Muere un agente del Servicio de Seguridad Federal de Rusia en un tiroteo frente a su sede en Moscú

• El FSB asegura que el atacante ha sido "neutralizado" y actuó solo
• La sede se encuentra en el histórico edificio de la Lubianka, en el centro de la capital rusa

Muere un agente del Servicio de Seguridad Federal de Rusia en un tiroteo frente a su sede en Moscú

Al menos un empleado del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia ha muerto este jueves en un ataque con arma de fuego contra su sede en Moscú, ubicada en el edificio de la Lubianka. El Ministerio de Sanidad ruso informa de que hay además cinco heridos de diversa consideración.

Fuentes del FSB han informado a la agencia Interfax de que un único atacante ha realizado varios disparos cerca de su sede, pero sin entrar en el interior, y como consecuencia ha muerto uno de sus agentes. El FSB ha informado de que el atacante había sido "neutralizado", lo que habitualmente significa que ha sido abatido.

Por el momento no se ha informado ni de la identidad del atacante ni de sus posibles motivos. El suceso está siendo investigado como un crimen contra las fuerzas de seguridad, y no como un atentado terrorista.

El ataque ha ocurrido a las seis de la tarde, hora local, en las cercanías del edificio de la Lubianka, una zona céntrica de Moscú, a pocos minutos a pie de la Plaza Roja y el Kremlin, y con gran afluencia de moscovitas y turistas. Por redes sociales han circulado vídeos en los que se escuchaban disparos y podía verse a los agentes de seguridad armados corriendo por las calles.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha sido informado de la situación, según ha explicado a la agencia Tass su portavoz, Dmitri Peskov. El tiroteo ha tenido lugar horas después de que Putin ofreciera su rueda de prensa anual de más de cuatro horas de duración en vísperas del aniversario de la creación de la Cheka, la policía secreta soviética.

La Lubianka es un histórico edificio moscovita, de infausto recuerdo ya que albergó la sede de la Cheka y del KGB.

Edificio de la Lubianka, sede del FSB, en Moscú. REUTERS/Sergei Karpukhin