Así funciona el 'impeachment' o juicio político en EE.UU.
- El Senado ha abierto formalmente el juicio político contra Trump con la lectura de los cargos
- El presidente norteamericano tendrá que responder por los delitos de abuso de poder y obstrucción a la justicia
La era Trump ha entrado en una nueva fase después de que este jueves haya comenzado formalmente el juicio político contra el presidente del Estados Unidos con la lectura de los cargos de los que se le acusa: abuso de poder y obstrucción al Congreso por el escándalo de presiones a Ucrania.
El presidente norteamericano se convierte así en el tercer mandatario que será juzgado en el Senado.
El caso parte de un denunciante anónimo, miembro de los servicios de inteligencia estadounidense, que ha denunciado que Donald Trump mantuvo una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que le presionó para que investigara los negocios de Biden y de su hijo Hunter en el país europeo.
Trump ha admitido que habló con Zelinski sobre Biden, pero ha negado que le presionara, a pesar de que ha reconocido que recortó los fondos de ayuda a Ucrania, dando diversas explicaciones al respecto: la última, que buscaba presionar a los aliados europeos, como Francia y Alemania, para que aportaran más fondos a Kiev y aliviaran la carga estadounidense.
Los demócratas, sin embargo, consideran que Trump ha abusado de su poder como presidente para erosionar a un rival político y, además, que ha obstaculizado la investigación del caso, puesto que la Casa Blanca se ha negado a que declaren en la investigación altos cargos del gobierno, así como a remitir documentación sobre el caso.
Estas son las claves del proceso de impeachment.
¿En qué consiste el 'impeachment'?
El impeachment o juicio político es una figura propia de sistemas presidencialistas, que se asemeja, en alguna forma, a la moción de censura de sistemas parlamentarios como España.
Los padres fundadores de Estados Unidos crearon un sistema de contrapesos para evitar que cualquiera de los poderes del nuevo Estado abusara de sus prerrogativas y, en especial, el presidente del país, por lo que recogieron el impeachment en el artículo I de la Constitución.
Este explicita que es la Cámara de Representantes la única que puede iniciar el procedimiento, mientras que el Senado se ocupa del juicio en sí mismo: aunque no es un proceso judicial, sino político, está presidido por el presidente del Tribunal Supremo, que ahora mismo es el juez John G. Roberts.
Según reza la Constitución, el presidente -u otro alto cargo sometido a un impeachment- puede ser destituido del cargo por "traición, cohecho o cualquier otro crimen grave o menor". La controversia sobre el significado exacto de esa expresión no está resuelta, pero tradicionalmente se considera que abarca los casos de corrupción y otros abusos, incluyendo el intento de obstaculizar las investigaciones de la justicia.
¿Cómo se lleva a cabo el juicio político?
El proceso de impeachment arranca, normalmente, por iniciativa del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, que debe debatir y aprobar si presenta cargos contra el presidente mediante una resolución que detalla de qué se le acusa. La propuesta con las razones para la destitución, los denominados artículos del juicio político ("articles of impeachment"), requieren mayoría simple en el pleno para salir adelante.
Si la cámara baja aprueba alguno de los cargos propuestos, se celebra el juicio político en el Senado: un grupo de diputados actúa como fiscales, mientras los senadores ejercen el papel de jurado y el presidente del Tribunal Supremo preside y arbitra el proceso. El presidente, mientras tanto, estaría defendido por sus abogados.
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Escuchados los argumentos a favor y en contra, la destitución del presidente requiere el apoyo de al menos dos tercios de la cámara alta, es decir, 67 de los 100 senadores, algo que nunca se ha producido en la historia de Estados Unidos.
¿Es factible que Trump sea destituido?
Una vez sometido al impeachment -lo que representa un considerable revés político para Trump, a poco más de un año de jugarse la reelección-, es improbable que el Senado apruebe su destitución, dada la mayoría republicana que domina la cámara alta del Congreso.
El Partido Republicano tiene 53 senadores, por 45 de los demócratas, más dos independientes que habitualmente se alinean con los demócratas.
¿Qué ocurre si, pese a todo, Trump es destituido?
Pese a todo, el juicio político puede convencer a una mayoría en el Senado: si 20 republicanos y todos los demócratas están convencidos de la culpabilidad del presidente y deciden votar en su contra, Trump podría ser destituido. De ser así, se le retirarán todas las atribuciones e incluso se le puede prohibir, siempre que así lo decida el Senado, la práctica de cualquier actividad en la administración pública de manera permanente.
En ese caso, y pese a que Trump ha dejado caer en Twitter que el Tribunal Supremo debería intervenir para impedirlo, la decisión sería irreversible: los padres fundadores explicitaron que no cabe recurso ninguno contra la decisión del Senado.
Si esto ocurre, Trump debería abandonar la Casa Blanca y el vicepresidente, Mike Pence, se convertiría en el nuevo presidente, hasta agotar el mandato actual, que termina el 20 de enero de 2021.
¿Es la primera vez que se pone en marcha el procedimiento de 'impeachment'?
No, hay numerosos casos de altos cargos que han sido sometidos a procesos de impeachment, como jueces, ya desde los primeros tiempos de la democracia estadounidense.
Sin embargo, en el caso de los presidentes, ninguno ha sido destituido por un juicio político, aunque dos de ellos pasaron por ese trance: Andrew Johnson, el sucesor de Abraham Lincoln tras su asesinato, en 1868; y Bill Clinton, entre 1998 y 1999, acusado de perjurio y obstrucción a la justicia en el caso Lewinsky. En ambos casos, fueron exonerados por el Senado.
Un tercer presidente, Richard Nixon, estuvo a punto de ser procesado por el Congreso a raíz del escándalo del Watergate y las escuchas de la Casa Blanca, aunque prefirió renunciar al cargo antes que someterse al escrutinio de los congresistas. Hasta la fecha, ha sido el único que ha dejado la presidencia voluntariamente antes de agotar su mandato.