¿Es la jornada de cuatro días la mejor fórmula de conciliación?
- Es preferible trabajar menos horas al día que tener semanas más cortas, opina la economista Bibiana Medialdea
- "En muchas profesiones ya no tiene sentido estar 40 horas semanales de manera presencial", afirma Francisco Cantero, de CC.OO
Disfrutar de tres días libres a la semana ya no es solo un sueño para los 181 empleados de una empresa de Mengíbar, en Jaén.
Desde el 2 de enero de 2020, Software DelSol ha implementado un nueva jornada laboral de 36 horas semanales, de lunes a jueves para los trabajadores que no tengan contacto con clientes, y de cuatro días por turnos, para el resto. La medida se ha introducido sin que acarree bajadas de salario. Además, ha reducido el gasto energético e, incluso, ha creado 16 nuevos puestos de trabajo. Es el primer caso en nuestro país y su ejemplo ha puesto el debate de la reducción del máximo de horas de trabajo semanales sobre la mesa.
Una mejora estratégica para empleados y empresa
"Software Delsol no lo ha decidido porque sea filántropo o altruista. Sabe que va a mejorar su productividad y sus beneficios. Repercute positivamente tanto a los trabajadores como a la empresa", afirma el Secretario General de Comisiones Obreras (CC.OO) en Jaén, Francisco Cantero.
Y efectivamente, desde la empresa, su responsable de Comunicación Juan Antonio Mallenco confirma el carácter estratégico de la decisión para la compañía, que desarrolla programas informáticos empresariales. Su modelo de negocio se basa en ofrecer el software de manera gratuita, y los ingresos recaen en los servicios de actualización y la asistencia técnica. Por ello, desde sus inicios, la atención al cliente tenía que ser “excelente”.
“Los empleados tenemos que tener unas condiciones especiales para transmitir una buena asistencia técnica”, cuenta Mallenco, que reconoce que el buen estado de las cuentas en los últimos años, gracias al modelo llamado freemium, ha permitido dar el paso adelante.
Conciliación: ¿Menos días por semana o menos horas por día?
Una de las razones para reivindicar la reducción de la jornada laboral es el deseo de mejorar el equilibrio entre la vida laboral y familiar. “Tenemos que situar los cuidados en el centro y adaptar los trabajos a la gente”, defiende el representante sindical.
No obstante, Bibiana Medialdea, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, considera que reducir los días de trabajo con jornadas de nueve horas no mejora las condiciones para hacer compatible el empleo a tiempo completo con el cuidado.
"El impacto sobre las mujeres, que son las que se especializan en el cuidado dentro de los hogares, es muy negativo, ya que se refuerzan todos los mecanismos que las empuja a optar por soluciones que perjudican sus ingresos, sus derechos y su salud", señala esta doctora en Economía preguntada por RTVE.es por el ejemplo de la empresa jienense. Sería preferible, por lo tanto, un modelo de menos horas al día.
Mallenco, de Software DelSol, insiste en que su jornada laboral de cuatro días no es una "medida aislada", sino que forma parte de un proceso que inició la compañía hace tiempo para mejorar las condiciones laborales de sus empleados. Así, la empresa garantiza a sus trabajadores un seguro médico, diferentes opciones de conciliación de la vida familiar, comedor gratuito y espacios de ocio y deporte para compensar el traslado a su sede desde 2015 en Geolit, el parque científico y tecnológico a unos veinte kilómetros de Jaén.
Los sindicatos reclaman una jornada más reducida por la transformación digital de las empresas
Todas las voces coinciden en que una menor jornada laboral por trabajador tiene como consecuencia lógica la creación de empleo. Con la reducción de las horas de trabajo, las empresas necesitarán contratar a más gente y, así sería "posible reducir el paro estructural que crece cada día, por una parte, por las consecuencias económicas, pero también por la digitalización que expulsa a más personas de las que mantiene dentro del mercado de trabajo", defiende Gonzalo Pino, secretario de Política sindical de la Unión General de Trabajadores (UGT).
El avance tecnológico siempre ha sido el motor de la evolución del trabajo, pero en anteriores revoluciones industriales los cambios se introdujeron paulatinamente, permitiendo que el mercado laboral se adaptara. Para Pino, hoy la transformación digital y la automatización están detrás del paro estructural, pero también de su solución, a través de una jornada laboral más reducida que ellos fijan en 32 horas semanales y CC.OO, en 34.
“Se trata de adaptarnos a los tiempos y de que nuestro país no se quede atrás”, afirma Cantero, que califica de “vanguardia” la apuesta de la empresa jienense. "En muchas profesiones ya no tiene sentido estar 40 horas semanales de manera presencial", añade.
35 horas, por ley en Francia
En 2000, la socialdemocracia francesa fijó la jornada laboral en un máximo de 35 horas semanales, con una ley polémica para todas las partes desde el inicio.
“Su principal problema fue que permite demasiada flexibilidad en el cómputo de las jornadas, de forma que en la práctica las empresas ajustan las jornadas a las necesidades productivas, evitando generar nuevos empleos y dificultando un aprovechamiento real de la reducción de horas para unos horarios más racionales para las personas empleadas”, explica la profesora de la Universidad Complutense de Madrid Bibiana Medialdea.
Por su parte, el secretario de política sindical de UGT, Gonzalo Pino, cree que “con la digitalización, la jornada de 35 horas de Francia va a ser una realidad mucho más patente”.