El rey apela a "la voluntad de entendimiento" para resolver las diferencias dentro de la Constitución
- El rey se ha referido a Cataluña como una de las principales preocupaciones de los ciudadanos
- Tras proponer a Sánchez para la investidura, llama al Congreso a decidir lo "más conveniente para el interés general"
El rey Felipe VI ha apelado en su tradicional mensaje de Navidad a “la voluntad de entendimiento y de integrar nuestras diferencias dentro del respeto a nuestra Constitución, que reconoce la diversidad territorial que nos define y preserva la unidad que nos da fuerza”. Esta ha sido la mención más directa a Cataluña en un discurso en el que ha insistido en las ideas de “convivencia”, “concordia” y “diálogo” como los valores que deben vertebrar nuestra sociedad.
[Mensaje de Navidad del rey en .pdf]
Al comienzo de su mensaje el monarca se ha referido a Cataluña como una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, junto al “deterioro de la confianza” en las instituciones, y también al final ha señalado que los “desafíos que tenemos por delante no son sencillos” pero, ha recalcado, se podrán superar con unidad en los valores democráticos, “sin divisiones, ni enfrentamientos”.
Al igual en otros discursos pronunciados este año, el rey ha querido destacar el marco de la Constitución, en el que “millones de españoles hemos compartido a lo largo de los años unos mismos valores sobre los que fundamentar nuestra convivencia, nuestros grandes proyectos comunes, nuestros sentimientos e ideas”. Del mismo modo ha ensalzado “el deseo de concordia” que es posible por el “diálogo” y “el respeto entre personas de ideologías muy diferentes".
Felipe VI no da por sentada la formación de gobierno
En un año marcado por la crisis en Cataluña, agravada por la sentencia del procés, y la inestabilidad política, el monarca ha tratado de lanzar un mensaje de confianza y optimismo en el futuro. Y eso que, después de un año con dos elecciones generales y la investidura fallida de Pedro Sánchez el pasado mes de julio, no ha dado por sentada la formación inmediata de un Ejecutivo.
“Nos encontramos inmersos en el procedimiento constitucional previsto para que el Congreso otorgue o deniegue su confianza al candidato propuesto para la Presidencia del Gobierno”, ha señalado, al tiempo que ha llamado a la Cámara a tomar “la decisión que considere más conveniente para el interés general de todos los españoles”.
Esta es la segunda vez que el rey pronuncia su mensaje de Navidad con un gobierno en funciones –la anterior fue en 2015 tras las elecciones del 20 de diciembre que hubo que repetir en 2016 por la falta de consenso– y, de hecho, el monarca ha grabado los 12 minutos de discurso con tan solo 24 horas de antelación en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela que, en esta ocasión, estaba decorado con un gran árbol de Navidad, un Nacimiento, y, sobre la consola del fondo, una única fotografía de la Familia Real con los 41 españoles a los que Don Felipe condecoró con la Orden del Mérito Civil el pasado 19 de junio, además de un ejemplar de la Constitución Española y, sobre él, un volumen histórico sobre La Insigne Orden del Toisón de Oro, de Patrimonio Nacional.
El rey pide "diálogo" y "no caer en los extremos"
En su sexto mensaje de Navidad desde que fue proclamado rey, Felipe VI ha tenido un recuerdo especial para los afectados por las inundaciones y ha repasado algunas de las principales preocupaciones de los españoles comenzando por el empleo y las dificultades económicas, las que destacan regularmente las encuestas de opinión pública, y subrayando entre los problemas políticos Cataluña y “el deterioro de la confianza de muchos ciudadanos en las instituciones”.
Pese a ello, ha mostrado su "confianza firme" en los españoles y en España, apelando a la “responsabilidad, generosidad y rigor” y también a la “reflexión y la serenidad”. También, en más de una ocasión, ha pedido “no caer en los extremos” y mantenerse “unidos en los valores democráticos" "sin divisiones ni enfrentamientos que solo erosionan nuestra convivencia y empobrecen nuestro futuro”, un llamamiento al final de un año marcado por la polarización ideológica y la confrontación política entre los partidos tradicionales y los nuevos.
El rey también se ha referido a cambios globales que igualmente generan inquietud en la sociedad como los movimientos migratorios, el rumbo de la Unión Europea, la desigualdad laboral entre hombres y mujeres o la manera de afrontar el cambio climático.
El monarca, que se ha despedido en castellano, vasco, gallego y catalán, ha llamado finalmente a avanzar ante los grandes retos sociales, científicos y educativos de la próxima década: "El tiempo no se detiene y España no puede quedarse inmóvil".