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Música

'London Calling' de The Clash, 40 años del disco que cambió la historia del punk

  • El álbum que consagró a la banda británica refleja la convulsión que supuso la llegada de Thatcher al poder
  • The Clash amplió su paleta sonora con la incorporación de géneros como el jazz, el reggae o el ska

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'London Calling', de The Clash, cumple 40 años
Imagen de archivo de los componentes de la banda británica The Clash

London Calling, el disco que consagró a The Clash y que cambió la historia de la música punk, cumple este sábado 40 años desde su lanzamiento. Considerado como uno de los álbumes más influyentes de todos los tiempos, supuso un salto cualitivativo en la carrera de The Clash, que rebasaron la barrera del punk para integrar en su repertorio músicas como el reggae, el ska, el rockabilly o el pop.

Uno de las anécdotas sobre London Calling está relacionada con su fecha de edición: el 14 de diciembre en Reino Unido y en enero de 1980 en Estados Unidos. Por esa razón, publicaciones como la británcia NME lo incluyen en la lista de mejores discos de los 70 mientras Rolling Stone lo considera como el mejor álbum de los 80.

Más allá de esa circunstancia, London Calling es hijo de una época convulsa. La llegada de Margaret Thatcher al poder provocó importantes tensiones sociales en Reino Unido, lo que junto a temas como el accidente nuclear de Three Mile Island en Estados Unidos o la crisis de los rehenes en Irán tienen su reflejo en las letras del álbum.

The Clash nacieron en Londres a mediados de los 70 cuando el vocalista Joe Strummer se unió a Mick Jones (guitarra), Paul Simonon (bajo) y Terry Chimes (batería), todos ellos miembros de la banda London SS.

Con sus dos primeros discos, The Clash (1977) y Give 'em enough rope (1978) -para el cual el batería Topper Headon sustituyó a Chimes- se habían convertido en líderes del movimiento punk junto a Sex Pistols, aunque su propuesta musical siempre fue más allá de la provocación nihilista de la banda de Johnny 'Rotten'.

Pero en 1979 el grupo, que acababa de romper con su mánager, necesitaba dar un paso más en su evolución y lo hizo de forma sorprendente con un disco doble -a precio de sencillo, a petición de la banda- de 19 canciones en las que rompieron los moldes preestablecidos para su género musical.

Desde la inicial "London Calling", cargada de crítica social; pasando por el rockabilly de "Brand new cadillac", el swing de "Jimmy Jazz" o el pop de "Spanish bombs" -cuya letra trata sobre la Guerra Civil española-, el disco es una sucesión de clásicos que tuvo un gran impacto en su momento y que se ha convertido en un auténtico referente a lo largo de los años.

La portada, una explosión de rabia

A ello también ha contribuido su portada, en la que aparece el bajista Paul Simonon estrellando su instrumento contra el suelo durante un concierto en Nueva York. Una explosión de rabia que casa a la perfección con el contenido del álbum. La fotógrafa Pennie Smith captó el momento y el diseñador gráfico Ray Lowry convirtió la instantánea en la portada del álbum, que rinde homenaje a la del álbum de debut de Elvis Presley.

La publicación de London Calling consagró a The Clash, sobre todo en Estados Unidos, y se convirtió en su mayor éxito comercial. Pero también marcó el inicio del fin del grupo, que pocos meses después lanzó Sandinista!, un disco triple en el que siguió ampliando su variedad estilística, incluyendo elementos de rap, pero no logró el mismo éxito de crítica y público.

Dos años después, en 1982, llegaría Combat rock, que les devolvió a los primeros puestos de las listas con temas como "Rock the cabbash" o "Should I stay or should I go". Pero las relaciones entre los miembros no pasaban sus mejores momentos, sobre todo debido a la adicción a las drogas de Topper Headon, lo que terminó con la expulsión del batería.

Poco después Mick Jones, principal compositor del grupo junto a Joe Strummer, también fue apartado de la banda, que grabó un último disco, el criticado Cup the crap -que algunos consideran casi un disco en solitario de Strummer- antes de su adiós definitivo.

Tendrían que pasar casi 20 años para que Strummer y Jones volvieran a juntarse sobre un escenario: fue en noviembre de 2002, durante un concierto benéfico de la banda que lideraba el vocalista, The Mescaleros. Mick Jones se unió a ellos para interpretar algunos temas de The Clash.

Pero la hipotética reunión de la banda se vio frustrada apenas un mes después, con el fallecimiento de Joe Strummer a causa de una enfermedad cardíaca no diagnosticada. Tenía 50 años.

La influencia de la música de The Clash es difícil de medir. Su legado ha desbordado el estrecho cajón del punk para salpicar a una inmensa mayoría de artistas desde los 80 hasta nuestros días, convirtiéndose en uno de los nombres esenciales de su generación, gracias sobre todo al impacto de London Calling.