Los menores tutelados están más expuestos a la marginalidad y a los abusos
- 16 menores dependientes del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) han sido víctimas de explotación sexual
- Los expertos denuncian falta de prevención y centros de menores saturados
La detección de 16 casos de menores que viven en centros tutelados en Baleares que han sido víctimas de explotación sexual y el despido por parte del Govern de cinco educadores de centros de internamiento han levantado las alarmas entre Fiscalía, que ya está investigando los hechos, y organizaciones por la infancia, que coinciden en que muchos de ellos están desprotegidos ante la marginalidad y son más vulnerables ante los abusos.
Se juntan dos principales factores, según los expertos. Uno es la desprotección en los propios centros, que en muchas ocasiones se encuentran saturados y sin las medidas suficientes para garantizar la seguridad de los chicos y chicas. Por otro lado, las condiciones a las que llegan los chavales a estos centros, muchas veces tras haber sufrido maltrato o abandono previo.
"Un menor está en uno centro de este tipo porque ha sufrido malos tratos en su infancia, o abusos sexuales o un abandono por parte de sus padres y son chicos que cumplen con estas características de vulnerabilidad", expone a TVE Beatriz Benavente, psicóloga.
Falta de prevención
"Muchas veces los centros y los sistemas de protección no ponen en marcha todas las herramientas de prevención de la violencia, el caso de Baleares no es único, ya se han conocido otras sospechas; al fin y al cabo pasa por la situación de vulnerabilidad de esos niños, que se ven abocados porque no se está ejerciendo un deber de protección como se debería", ha explicado a Efe Carmela del Moral, portavoz de Save the Children.
La denuncia en Nochebuena de una violación múltiple a una menor de 13 años por varios jóvenes, en la que podría haber contribuido otra menor para forzar a la víctima a mantener relaciones sexuales, fue la que dio la voz de alarma y por la que el Gobierno balear dio constancia de hasta 16 menores dependientes del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) víctimas de explotación sexual.
Los expertos coinciden en señalar en que no se debe culpabilizar a ningún menor, incluso si colabora con las redes de explotación, ya que ellos son también víctimas la culpa siempre es de los abusadores.
Son menores que "llevan una mochila en su espalda con una serie de circunstancias que les afectan emocionalmente, anímicamente y que provocan en algunos casos que tengan esa falta de afecto, buscando de alguna forma con dinero o bienes esas carencias emocionales que tienen", expone desde la Federación de Entidades de Protección a la Infancia y Adolescencia Balear Joan Ferrer a TVE.
Centros saturados por toda España
La Fiscalía de Menores lleva meses alertando de que la saturación de los centros de acogida de menores y la escasez de medios destinados por las comunidades autónomas a ofrecerles recursos está abocando a algunos de estos niños a la delincuencia y marginalidad como medio de subsistencia.
"Todo ello se traduce en un agravamiento general de la escasez de medios autonómicos disponibles para abordar la protección de los menores y está generando un malestar social que, además, se suma al peligro potencial de abocar a dichos menores a la delincuencia y la marginalidad como medio de subsistencia", opinó en una entrevista a Efe el Fiscal Coordinador de Menores, José Javier Huete.
El encargado de coordinar todas las fiscalías de menores explicó que se han denunciado situaciones de saturación en las secciones de Navarra, Tarragona, Huelva, Barcelona, Gerona, Guipúzcoa, Mallorca, Asturias, Murcia, Zaragoza, Granada, Cádiz, Sevilla, Cantabria, Madrid, Valencia, Jaén y Almería.
Más expuestos a conductas delictivas y a la marginalidad
"A veces el hacinamiento, las incomprensiones culturales o el hecho de que sean centros abiertos hacen que estén fuera y ahí entran en grupos; están más expuestos a conductas delictivas y a consumos de sustancias, como esnifar pegamento. Cuando abandonan el centro por esas circunstancias, ese entorno va a crear un foco de marginalidad, se generan conductas contrarias y en ocasiones son las que ven los ciudadanos, pero no es siempre así, hay chicos que están en los centros y siguen un tratamiento educacional", señaló Huete.
Desde Aldeas Infantiles, Mónica Revilla ha lamentado que "muchas veces el cuidado que reciben en los centros residenciales no se adapta a las necesidades específicas de cada niño; no hay recursos suficientes que permitan ofrecerles el cuidado de calidad que necesitan y que viene marcado por la Ley del Menor de 2015", ha recordado.
Para abordar estas situaciones, la portavoz de Save The Children Carmela del Moral reclama mayor formación para que los trabajadores puedan detectar estas situaciones y establecer por ley "que dentro de los centros de menores haya normativas y protocolos más estrictos para la prevención de situaciones de violencia y garantizar que son espacios seguros para la infancia, junto a planes específicos de prevención de prostitución o de trata de personas".