Regalos de Navidad: el coste medioambiental de las devoluciones
- El comercio electrónico entre empresas y consumidores alcanzó los 41.509 millones de euros en España en 2018
- Estados Unidos genera más de 15 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono al año
Los Reyes Magos y Papá Noel ya han realizado su trabajo este año, pero puede que no hayan acertado con los regalos y que ahora tengamos que devolverlos. Lo que desconocemos es el coste medioambiental que suponen estas devoluciones, ya que dejan un rastro de contaminación que contribuye al cambio climático y empeora la calidad del aire.
Este problema crece cada vez más, especialmente con el aumento del comercio electrónico y de las empresas que cambian sus políticas de devoluciones para que resulten más sencillas para los usuarios.
En España en 2018, el comercio electrónico entre empresas y consumidores alcanzó los 41.509 millones de euros, un 23,6 por ciento más que el año anterior, según un estudio del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Ontsi) de Red.es.
En Estados Unidos, por otro lado, la compañía de mensajería UPS ha bautizado el 2 de enero como "Día Nacional de Devoluciones", ya que tienen que retornar millones de regalos. Para este año, se esperaba una cifra cercana a los dos millones de paquetes, un 25 por ciento de la cifra que tuvo que devolver durante las mismas fechas en 2018, según el medio The Verge.
Consecuencias medioambientales
"Las personas deben ser conscientes de que existen consecuencias ambientales al hacer sus devoluciones. No se van al aire y desaparecen", ha afirmado Sharon Cullinane, profesora de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), quien comenzó a investigar lo que sucedía con los productos que se devuelven.
Según la compañía de tecnología Optoro, aproximadamente el 50 por ciento de los productos que se devuelven en Estados Unidos vuelven a venderse y unos 2.200 millones de kilos de productos terminan en los vertederos del país. Ya sea para volver a venderlos o para que acaben en basureros, las compras no deseadas hacen que aumenten los camiones que emiten dióxido de carbono y otros contaminantes.
Un estudio llevado a cabo por Optoro señala que el transporte de las devoluciones en Estados Unidos genera más de 15 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono al año, es decir, más de lo que podrían emitir tres millones de automóviles en un año.
Devoluciones gratuitas
El aumento de las devoluciones se debe, entre otras cosas, al auge del comercio electrónico. Según la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos, el eCommerce tiene una tasa de devolución más alta que otros tipos de compras.
También influyen las ofertas de las compañías, que hacen que los usuarios compren cosas que no han visto en persona. Amazon, por ejemplo, amplió su política de devoluciones gratuitas para Navidad. Esta medida se ha aplicado a todos los productos comprados desde el 1 de noviembre hasta el 31 de diciembre y los clientes pueden devolverlos hasta el 31 de enero sin costes.
"En Amazon, estamos innovando constantemente en la experiencia del cliente. No solo cuando compra un artículo, sino también cuando realiza una devolución", ha afirmado el director de la división mundial de devoluciones de Amazon, Libby Johnson McKee, según The Verge.
"Con devoluciones gratuitas de millones de artículos, los clientes no tienen que preocuparse si el teclado que pidieron no es el deseado o si a su perro le gusta su nueva cama. Puede comprar con confianza, sabiendo que podrán devolverlo de forma gratuita con tan solo unos pocos clics", añadió.
Cómo reducir el coste ambiental de las devoluciones
Las compañías pueden tomar medidas para que los usuarios devuelvan menos productos, como asegurarse de que los productos que muestran son fieles a los que luego reciben los consumidores, ofreciendo más detalles técnicos o incluso facilitando que los usuarios puedan probarlos de forma virtual.
Además, las compañías de mensajería podrían comenzar a utilizar vehículos eléctricos para realizar las entregas de los productos y reducir la contaminación. En este sentido, el CEO de Amazon, Jeff Bezos, anunció en septiembre que la compañía había realizado un pedido de 100.000 camionetas eléctricas, que utilizará para sus repartos a partir de 2021.
Por su parte, IKEA tomó la misma decisión y espera realizar entrega de emisiones cero en Nueva York, Los Ángeles, Ámsterdam, París y Shangai el próximo año y en el resto del mundo en 2025. "El cambio climático ya no es solo una amenaza, sino una realidad", ha recalcado el CEO de IKEA, Jesper Brodin, según la revista Fast Company.