Benjamín Netanyahu, al frente del Likud de nuevo con más del 70% de los votos
- La jornada lluviosa auguruba una baja participación, que se ha situado cerca del 50%
- A pesar de su victoria al frente del Likud, los delitos por los que está acusado podrían costarle la presidencia
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Su rival, Guideon Saar, no ha alcanzado el 30% de los apoyos, quedándose en el 27,5%.
Netanyahu se apresuró a proclamarse como vencedor, mucho antes de que se hiciera oficial el recuento de votos. Más de 41.792 personas han decidido apostar por su candidatura, mientras que Saar convenció únicamente a 15.885. Las acusaciones por corrupción no han salpicado, por el momento, la vida política del primer ministro, ya que estas elecciones primarias le habilitan para liderar la lista electoral del Likud en las próximas elecciones del 2 de marzo.
"Con la ayuda de Dios y la vuestra, llevaré el Likud a una gran victoria en las próximas elecciones y continuaré dirigiendo el Estado de Israel a logros sin precedentes", declaró en su cuenta de Twitter pasada la medianoche, más de una hora después de que cerraran las urnas a las 23.00 (21.00 GMT).
Un liderazgo en duda
Durante 14 horas, cerca del 50% de los 116.048 militantes del Likud se han acercado a los colegios electorales en Israel para votar por uno de los dos candidatos. Según el digital Times of Israel, los primeros resultados daban a Netanyahu una victoria en Haifa, Acre y Ramle, al norte del país, entre otras ciudades, mientras que Saar lideraba en Shoham y Daliyat al Karmel.
Desde 2014 no se celebraban elecciones internas dentro del partido, cuando Netanyahu ganó por más del 70% de los votos frente al actual embajador israelí en Naciones Unidas, Danny Danon. "Estoy contento con la decisión que he tomado. Fue la correcta. Aquellos que no están dispuestos a arriesgarse por lo que creen, nunca tendrán éxito", dijo sobre su desafío a quien lleva liderando el partido más de una década.
Nentayahu se presentaba apesumbrado tras no haber conseguido formar gobierno tras las elecciones de abril y septiembre, y estando acusado de cohecho, fraude y abuso de confianza. "Mis hermanos y hermanas, miembros del Likud, fuerzas inmensas -no solo el clima (la jornada lluviosa incitaba a una baja particitapación)- están tratando de influirte para que te quedes en casa. Ven a votar por mí para liderar el partido", pedía Netanyahu.
Saar, por su parte, aunque no se ha alzado con la victoria, ha conseguido romper con la imagen de unidad que desprendía el apodado como "rey Bibi". "Definir un nuevo camino que nos permita establecer un gobierno fuerte y estable y unir al pueblo de Israel. Pido vuestras voces, vuestra fe. Juntos haremos el cambio", propuso Saar en su campaña.
Ambos candidatos proponían lo mismo en sus respectivos programas electorales. Los dos han hecho campaña en asentamientos israelíes de los territorios palestinos ocupados.
La situación legal de Netanyahu, su principal escollo para formar gobierno
Las próximas semanas serán determinantes para el primer ministro. Aunque haya conseguido el apoyo del electorado interno, el Tribunal Supremo de Israel ha convocado una vista el día 31 para examinar si un acusado de corrupción puede recibir el mandato de formar Gobierno.
El fiscal general del Estado tendrá también que emitir una opinión legal en este sentido ante los comicios de marzo y una posible victoria de un Likud liderado por Netanyahu. Este, como jefe de Gobierno, todavía tiene la posibilidad de solicitar la inmunidad al Parlamento israelí (Knéset) hasta el 1 de enero, aunque el comité que debe concederla no podrá ser formado hasta después de los comicios por la nueva Cámara.