Solo uno de cada diez autónomos prevé contratar trabajadores en 2020
- La financiación a través de sucursales bancarias es cada vez más accesible, aunque la morosidad persiste
- El 64,67% de los trabajadores por cuenta que tienen personal a su cargo no están a favor de la subida del salario mínimo
La Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) consiera que la economía española sufrirá un frenazo en su crecimiento en 2020. Así lo señalan en su encuesta anual que han presentado este jueves.
La organización ha recopilado el testimonio de más de 1.200 autónomos (1.212), su valoración del ya acabado 2019 y de las expectativas que les brinda el nuevo año. Preguntados por un decrecimiento económico en España, el 85,55% está de acuerdo en esta afirmación, mientras que un 7,3% la niega y otro 7,08% no se pronuncia.
Un 49,26% asegura que sus sectores no va tan bien como en años anteriores, a diferencia de un 12,68%, que se atreve a decir que funciona mejor que nunca. Los que han visto cómo su actividad económica ha empeorado explican la situación por el poco volumen de negocio existente (81,2%). Otras causas citadas, sin tanta repercusión, son los impagos de clientes y la falta de acceso al crédito.
Sobre sus expectativas en 2020, ATA ha recogido mensajes optimistas, y es que el 40,2% de los trabajadores por cuenta propia espera mantenerse igual que en el ejercicio anterior y un tímido 11,38% espera mejorar.
Contrataciones y problemas para el negocio
El barómetro realizado por la federación refleja que el 62,39% de los autónomos sí que tiene personal a su cargo. Entre ellos, más de la mitad (52,86%) tuvo la necesidad o la posibilidad de realizar nuevos contratos laborales.
Junto a este buen dato, casi la mitad (48,24%) espera no tener que prescindir de ningún trabajador a su cargo, mientras que un 32,81% no descarta la idea de reducir plantilla. A pesar de ello, uno de cada diez (un 11,61%) ven con buenos ojos contratar a más personas a lo largo de este año.
Si se indaga en la baja intención de contratación, más de la mitad tiene claro que se trata por la actual y venidera coyuntura económica (54,31%). Para un 24,34% las razonas radican principalmente en los problemas que hay en su propia empresa y solo un 15% considera que su negocio no lo requiere.
Años atrás buscar financiación era un quebradero de cabeza para muchos de los autónomos. Sin embargo, en 2019 solo un 32,53% han necesitado recurrir a una entidad bancaria para desarrollar su actividad empresarial. De ellos, un 80% de los que acudieron obtuvieron dinero, aunque un 21,62% no recibió la totalidad que esperaba. A un 13,51% les fue denegada su solicitud, aunque no se precisan las causas.
Otra preocupación es la morosidad. Un 39,21% de los autónomos la han padecido. De estos, un 20% tarda más de seis meses en cobrar las facturas emitidas, mientras que la mayoría suelen hacerlo entre tres y seis meses después (43%). Aunque en un porcentaje menor, un 5,34% tarda más de un año en recibir el importe pendiente.
Las nuevas leyes, a prueba
2017 y 2018 fueron dos años en los que salieron adelante propuestas legislativas que afectaban especialmente al mundo de los autónomos. En concreto, la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo y el Real Decreto Ley 28/2018 para la revalorización de las pensiones públicas, aunque también se han hecho cambios en materias sociales, labores y de empleo.
ATA ha puesto a prueba sus conocimientos sobre todas estas mejoras y la mayoría no aprueba. El 61,04% reconoce que sí ha escuchado hablar de ellas, pero que no las conoce en profundidad y un 22,09% admite que las ha leído en los medios de comunicación. Un 16,87% desconoce su existencia. Aunque sea de oídas, un 70% de todos ellos considera que estas iniciativas son positivas para su actividad.
Las medidas más valoradas son:
- Pagar cuota por los días efectivos trabajados (muy útil para el 48,33%).
- Estar exentos de pagar la cuota en períodos de maternidad o paternidad (muy útil para el 44,15%).
- Mejora del cese de actividad, que derivó en que se duplicara el período de su percepción (muy útil para el 24,32%).
- Exención de pagar la cuota a partir del 61 día de baja (muy útil para el 31,46%).
- Cotización a la Seguridad Social desde el día efectivo del alta (muy útil para el 48,33%).
- Cambio de base de cotización hasta cuatro veces al año (muy útil para el 38,33%).
- Formación (muy útil para el 34%).
- Ampliación de la tarifa plana (muy útil para el 23,51%).
Rendimientos netos y salario mínimo, sin consenso
Los autónomos societarios son aquellos que siguen su propio horario, se organizan las vacaciones, utilizan medios propios para realizar su actividad empresarial y no están integrados en la estructura organizativa de una empresa.
De los encuestados por ATA, el 45% de ellos lo son. A la pregunta de si estarían dispuestos a aumentar su base de cotización en el caso de que la cuota fuera un gasto deducible de la empresa –y no uno suyo-, el 65,47% estaría dispuesto a hacerlo. Sobre si esta base debería ajustarse a los rendimientos netos, no hay consenso: un 45,18% está a favor, un 43,89% en contra y el resto no se decide.
Si tuvieran que decantarse por bajar un tipo de impuesto, sobresale por poco la cuota a la Seguridad Social, seguida muy de cerca del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), con un 31,46%; en el tercer puesto se situaría el IVA (29,8%), y el 6,29% restante no se pronuncia.
Mucho se está hablando sobre la subida del salario mínimo interprofesional que PSOE y Unidas Podemos desarrollarán en la legislatura. El 64,67% de los trabajadores por cuenta propia que tienen personal a su cargo no están a favor, frente a un 19% que sí que está de acuerdo. Es más: siete de cada diez autónomos consideran que les perjudicaría en su negocio (69,1%), mientras que un 17,28% cree que no les afectaría en absoluto.