Los zombis se resisten a morir
- Juan Luis Sánchez repasa la historia de los muertos vivientes del cine en Devórame otra vez
- "Los zombis triunfan en épocas de crisis", asegura el autor
Hace ya 16 años que The walking dead volvió a poner de moda los zombis, primero con el cómic (2003-2019) y luego con la serie de televisión (2010), que sigue emitiéndose. Quizá sea porque dicen que los zombis siempre viven sus mejores épcoas coincidiendo con crisis económicas, y la actual no parece acabarse nunca. El caso es que los muertos vivientes han sido una mina de oro para el cine y la televisión como podemos comprobar en el libro interesante libro Devórame otra vez (Diábolo ediciones), del, periodista cinematográfico José Luis Sánchez.
Pero... ¿Por qué nos fascinan tanto los zombis? "Existen varios motivos -asegura José Luis-, pienso que la primera vez que ves a una persona muerta te horrorizas, así que pensar que podría regresar de la tumba resulta escalofriante. También porque un vampiro puede matar a los protagonistas, pero una plaga de muertos vivientes acaba con toda la humanidad. Nos quedamos sin agua caliente para ducharnos y dejan de funcionar las tarjetas de crédito… ¡nada puede resultar más terrorífico que eso! Nos permite imaginar cómo tendrían que buscarse la vida los supervivientes para salir adelante".
En cuanto a si viven sus mejores etapas en épocas de crisis, José Luis asegura que: "Nos gustan tanto que los disfrutamos siempre, pero sobre todo triunfan si hay crisis de cualquier tipo, económicas, guerras, atentados terroristas o catástrofes naturales. Quizás sea porque en esos momentos el público se pregunta si su mundo se va a derrumbar. Estas historias te hacen pensar que podrías sobrevivir si ocurre algo horrible. El cómic The Walking Dead, de Robert Kirkman, empezó después del 11-S, y la serie tras la crisis económica que afectó a todo el mundo".
Los títulos que ha resucitado el género
Pero este título no ha sido el único que ha resucitado a los muertos, como nos recuerda Juan Luis: "Ha habido varios títulos en las dos últimas décadas que han contribuido a popularizarlos entre el público moderno, sobre todo 28 días después (2002), Amanecer de los muertos (2004), Zombies Party (2004), Bienvenidos a Zombieland (2009 y 2019) y Guerra Mundial Z (2013). Pero la serie The Walking Dead ha hecho llegar a los muertos vivientes al público que por norma general no ve cine de terror, quizás porque tiene personajes emblemáticos y carismáticos que interesan al común de los mortales".
Juan Luis nos comenta qué vamos a encontrarnos en este libro: "Devórame otra vez repasa la historia de los muertos vivientes. Aunque el género lo inventa el cine, como el western, existen antecedentes en la mitología y la literatura. La introducción repasa todo eso, y también su presencia en la cultura popular, en novelas, comics y hasta videos musicales como el archifamoso Thriller, de Michael Jackson".
"Después -añade-, se comentan todas las películas desde La legión de los hombres sin alma, primer film de zombies. Repasamos exhaustivamente Yo anduve con un zombie y La noche de los muertos vivientes, pues son las más interesantes. Después se recorren los zombies post Romero, las producciones italianas, las que mezclan zombies con comedia, las españolas, las del cine asiático, las series, con especial detenimiento en The Walking Dead, como no podría ser de otra manera, y finalmente analizamos la explosión actual de este tipo de producciones".
Los zombis siempre nos han acompañado
Aunque los zombis pareciesen un invento de George Romero, lo cierto es que siempre han acompañado a la humanidad. "Desde siempre -asegura Juan Luis-, incluso desde la Edad de Piedra. Ya en aquellos tiempos, colocaban enormes montones de rocas sobre los cuerpos enterrados para asegurarse de que no pudieran salir… ¡a tomarse una caña! De ahí provienen las lápidas".
"Los griegos -añade- también ponían piedras y objetos pesados para que los cadáveres no les dieran un susto. Durante las grandes epidemias de la Edad Media en Europa, se tenía que enterrar a toda prisa a numerosísimas víctimas, por lo que se cometían muchos errores; habitualmente metían en el hoyo a tipos que aún no habían muerto. A veces, conseguían despertarse y salir a duras penas del ataúd, lo que asustaba un poco a ocasionales testigos, o a familiares cuando regresaban a casa y daban los buenos días".
En cuanto al cine: "En La legión de los hombres sin alma e imitaciones los creaban hechiceros a través del vudú -asegura Juan Luis-. Eran muy distintos a los actuales, pues no aparecen como seres en descomposición, sino que se trata de seres humanos de aspecto amenazante, y que carecen de voluntad, simplemente son esclavos que obedecen a su amo. Éste ha creado un ejército de zombies para lograr oscuros objetivos".
George Romero y 'La noche de los muertos vivientes'
Todo cambió en 1968 cuando George A. Romero estrenó La noche de los muertos vivientes, considerada una de las mejores películas de la historia del cine. "George A. Romero cambió el cine de zombies -asegura Juan Luis-, pues a partir de él ya no tienen amo que les dirige, sino que buscan alimentarse de organismos vivos; son muertos en descomposición; proceden de una pandemia global que casi siempre parece haber afectado a todo el planeta; no razonan mucho; casi siempre se mueven lentamente por el rigor mortis, etc..."
