Irán mantiene su influencia en la región pese al asesinato de Soleimani
- 22 misiles iraníes impactaron el miércoles contra dos bases militares en Irak donde había soldados estadounidenses
- El general Qasse Soleimani fue asesinado el viernes 3 de enero en Bagdad por drones procedentes de EE.UU.
Era la gran pregunta tras el asesinato de Qassem Soleimani. ¿Cuál sería la respuesta de Irán? La madrugada del miércoles se obtuvo una de las respuestas. 22 misiles iraníes golpearon dos bases con presencia estadounidense en Irak en uno de los ataques militares más importantes del régimen en años. Lo llamaron "Operación Mártir Soleimani" y era, aseguraba Teherán, una muestra de su prometida venganza. Se produjo horas antes del entierro del popular general, el sepelio más multitudinario que se recuerda en el país desde el de Jomeini.
Sin embargo, los ataques no generaron víctimas mortales. "Yo creo que el ataque ha estado milimétricamente calculado para evitar que vayamos a más y de alguna manera salvar la cara ante la propia población iraní que le exige una represalia inmediata a un ataque de esta embergadura", señala al programa El Mundo en 24 horas el profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid Ignacio Álvarez Ossorio..
Ahora, Teherán tiene un gran objetivo. "Este ataque ha sido una bofetada, pero no es suficiente", dijo el líder supremo iraní, el Ayatalá Alí Jamenei, tras el ataque. "La presencia corrupta de EE.UU. debe de terminar", subrayó en un discurso televisado desde la ciudad de Qom.
La Fuerza Al Quds tras Soleimani
El asesinato de Soleimani, el líder de la Fuerza Al Quds, la fuerza de élite de Irán encargada de las operaciones militares en el exterior, ha sido un duro golpe moral para el régimen. Era uno de los hombres más influyentes de Oriente Medio desde hacía décadas y se le consideraba el gran estratega que construyó toda una red de aliados internos de Teherán en la región.
Soleimani Fortaleció a Hizbulá en Líbano a las milicias chiíes que en Siria apoyaron a Al Asad en los años más duros de la guerra. Incluso, se dice que llegó a dirigir personalmente algunas batallas clave como la de Al Qusaair. Fue, también, quien comandó a las milicias proiraníes en Irak que arrebataron al DAESH su territorio.
Así que su muerte influía en toda esa agenda, aunque no tanto como para mermar las capacidades militares de Irán. Pocas horas después, el Ayatollah Alí Jamenei ya había puesto a su número dos, Ismael Ghaani, al frente de las Brigadas Al Quds. Considera casi como un ejército independiente, los analistas estiman que tienen entre 10.000 y 20.000 miembros. Dependen directamente del Líder Supremo y tiene presencia en decenas de países. Soleimaní fue su gran comandante, pero no era imprescindible. "Las brigadas Al Quds son mucho más fuertes", apunta Álvarez Ossorio. "Tienen una estructura muy sólida y está claro se preveía que en cualquier momento Soleimani podría caer. Probablemente estaba prevista una situación de esta envergadura, en la que cayera su máximo líder".
Expulsar a las tropas estadounidenses
Pese a que Estados Unidos no parece dispuesto a responder al ataque, en la región los tambores de guerra no se han callado del todo. En Irak, el Gobierno ha condenado el ataque iraní, pero el Parlamento ha exigido que las tropas estadounidenses, unos 5.000 soldados, se retiren. Algo que, de producirse, beneficiaría al régimen de Teherán. "En el caso de producirse una retirada de las tropas estadounidenses de Irak, el gran beneficiado sería Irán, que tendría las manos libres para actuar en Irak y convertirlo en un estado prácticamente tutelado", recuerda el analista.
La máxima autoridad religiosa chií en Irak, el Gran Ayatolá Alí Al Sistaní, advirtió este viernes que los ataques fueron “violación de la soberanía y que ninguna potencia extranjera debe ser permitido decidir el destino de Irak”.
El clérigo Muqtada Al Sadr ha vuelto a activar al Ejército de Al Mahdi, desmovilizado desde 2008 y que fue una pesadilla para Washington tras la invasión en 2003. Pero esa es solo una de las milicias. También están en guardia los componentes de la llamada Fuerzas de Movilización Popular, una coalición de organizaciones milicianes proiraníes que cuenta con entre cientos de miles de milicianos y dos millones de seguidores. Eso sin contar con las milicias presentes en Siria o con la organización islamista Hezbolla, en Líbano.
"Irán tiene una amplia gama, un amplio repertorio de posibilidades que podría activar o desactivar en función de la evolución de los acontecimientos", recuerda Álvarez Ossorio.
Refuerzo del núcleo duro iraní
Esta nueva crisis llega a Irán en situación delicada. Inmersa en una crisis económica y una gran devaluación de la moneda, las tensiones con Estados Unidos están reforzando a los sectores más conservadores. "Los partidarios de la línea dura, de respuestas contundentes, está consiguiendo imponer sus teorías y apartar del núcleo de toda de decisiones a los reformistas", señala el profesor de Estudios Árabes e Islámicos.
Desde la comunidad internacional piden prudencia a ambas partes. China, la ONU, y la Unión Europea ha hecho llamamientos a los actores para desescalar el conflicto. Bruselas ha pedido a Irán que regrese a los términos del acuerdo nuclear. Pero Teherán no parece dispuesto y ya ha anunciado que dejará de cumplir el pacto. Una derrota del sector reformista.
“Los reformistas, más pragmáticos, más partidarios del diálogo con Occidente, de alguna manera están viendo como su apuesta por un acuerdo para detener el programa nuclear está teniendo más costes que beneficios”, señala Álvarez Ossorio. "Se han reestablecido las sanciones, se ha detenido prácticamente la exportación de crudo, y porque la economía se encuentra prácticamente en una situación de colapso", añade.
Dentro de un mes, Irán celebrará elecciones legislativas. Si la tensión con Estados Unidos y la crisis económica están reforzando a los sectores conservadores podrá averiguarse dentro de poco más de un mes. En febrero Irán celebra elecciones legislativas y, quizá, volvamos a ver un parlamente dominado por los sectores más duros del régimen.