno al Parlamento y empezar el trámite antes de Navidad, obviando incluso el tradicional receso de los Comunes.
"Si tiene mayoría, Johnson intentará tramitar la ley antes del 23 de diciembre, en solo tres días [según los expertos británicos, un tratado internacional como este requeriría de entre 30 y 40 días de escrutinio]. De lo contrario, podría convocar al Parlamento el 28 y 29 de diciembre. No me sorprendería que informase a la UE de que saldremos a mitad de enero", señala Adam Cygan, experto del Brexit de la Universidad de Leicester.
Pero aunque consiga abandonar oficialmente el bloque en enero, el propio Johnson se ha fijado un periodo muy limitado para negociar la futura relación comercial con la UEantes de diciembre de 2020, cuando concluye el periodo de transición. Y el líder conservador no está dispuesto a prorrogarlo, por lo que si no se logra un pacto antes, a todos los efectos podría haber un Brexit duro.
El segundo referéndum, más que probable en un Parlamento colgado
Si el conservador no logra la mayoría, será muy difícil que pueda gobernar con otro Parlamento colgado. "Aunque le falten 10 o 15 escaños, no podrá gobernar sin el apoyo del DUP [rechazan su acuerdo del Brexit]. El Brexit está en la balanza y esto hace que sean unas elecciones muy arriesgadas para los tories", destaca Cygan. La única opción para retener Downing Street, según el experto, es que el resto de partidos condicionen su apoyo a un segundo referéndum. "Supondría colocarlo en el número 10 y arrebatarle todo el poder, porque todo dependería del Parlamento".
Este escenario podría conducir a un Gobierno en minoría del Partido Laborista, "simplemente porque los otros partidos no van a apoyar a los conservadores", apunta Bale. Jeremy Corbyn podría arrebatarle el cargo a Johnson con el apoyo de los libdems, el SNP, los Verdes y el Plaid Cymru, siempre y cuando no dé la vuelta a los sondeos y obtenga él la mayoría. El otro resultado a tener en cuenta sería una coalición liderada por un primer ministro provisional, posiblemente liderado por alguien que logre unificar a toda la oposición.
Los laboristas pretenden renegociar otro acuerdo en tres meses y someterlo a referéndum en seis, con la opción de una salida pactada o la permanencia en la UE. Y aunque Bruselas se negaba hasta octubre a reabrir el texto, no se opondría a una relación más cercana con el Reino Unido.
"La cuestión aquí recaerá en los escaños que obtenga el Partido Laborista. Podrían pactar con el SNP con el objetivo de mantener el Gobierno hasta que haya un segundo referéndum a finales de mayo o principios de junio", señala Cygan. En el Reino Unido, la legislación para convocar un referéndum lleva entre 20 y 24 semanas, por lo que Corbyn debería negociar a contra reloj un nuevo acuerdo si quiere mantener sus propios tiempos.
Escocia presionará para la independencia
El apoyo de los nacionalistas escoceses es clave para que Corbyn gobierne. Son actualmente la tercera fuerza -domina en casi toda Escocia- y, según los sondeos, podría aumentar su presencia en Westminster. Su líder, Nicola Sturgeon,le reclamará un referéndum sobre la independencia de Escocia en 2020 si hay Brexit.
Por el momento, el líder laborista ha señalado que no lo permitiría "en los primeros años de un Gobierno laborista", pero bien podría terminar por aceptarlo, según Bale. "Lo aceptarían si es el precio a pagar. Al final, todos los políticos quieren evitar una situación parecida a la ocurrida en España con el referéndum [declarado ilegal] en Cataluña", zanja el profesor.