El Tribunal de la UE descarta regular Airbnb como una inmobiliaria
- La Corte europea considera que es "un servicio de la sociedad de la información"
- Responde a una denuncia de una asociación francesa contra Airbnb Ireland
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) consideró este jueves que la plataforma digital Airbnb es un "servicio de la sociedad de la información" y no debe regularse según las normas que se aplican a los agentes inmobiliarios.
El tribunal contestó así a una consulta planteada a la corte europea por un tribunal de París, a raíz de una denuncia de la Asociación para el alojamiento y turismo profesional de Francia contra la plataforma Airbnb Ireland de alquiler temporal de apartamentos.
Como se recoge en la sentencia, la corte comunitaria situó a Airbnb dentro de la Directiva de 2000/31/CE sobre el comercio electrónico, dado que esta plataforma funciona como un servicio en el que, a cambio de una remuneración, esta pone en contacto a arrendatarios con arredadores, profesionales o no, los cuales ofrecen un servicio de alojamiento de corta duración.
Por ello, Francia no está capacitada para exigir a Airbnb que disponga de una acreditación como agente mobiliario pues que, además, no notificó debidamente esta exigencia nacional a la Comisión, según viene en la mencionada regulación europea.
La asociación hostelera del país galo sostenía que Airbnb Ireland no cumple únicamente con la función de poner en contacto a dos partes contratantes, sino que, además, ejercía una función de agencia inmobiliaria sin estar en posesión de una tarjeta profesional, infringiendo así la ley nacional que regular las actividades de los profesiones del sector.
La postura del tribunal
El principal argumento en el que se sustenta la sentencia sigue la decretada en 2017, favorable a la demanda de la asociación Elite Taxi de Barcelona contra Uber. El TJUE recordó que si un servicio de intermediación cumple los requisitos de la Directiva sobre comercio electrónico constituye a priori un "servicio de la sociedad de la información", distinto del servicio subsiguiente al que está vinculado. En el caso de Airbnb Ireland, esta cumple con los requisitos y que la naturaleza de los vínculos entre el servicio de intermediación y la prestación de alojamiento no justifica que no pueda ser calificado de "servicio de la sociedad de la información".
Además, desde Luxemburgo se afirma que el servicio de intermediación que prestada Airbnb Ireland no es en modo alguno indispensable para las prestaciones de alojamiento, ya que los arrendatarios y los arrendadores disponen de otros muchos cauces para ello. Por último, el tribunal destacó que no tiene información de que Airbnb determine o limite el importe del alquiler solicitado por los arrendadores que utilizan su plataforma.
Recalcó que, a diferencia de los servicios de intermediación objeto de las sentencias sobre los casos de Elite Taxi y de Uber en Francia, ni este servicio de intermediación ni las prestaciones accesorias propuestas por Airbnb Ireland permiten demostrar que dicha sociedad ejerza una influencia decisiva sobre los servicios de alojamiento a los que se vincula su actividad.
La reacción de Airbnb
Por su parte, la plataforma hizo público un comunicado en el que se alegraba del resultado de la sentencia. En él, afirmaba que su prioridad es "seguir trabajando con las ciudades en normativas claras, que sitúen a las familias y a las comunidades locales como principales protagonistas del turismo sostenible en el siglo XXI".
Airbnb aseguró que ha trabajado con más de 500 gobiernos y autoridades "para ayudar a los anfitriones a compartir sus hogares, cumplir con la regulación y hacer frente a sus obligaciones tributarias".