EE.UU. impone nuevas sanciones a ocho altos cargos iraníes y a los "mayores productores" de acero, hierro y cobre del país
- Entre los sancionados se encuentra el secretario del Consejo de Seguridad Nacional Supremo, Ali Shamkhani
- "Las sanciones continuarán hasta que el régimen detenga la financiación del terrorismo global", ha dicho el secretario del Tesoro
Estados Unidos ha anunciado este viernes nuevas sanciones económicas contra ocho altos cargos iraníes, entre ellos el secretario del Consejo de Seguridad Nacional Supremo, Ali Shamkhani; así como a los "mayores productores" de acero, hierro y cobre del país, en respuesta al ataque con misiles a dos bases con tropas estadounidenses en Irak.
"Estas sanciones continuarán hasta que el régimen detenga la financiación del terrorismo global y se comprometa a no contar nunca con armas nucleares", ha dicho el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, en una comparecencia desde la Casa Blanca junto al secretario de Estado, Mike Pompeo.
Mnuchin ha justificado la nueva ronda de sanciones por "la implicación de estos altos cargos en los ataques con misiles balísticos" en Irak y ha subrayado que incluyen además a los "mayores productores de metales" de Irán así "como nuevos sectores como el de la construcción, manufacturas y minería".
Como consecuencia, ha explicado Mnuchin, se impedirá el acceso a decenas de millones de dólares para el respaldo a las actividades terroristas en la región.
Pompeo: "Queremos que Irán se comporte como una nación normal"
Además de Shamkhani, serán también sancionados Mohammad Reza Ashtiani, jefe de gabinete adjunto de las Fuerzas Armadas de Irán; y Gholamreza Soleimaní, director de la milicia paramilitar Basij del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
"Queremos que Irán se comporte como una nación normal", ha dicho Pompeo, que ha señalado que "Soleimaní planeó ataques contra embajadas estadounidenses".
La imposición de estas sanciones ya había sido adelantada por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien se mostró más conciliador de lo habitual con la República Islámica, después de la escalada de las tensiones en los últimos días que había hecho temer un conflicto abierto entre Washington y Teherán tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimaní en un ataque militar estadounidense el 3 de enero cerca del aeropuerto de Bagdad.
Donal Trump acusó a Soleimaní de ser el responsable de algunas de "las mayores atrocidades" en Oriente Medio y de "alimentar sangrientas guerras civiles" en la región, así como de "horrendos" ataques a tropas estadounidenses en Irak.