Una cinta que escondía un potente mensaje sobre la Norteamérica de la épcoa."No sólo es una buena cinta de terror, también da que pensar, anticipando el cine de terror con enormes dosis sociales y políticas de John Carpenter -asegura Juan Luis-. En La noche de los muertos vivientes, Ben (Duane Jones) representa a los afroamericanos que buscan su sitio en la época clave de la lucha por los derechos civiles. Este personaje se contrapone con Harry Cooper, padre de familia agresivo, que desconfía de las demás personas. Critica todo, pero no aporta nada. Cooper aboga por esconderse en el sótano y no ayudar a nadie (es un claro antecedente del muro de Donald Trump), mientras que Ben quiere permanecer arriba, informarse y unirse a más supervivientes. Representan dos formas de entender América, la conservadora, partidaria de proteger lo que se tiene, y preocuparse únicamente de la seguridad, y la progresista, abierta al exterior, y a las nuevas ideas".
Zombis hispanos y otras curiosidades
Aunque el cine español ha rodado pocas películas de zombis, han sido relamente importantes: "Desde hace décadas los españoles hemos destacado en el cine de terror, y se ha abordado el cine de zombies muchas veces -asegura Juan Luis-. Me quedo con No profanar el sueño de los muertos, que daba una explicación, de cariz ecologista, al inicio del Apocalipsis zombie, pero también con [Rec] con su cámara en mano, que provocaba mucha tensión".
Otra curiosidad es que los Pitufos se adelantaron a George R. Romero. "El álbum titulado Los pitufos negros se empezó a publicar en el número 1107 de la revista “Spirou”, en 1959, nueve años antes de La noche de los muertos vivientes. Pero se anticipó a esta película, porque ya mostraba una plaga de infectados que contagiaba a quienes no lo están, convirtiéndoles en seres irracionales y violentos, que ven reducido su vocabulario del “yo pitufo al pitufo” a una única palabra: “Ñac”.
"Todo es casualidad -añade-. No parece nada probable que Romero hubiera leído este cómic. A Estados Unidos no llegaban muchos comics europeos, así que Los pitufos no se hicieron populares allí hasta la serie animada de Hanna-Barbera, de 1981".
"El libro incluye otras anécdotas curiosas -continúa el autor-. Por ejemplo, el padre de George A. Romero nació en Galicia, junto a la Ría del Ferrol, cerca de La Coruña, aunque se instaló en Nueva York. Cuando George preparaba La noche de los muertos vivientes pidió dinero a su tía Pura, de La Coruña, que contribuyó generosamente, posiblemente por amor a su sobrino. Al parecer, cuando iba de visita a Estados Unidos, esa señora contaba historias de la Santa Compaña que avivaron la imaginación del joven George".
"Romero rodó la segunda entrega, Zombi, en un centro comercial de Monroeville. Los dueños le dieron permiso para ir cuando estaba cerrado, por la noche. Pero cuanto comenzó el mes de diciembre, se instaló la decoración navideña, que no cuadraba con el guión, por lo que el equipo se veía obligado a retirarla todos los días, y volver a ponerla" -concluye Juan Luis-.
Las mejores películas de zombis
Preguntamos a Juan Luis cuáles son, para él, las mejores películas del géneo: "¡Debería poner siete! No se me ocurre cuál quitar de las siguientes:
-La legión de los hombres sin alma (1932), una producción independiente que mostró por primera vez a los zombies en la pantalla.
-Yo anduve con un zombie (1943), porque sugiere más que muestra, y aún así resulta escalofriante. Por la escena en la que la enfermera lleva a su paciente a través de los campos de caña a ver al brujo, y en un cruce se encuentra a un zombie altísimo con ojos saltones.
-La noche de los muertos vivientes (1968), no sólo cambiaría el cine de zombies, sino que es uno de los filmes emblemáticos de la génesis del Nuevo Hollywood, cuando empezaron a rodarse filmes influidos por la contracultura, con mucho contenido crítico a la sociedad americana, con nuevas formas de rodar cercanas al documental.
-Tu madre se ha comido a mi perro (1992), de Peter Jackson, o sea Braindead, porque lleva el cine gore a sus últimas consecuencias, acabando con este tipo de cine.
-28 días después (2002), llena de hallazgos visuales (la gota de sangre que cae por culpa de un cuervo, la esperanza en el cielo entre las ramas de un árbol, las vallas publicitarias de caras sonrientes en las calles desiertos…)
-Zombis Party (2004),tronchante, pues está llena de humor negro inglés. Está muy bien rodada pese al limitadísimo presupuesto.
-Y por último, Train to Busan (2016), aparte de resultar escalofriante, con esos muertos vivientes que se retuercen, tiene también contenido social. Sus personajes conforman un microcosmos representativo de la moderna sociedad surcoreana, como el egoísta hombre de negocios, la pareja a punto de casarse, etc..."
Los zombis del futuro
En cuanto a los zombis que nos aguardan en un futuro cercano, Juan Luis asegura que: "El cine de zombies no se agota nunca. Siempre aparecen cineastas brillantes capaces de inventar ideas, o dar una vuelta de tuerca al género. Acabo de cerrar el libro, y ya he visto un par de filmes que no he podido comentar, y deberían estar en el libro, como Zombieland: Mata y remata, digna secuela que sólo se cita, no hubo forma de verla, porque el pase de prensa llegó cuando Devórame otra vez acababa de entrar en imprenta; o Little Monsters, con Lupita Nyong’o como una maestra que no sólo trata de salvar la vida de sus pequeños pupilos, sino también salvaguardar su inocencia durante un ataque de zombies. Es como La vida es bella pero con muertos vivientes. Se preparan nuevos trabajos como Malnazidos, con zombies en la Guerra Civil española".