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Un hombre sobrevive tres semanas al frío polar de Alaska tras incendiarse su cabaña

  • La policía estatal rescató a Tyson Steele, de 30 años, después de 23 días al raso con temperaturas de 25 grados bajo cero
  • Dibujó un enorme SOS en la nieve que permitió a un helicóptero localizarle: "Si alguien venía a buscarme, sería por el aire"

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Rescate en Alaska: tres semanas de superviviencia con temperaturas extremas y un SOS salvador

Un estadounidense de 30 años, Tyson Steele, ha logrado sobrevivir durante más de tres semanas frente al frío polar y la nieve de Alaska tras el incendio de la remota cabaña en la que vivía, hasta ser avistado por un helicóptero de rescate que localizó en la nieve el enorme mensaje de SOS que había dibujado sobre la nieve.

La épica aventura de supervivencia ha sido difundida por la policía estatal de Alaska, responsable de su rescate, a través de las redes sociales: "Su cabaña se quemó a mediados de diciembre, matando a su perro y dejándole aislado con temperaturas bajo cero y ningún medio de comunicación durante 23 días".

Steele, que fue encontrado sano y salvo el pasado jueves en la misma zona del Valle de Susitna en la que vivía desde septiembre, a decenas de kilómetros de la población más cercana, explica, por su parte, cómo se vio forzado a subsistir entre la nieve y el hielo: "Era la una o las dos de la mañana cuando me desperté en la cabaña".

Dos latas de conserva al día

No tengo palabras para explicar ese dolor. Se llamaba Phil. El mejor perro del mundo

El techo estaba ardiendo y apenas tuvo tiempo de coger algunas pertenencias antes de escapar, cosa que no consiguió su único compañero: "Mi perro empezó a aullar. En el interior. Yo creía que no estaba dentro. Me puse histérico", cuenta. "No tengo palabras para explicar ese dolor. Se llamaba Phil. El mejor perro del mundo".

Un agente de la policía estatal de Alaska habla con Tyson Steele tras su rescate

Un agente de la policía estatal de Alaska habla con Tyson Steele tras su rescate. AFP PHOTO / ALASKA STATE TROOPERS

Pese al dolor, Steele tenía necesidades urgentes que atender, empezando por saber qué le quedaba para comer. "Calculé que tenía dos latas de conserva al día durante 30 días como ración. También tenía un bote de judías verdes. Dos botes de mantequilla de cacahuete, era plástico fundido. Tenía un bote de mayonesa, pero no lo he tocado", relata en sus declaraciones a la policía estatal.

Esa noche el termómetro bajó hasta los 26 grados bajo cero. Steele durmió dos noches en una gruta de nieve, antes de construirse un refugio improvisado.

Un mensaje en la nieve

Como su teléfono móvil no funcionaba, no tenía ningún medio para tratar de ponerse en contacto con quien pudiera rescatarle. Se encontraba en una zona recóndita, a unos 30 kilómetros de la población de Skwentna, si bien después de su rescate averiguó que otro hombre vivía a unos ocho kilómetros.

Pensé que si alguien venía a buscarme, sería por el aire

"¡Había nevado! Una enorme cantidad de nieve polvo", recuerda, una situación le llevó a concluir que solo había una posibilidad. "Pensé que si alguien venía a buscarme, sería por el aire". Así que dibujó unas enormes letras con el mensaje SOS sobre la nieve, que permitieron al helicóptero de rescate localizarle.

Ya a salvo, Steele cuenta que seguramente volverá a Salta Lake City, en Utah, donde vive su familia: "Tienen un perro. Será una especie de terapia".