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Israel

El lanzamiento de un misil desde Gaza provoca la evacuación de Netanyahu y la respuesta de Israel

  • El bombardeo israelí sobre Gaza no causa muertos, aunque sí daños en infraestructuras
  • Netanyahu se la juega en las primarias de su partido, el Likud

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Benjamín Netanyahu, evacuado de un mitin por un proyectil de Gaza

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tuvo que ser evacuado este miércoles de un acto en la ciudad de Ashkelón, al sur de Israel, tras el lanzamiento de un proyectil desde la colindante Franja de Gaza, que fue interceptado por el sistema antimisiles. En el vídeo que ha circulado se puede observar cómo un agente de seguridad se acerca a Netanyahu y le informa de una "alerta roja".

Posteriormente, ya de madrugada, el Ejército israelí ha bombardeado supuestos objetivos de Hamás en la franja, como acto de castigo.

Fuentes de seguridad palestinas en el enclave han informado a Efe de que los bombardeos alcanzaron también a otros grupos armados en el sur y oeste de Gaza y que, aunque no se registraron heridos, se registraron severos daños en infraestructuras.

Episodios esporádicos de violencia se producen desde que se alcanzara el alto el fuego el pasado 14 de noviembre tras la última escalada, en la que murieron 36 gazatíes, 20 de ellos civiles y 16 milicianos.

Netanyahu se la juega en las primarias

Las alarmas antiaéreas hicieron que se interrumpiese el acto electoral en el que Netanyahu se dirigía a sus seguidores a menos de doce horas del comienzo de las primarias de su partido, el Likud. No es la primera vez que el primer ministro tiene que ser evacuado: ya ocurrió en septiembre en la ciudad sureña de Ashdod.

En las primarias de este jueves, Netanyahu se juega su continuidad al frente del Likud y el puesto de cabeza de lista en las elecciones generales del próximo marzo. Gideon Saar es su principal competidor. Estos comicios serán los primeros desde que Netanyahu fue acusado de cohecho, fraude y abuso de confianza en tres casos de corrupción.

Mientras tanto, el país se encuentra inmerso en la peor crisis política de su historia, con el Likud y su rival, el Partido Azul y Blanco, incapaces de ponerse de acuerdo sobre la formación de un gobierno de coalición.