Robert Abela, nuevo primer ministro de Malta tras la caída del polémico Joseph Muscat

• Muscat tuvo que dimitir al ser acusado de interferencias en la investigación sobre el asesinato de la periodista Daphne Caruana
• La conocida periodista anticorrupción fue asesinada con un coche bomba el 16 de octubre de 2017

Robert Abela en una imagen del 10 de enero de 2020.

Robert Abela, un abogado de negocios de 42 años, ha sido elegido este domingo líder del Partido Laborista de Malta, convirtiéndose automáticamente en primer ministro tras la caída del polémico Joseph Muscat.

Se considera que Abela, hijo de un expresidente maltés,  encarna la continuidad de su predecesor, quien tuvo que dimitir al ser acusado de interferencias en la investigación sobre el asesinato de la periodista Daphne Caruana Galizia, ocurrido en octubre de 2017.

El laborista Joseph Muscat se despidió el viernes del poder diciendo lamentar el asesinato de la conocida periodista anticorrupción, un caso por el que dijo "haber pagado un alto precio".

Acusado de haber interferido y protegido a sus colaboradores en la investigación del caso, Muscat debió anunciar en diciembre su dimisión para el 12 de enero, forzado además por las manifestaciones masivas y diarias de protesta.

"Lamento el asesinato de Caruana Galizia, una madre que fue asesinada por lo que creía y por lo que escribió", declaró Muscat, de 45 años, en una ceremonia del Partido Laborista, de centro-izquierda.

Joseph Muscat durante su discurso de despedida.

Muscat, que llegó al poder en 2013, fue reelegido en junio de 2017, en unas elecciones anticipadas que convocó por acusaciones de corrupción tras la publicación de los Papeles de Panamá. Pero el asesinato de la periodista Galizia con un coche bomba terminó por involucrar a altos responsables del gobierno, entre ellos al ex jefe de gabinete, lo que llevó a la dimisión de Muscat.

Este sábado, unos 17.500 miembros del partido votaron para escoger al nuevo líder del partido, quien según el sistema parlamentario maltés, asume automáticamente como primer ministro durante los dos años y medio que restan.

El crimen de la comunicadora conmovió a Malta, una pequeña nación de medio millón de habitantes, considerada un verdadero paraíso fiscal, y también indignó a Europa, que condenó la falta de voluntad política para indagar las denuncias de corrupción.