Detenidas 81 personas en una operación contra la mafia china en la Comunidad Valenciana
- La Operación Delikao ha desmantelado una organización dedicada a la producción de marihuana
- La Policía Nacional ha liberado a varias víctimas de explotación laboral y sexual
La Policía Nacional ha detenido a 81 personas y ha liberado a varias víctimas de explotación laboral y sexual en una operación contra la mafia china en la Comunidad Valenciana que ha permitido desmantelar una organización dedicada a la producción de marihuana, según han informado este jueves fuentes policiales que califican este operativo como "un duro golpe a la mafia china".
En el dispositivo, llamado Operación Delikao y dividido en siete fases, los agentes se han aprehendido de 22.463 plantas de marihuana, han desmantelado cerca de 19 naves industriales e intervenido 61.000 euros en efectivo. Ha sido en el último período de la investigación cuando los agentes han detenido a una treintena de personas en Valencia, Madrid, Albacete, Aspe (Alicante) y Elche (Alicante).
En la rueda de prensa posterior a este desmantelamiento han ofrecido detalles de la operación en la Jefatura superior de Policía de Valencia el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, y el comisario provincial de la Policía Nacional en Valencia, Ignacio del Olmo. Según han relatado, en un año esta red llegó a exportar 2.200 kilos de marihuana a Inglaterra, Escocia y Holanda.
'Modus operandi'
La organización estaba compuesta por ciudadanos de origen chino y se dedicaba principalmente a la producción de marihuana mediante el alquiler de naves en polígonos industriales, localizados en la Comunidad Valenciana, para su posterior exportación a distintos países de la Unión Europea. La investigación se inició el pasado mes de febrero, aunque extraoficialmente se conocían evidencias de estas actividades criminales. Tras un año, el dispositivo ha acabado con la detención de 81 personas, 29 de las cuales han ingresado ya en prisión.
Los agentes conocieron que existían nuevos grupos en el seno del principal y que estos estaban siendo adiestrados por los propios componentes chinos. Los novicios parecían actuar como "células" independientes, pero las fuerzas especiales pudieron acreditar patrones comunes para interrelacionarlos. Entre ellos, destaca el empleo de la misma empresa de mensajería privada para enviar la mercancía al exterior y la similitud a la hora de poner en marcha las exportaciones (embalajes, descripciones de producto, pesaje de 10 kilos y envasado).
El proveedor del material necesario para el cultivo y acondicionamiento de las naves de producción era, en todos los casos, la misma persona y usaban el mismo método de transporte, con coches y furgonetas alquilados en Valencia o Madrid por breve espacio de tiempo. Además, todas las células alquilaban pisos sin habitar que usaban únicamente como "depósito" de la mercancía y del material necesario para el embalaje. En la capital valenciana tenían los cuatro pisos como depósito, donde se hallaron 45,6 kilos de marihuana en cogollos y material para su preparación y envasado.
Compartían también a las personas para el montaje de la infraestructura productiva de las naves de alquiler y al mismo sujeto para el envío de los paquetes de marihuana. Los destinatarios y las direcciones de entrega en Reino Unido eran recurrentes. De hecho, personas de distintas células investigadas tenían relación entre ellas.
El método de exportación se canalizaba a través de diversas empresas privadas de paquetería simulando ser generalmente ropa y a veces se desplazaban a provincias como Jaén, Sevilla, Cádiz o Toledo para comprar a otros proveedores partidas de marihuana que, a su vez, reenviaban al extranjero.
Explotación laboral y sexual
Los policías han liberado a 36 ciudadanos chinos y vietnamitas sometidos en las naves a condiciones de "semiesclavitud", sin documentación y trasladados a España de forma clandestina para ser explotados como mano de obra barata para su actividad delictiva, y a los que nunca les pagaron el salario de 500 euros prometidos.
También se ha liberado a trece mujeres que estaban en los seis pisos que la organización controlaba en Valencia, en las localidades valencianas de Sedaví y Alzira, en y la alicantina de Denia. Todas ellas eran de origen chino y ejercían la prostitución bajo coacción, simulada bajo la práctica de masaje.