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La policía neozelandesa suspende la búsqueda de los dos desaparecidos tras la explosión del volcán Whakaari

  • La policía ha notificado a las familias de las dos personas desaparecidas esta decisión
  • El incidente podría acabar con penas de prisión de hasta cinco años

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El volcán Whakaari en una vista aérea proporcionada por la NASA
El volcán Whakaari en una vista aérea proporcionada por la NASA.

Los cuerpos policiales de Nueva Zelanda han anunciado que su decisión de finalizar las labores de búsqueda de los dos cuerpos que continuaban desaparecidos tras la erupción del volcán Whakaari el 9 de diciembre.

"La búsqueda de las dos víctimas desaparecidas de Whakaari ha sido suspendida después de la intensa búsqueda aérea y del litoral desde el este de Whakaari y el cabo Runaway (en la isla norte)", confirmaba el comandante del distrito de la Bahía de Plenty, el superintendente Andy McGregor. "Las familias de las dos personas desaparecidas han sido informadas de esta decisión". Sin embargo, la policía "estará lista para dar respuesta en el caso de que nueva información salga a la luz", agregó.

Las personas desaparecidas, a las que ahora se les da por fallecidas, son Winona Langford, una turista australiana de 17 años y Hayden Marshall-Inman, un guía turístico de Nueva Zelanda de 40 años. Las principales hipótesis apuntan a que los dos cuerpos fueron arrastrados por el oceáno alrededor de la isla volcánica, también llamada "White Island" (Isla Blanca).

En informaciones anteriores la policía incluía a uno de los heridos entre la lista de fallecidos, cuya cifra ha oscilado y finalmente se ha situado en 17. La mayoría de estas personas eran ciudadanos australianos o residentes permanentes.

Dos investigaciones abiertas

El Whakaari, uno de los volcanes más activos del país y visitado por más de 17.500 personas en 2018, se encontraba en un estado de alerta 2 en una escala de 5 cuando estalló en diciembre, por lo que se preveía una leve actividad volcánica que fue ignorada.

El incidente no se ha librado de duras críticas, pues podría acarrear cambios en la industria del turismo neozelandés en lo que ha búsqueda de emociones se refiere. La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció oficialmente que iniciaría dos investigaciones a médicos forenses, fuerzas especiales y operadores turísticos que organizaron excursiones a la zona para esclarecer el suceso. Estas podrían prorrogarse durante un año y conllevarían ingresos en prisión de hasta cinco años.