Australia pide que se cancele el espectáculo pirotécnico de Fin de Año en Sídney por los incendios

• El gobierno municipal descartó suspenderlo, pues su presupuesto está valorado en 3,6 millones de euros
• A día de hoy, algunos de los fuegos siguen en activo y han dejado al menos a nueve fallecidos

En la ciudad de Sídney, en Australia, es habitual celebrar la llegada del Año Nuevo con un espectáculo pirotécnico, al que acuden millones de personas.

Miles de personas en Australia han solicitado la cancelación del espectáculo pirotécnico de Fin de Año en Sídney, como muestra de respeto a los afectados por la oleada de incendios que afecta desde hace semanas el sureste del país.

El vice primer ministro de Nueva Gales del Sur, John Barilaro, fue la última figura política en mostrar su apoyo para que se anulen los fuegos artificiales que, como cada año, dan la bienvenida al año venidero. "Los fuegos artificiales de Año Nuevo en Sídney deberían cancelarse, es una decisión fácil. El riesgo es demasiado alto y tenemos que respetar a nuestros exhaustos bomberos voluntarios", dijo Barilaro en su cuenta de Twitter.

Su posición sigue a la campaña online a la que se han adherido más de 271.000 personas. En la mencionada petición se pide la suspensión de estos espectáculos en todo el país y destinar el dinero para su organización a apoyar a bomberos y damnificados.

Sin embargo, el gobierno municipal de Sídney descartó suspender el espectáculo que tiene lugar en el emblemático puente del puerto, cuyo presupuesto asciende a 3,6 millones de euros, y que se espera vean en directo en la orilla de la bahía alrededor de un millón de personas. "Los preparativos comenzaron hace 15 meses, lo que significa que la mayor parte del presupuesto en seguridad ya se ha gastado. La cancelación tendría muy pocos beneficios prácticos para las comunidades que han quedado devastadas", dijo el domingo la responsable de grandes eventos de la ciudad, Tanya Goldberg.

Australia, arrasada por las llamas

Al menos nueve personas han muerto a causa de los incendios desde julio, ocho de ellas en Nueva Gales del Sur, donde 3 millones de hectáreas y más de 900 casas han quedado calcinadas. A día de hoy continúan activos cerca de un centenar de focos y el primer ministro admitió la relación entre estos incendios y el cambio climático.

Temperaturas por encima de los 40 grados alientan los incendios que arden también en otras zonas del país, como el estado de Victoria, en el sureste, donde las autoridades llamaron a miles de residentes y visitantes a evacuar una popular zona turística de montaña.