Aumenta a 18 la cifra de muertos en una pelea en una cárcel de Honduras
- Se unen a los 18 fallecidos el pasado viernes
- En diciembre se instauró una Comisión Interventora para mejorar la seguridad del sistema penitenciario
18 presos han fallecido en un nuevo enfrentamiento entre bandas rivales en una cárcel cercana a Tegucigalpa, la capital del país. El pasado viernes se registró una pelea en la cárcel de Tela, en el departamento caribeño de Atlántida, un enfrentamiento que se cobró la vida de otras 16 personas.
El portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina), José Coello, ha confirmado a los medios locales que el suceso ha ocurrido en la prisión del municipio de El Porvenir, dentro del departamento Francisco Morazán. Se desconocen las causas que han propiciado este indidente.
En un primer momento fueron 16 reclusos los fallecidos y otros dos presos resultaron heridos con arma blanca, por lo que fueron trasladados al Hospital Escuela de Tegucigalpa, según los organismos de emergencias, que no ahondaron sobre la gravedad de las lesiones. No obstante, conforme han ido pasando las horas, Coello ha confirmado que estos últimos habrían fallecido en las inmediaciones hospitalarias.
Una Comisión Interventora para tomar medidas "urgentes"
La prisión de El Porvenir, ubicada a 100 kilómetros al norte de la capital e inaugurada en febrero de 2015, es una de las cinco cárceles del país que hasta ahora ha sido intervenida por una Comisión Interventora nombrada por el Gobierno el pasado 17 de diciembre para mejorar la seguridad del sistema penitenciario. El organismo decidió controlar cinco de las casi 30 cárceles del país y ayer decidió "acelerar" las fases de la estrategia a ejecutar y elaborar un diagnóstico que permita implementar medidas "urgentes" orientadas a estabilizar el sistema penitenciario.
Estas dos matanzas "son una escalada del mundo criminal para tratar de evitar que la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario a través de Fusina (Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional) imponga los controles necesarios en los centros penitenciarios del país", indicaron autoridades de la junta en un comunicado. Aseguró que las autoridades policiales y militares de "manera inmediata" retomaron "el orden y control" de la cárcel gracias a la "rápida acción" de elementos de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional asignados al penal.
El coordinador de Seguridad del Gobierno, Luis Suazo, ha asegurado que este tipo de actuaciones son planificadas por grupos criminales. "Uno de (ellos) ha tomado la determinación de tratar de revertir este proceso (intervención de cárceles)" iniciado la semana pasada, subrayó el alto funcionario. Enfatizó además que la estrategia de estos grupos criminales es "llamar la atención" de organizaciones de derechos humanos.
Honduras y el sistema penitenciario
Por su parte, el presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras, Hugo Maldonado, afirmó ante los periodistas sentirse "quebrantado" ante la nueva matanza en una cárcel. "Ya basta de tanta muerte" en el sistema penitenciario, subrayó Maldonado, quien dijo que un enfrentamiento entre pandilleros es la principal hipótesis del crimen múltiple. El presidente ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que "ayude" al Gobierno hondureño a "preparar" a los guardias penitenciarios.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Derechos Humanos (OACNUDH) ha expresado estar "gravemente preocupada por los hechos suscitados los últimos días en diferentes centros penales del país que han dejado como consecuencia luto en varias familias hondureñas". La institución ha instado a Honduras a "garantizar la vida y respeto de DDHH de los privados de libertad y a proceder a una investigación pronta, eficaz y transparente" para esclarecer los hechos.
La Comisión Interventora ya comunicó que evaluará a los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario, cuyas autoridades fueron suspendidas esta semana del cargo temporalmente tras vivir varios episodios de violencia en cárceles, para conocer "sus capacidades profesionales" y después contratar sus servicios previa aprobación de las pruebas de confianza.
El sistema penitenciario, compuesto por unas 30 cárceles, alberga a unos 22.000 reclusos, a pesar de que su capacidad máxima es de 8.000, y menos de la mitad de los presos han sido condenados. Las cárceles de Honduras son consideradas una "bomba de tiempo" por factores como el hacinamiento, los problemas de infraestructura y un número de presos en detención preventiva.