Enlaces accesibilidad

El papa pide perdón por reprender a una mujer que le agarró bruscamente de la mano

  • "Muchas veces perdemos la paciencia, también yo. Pido perdón por el mal ejemplo de ayer", ha asegurado
  • Durante la tradicional misa en el Vaticano Francisco ha dicho que la violencia contra la mujer es una profanación de Dios
  • "Las mujeres son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas..."

Por

El papa Francisco ha pedido perdón públicamente por reprender el martes a una mujer que le agarró bruscamente de la mano y le empujó hacia ella, cuando éste saludaba a los fieles en la plaza de San Pedro.

"Muchas veces perdemos la paciencia, también yo. Pido perdón por el mal ejemplo de ayer", ha señalado Francisco desde la ventana del palacio apostólico y momentos antes del rezo del Ángelus.

Durante la misa celebrada este miércoles, el papa Francisco ha condenado con firmeza en la primera misa del año la violencia, la humillación y las ofensas que sufren con frecuencia las mujeres y ha dicho que el trato hacia ellas mide el nivel de humanidad.

"Las mujeres son fuente de vida. Sin embargo, son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre. Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer", ha dicho.

"La salvación para la Humanidad vino del cuerpo de una mujer: de cómo tratamos el cuerpo de la mujer comprendemos nuestro nivel de humanidad", ha añadido, en una homilía centrada en la figura femenina, pues precisamente el 1 de enero la Iglesia conmemora la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios.

En esta misa celebrada en la basílica de San Pedro del Vaticano, el pontífice argentino ha lamentado que a menudo "el cuerpo de la mujer se sacrifica en los altares profanos de la publicidad, del lucro, de la pornografía" y es "explotado como un terreno para utilizar".

Pide que el cuerpo femenino sea "respetado y honrado"

Frente a estos comportamientos, ha defendido que el cuerpo femenino sea "liberado del consumismo, respetado y honrado" porque "es la carne más noble del mundo, pues concibió y dio a luz al amor" que salvó a los hombres.

"Hoy, la maternidad también es humillada, porque el único crecimiento que interesa es el económico. Hay madres que se arriesgan a emprender viajes penosos para tratar desesperadamente de dar un futuro mejor al fruto de sus entrañas, y que son consideradas como números que sobrexceden el cupo por personas que tienen el estómago lleno, pero de cosas, y el corazón vacío de amor", ha subrayado.

También se ha referido a la Iglesia católica para asegurar que "se encuentra a sí misma, su centro y su unidad" cuando se acerca a la Virgen María.

Frente a la unidad, ha continuado Francisco, está "el enemigo de la naturaleza humana, el diablo" que trata de dividir a la Iglesia católica, "poniendo en primer plano las diferencias, las ideologías, los pensamientos partidistas y los bandos".

"No podemos entender a la Iglesia (católica) si la miramos a partir de sus estructuras, programas y tendencias: percibiremos algo de ella, pero no su corazón", ha expuesto.

Jornada Mundial por la Paz

La misa de Año Nuevo ha coincidido con la 53 Jornada Mundial por la Paz, que este año tiene por lema "La paz como camino de esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica".

En este sentido, Jorge Bergoglio ha animado a involucrar a la mujer "en los procesos de toma de decisiones", porque así el mundo se encontrará "más unido y más en paz".

"Una conquista para la mujer es una conquista para toda la humanidad", ha argumentado el papa Francisco justo delante del Baldaquino de Bernini y ante miles de fieles que acudieron a la basílica para escucharle.

Finalmente ha hecho un llamamiento para que en 2020 las personas superen la indiferencia, cuiden y atiendan a los demás y se construya "un mundo mejor, que sea una casa de paz y no un patio de batalla".

Tras la misa de Año Nuevo, el papa ha salido de la basílica vaticana y ha acudido al palacio apostólico para rezar el Ángelus junto a los fieles que se habían congregado en la Plaza de San Pedro.

"A todos, creyentes y no creyentes, les animo a no cejar en el empeño de construir un mundo de paz, juntos, día tras día", ha señalado momentos después del Ángelus.

Francisco también ha dirigido unas palabras a los voluntarios que, "en lugares donde la paz y la justicia están amenazadas, eligen con valentía estar presentes de forma no violenta y desarmada; así como al personal militar que opera en misiones de paz en muchas áreas de conflicto".