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'Rompepistas', una mirada nostálgica a las tribus urbanas de los 80

  • Rosa Codina debuta en la novela gráfica adaptando el libro de Kiko Amat
  • “Me gustó que los protagonistas fueran punks y skins”, confiesa

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Detalle de la portada de 'Rompepistas'
Detalle de la portada de 'Rompepistas'

Rosa Codina (Ordal, Barcelona, 1987) ha debutado en el cómic adaptando la novela Rompepistas (La Cúpula), de Kiko Amat, sobre un joven punk en la Barcelona de finales de los años 80. Una estupenda historia sobre las tribus urbanas de la época y los sueños y problemas de la juventud de hace no tanto. Un debut que sorprende por su energía y vitalidad y cuyas páginas derrochan esa rebeldía de una época que, para bien o para mal, ya no volverá.

Rosa nos explica por qué quiso adaptar esta novela: “Me la encontré en la biblioteca por casualidad, vi que en la portada había punkis y me lo llevé. Ya en casa, mientras me lo leía, se me iban apareciendo viñetas en la cabeza. Es una novela muy visual. No deja de ser una historia de adolescentes con problemas típicos de adolescentes, pero me gustó que estuviera ambientado en los ochenta y que los personajes fueran punks y skins”.

“La “voz” de la historia me fascinó –añade-. Sin florituras, sin palabras complicadas, como si te estuviera hablando un adolescente de verdad contándote las cosas tal y como son. El sentido del humor, la ironia y “la voz” de la narración también me enganchó y es otra de las razones para que me decidí a adaptarlo a cómic”.

“Además, en ese momento tenía que decidir el tema de mi proyecto final de carrera, así que pensé, puedo hacer un cómic de esto. Quiero hacer un cómic de esto. Y así fue” -concluye-.

Páginas de 'Rompepistas'

Amor, amistad, drogas y música

En cuanto a los temas que más le interesaron de la novela Rosa destaca: “La adolescencia, las relaciones de familia, amor y amistad, la traición, las drogas, la música, los recuerdos… “

Pedimos a Rosa que nos resuma el argumento del cómic: “Está dividido en dos partes bien diferenciadas: La parte a color, al principio y al final de la historia, que es el presente, el protagonista adulto que por cosas de la vida regresa a su barrio, al que hace años que no va, y tiene que reencontrarse con todo lo que había dejado atrás”.

“Eso hace que se ponga a recordar como era su él y su vida en aquel entonces. Aquí es donde empieza la parte de la historia en tonos grises, donde podemos ver al mismo personaje en el año 1987, cuando tenía 17 años, le llamaban por su “otro nombre” y su mundo era totalmente diferente” .

Viñetas de 'Rompepistas'

En cuanto al protagonista, Rosa nos comenta que: “Rompepistas es un chico punk de 17 años. Ni estudia ni trabaja, ni tiene intenciones de hacerlo. Acaba de cortar con su novia y solo le interesa salir con sus amigos, su grupo de música, ir al bar y destrozar. En su casa las cosas van fatal. Como todo adolescente de cualquier época, no es feliz, y muchas veces sueña con huir de ahí, irse de su pueblo, de su barrio, en el que se siente atrapado. Su barrio es como cualquier pueblo de extrarradio en los años 80, pobre, triste, y sin mucho que hacer ya que la ciudad queda demasiado lejos. Tan lejos y tan cerca”.

Destacar también a los excelentes secundarios: “Por una parte está Carnaval, que es su mejor amigo –asegura Rosa-. Es el típico amigo de la infancia al que estás tan unido y has vivido tanto con él que lo consideras tu hermano. También está Clareana, que es su reciente exnovia y que lo odia por motivos que se explican en el cómic. Es una relación complicada, porque lo acaban de dejar pero como comparten grupo de música, amigos y pueblo se tienen que ver a todas horas”.

“Y no podemos olvidar a la banda de “Skinheads por la Paz”, los también llamados “Chicos con botas” que sería el resto de su pandilla. Capitaneados por el Chopped, su otro mejor amigo, este no tan unido a él porque es más misterioso, tiene secretos que prefieren no saber, porque se huelen que son turbios. Pero es un líder nato, y junto a él le siguen un grupo de chicos salvajes, siempre juntos, pasándoselo bien en el bar, bailando en su local y metiéndose en líos, a veces”.

Viñetas de 'Rompepistas'

La banda sonora de una generación

Por su temática y la época en la que está ambientada, la banda sonora de este cómic es fundamental. “Tiene muchísima importancia –confiesa Rosa-. Cuando perteneces a una tribu urbana la música es muy importante porque forma parte de ti, de tu manera de vestir y de tu personalidad, ya que las letras reflejan tus sentimientos y emociones”.

“En la BSO de este cómic se puede escuchar “La línea del frente” de Kortatu, “Promises” de Generation X, “Complete control” de The Clash, “Pressure Drop” de Toots and the Maytals, etc…” –concluye-

Viñetas de 'Rompepistas'

Un debut impresionante

Destacar la madurez de Rosa en esta novela gráfica con la que debuta en el mundo del cómic. Por eso le preguntamos cuáles son las influencias en su trabajo: “Siempre me ha parecido una pregunta complicada de responder, porque nunca he tenido unos referentes en particular. Me enganché al cómic a los 3 años con Dragon Ball, ahí fue cuando me dije, yo quiero hacer eso. Llevo toda la vida dibujando. De pequeña leía pues eso, Dragon Ball, Astérix... un poco lo que me llegaba en aquel entonces”.

“Después –añade- descubrí las novelas gráficas, me gustaban porque no tenías que coleccionar diez mil tomos o grapas, toda la historia estaba ahí, en un libro, y además cada autor tenía su propio estilo muy marcado. Eso era lo que más me gustaba. El estilo gráfico siempre me ha parecido muy importante, por eso creo que nunca he querido parecerme a nadie en concreto, quería que la gente viera mi trabajo y dijera “esto lo has hecho TÚ”.

“Así que si tuviera que elegir un estilo supongo que, por mis influencias, me clasificaría entre el cómic francés y el underground americano y europeo; por la temática de las historias, me gustan las historias de la calle, de la gente, de los problemas del día a día, de la psicología de las personas al detalle”.

Rosa Codina

En cuanto a cómo se ha sentido con este primer trabajo, Rosa asegura que: “En general me lo he pasado muy bien, he disfrutado mucho dibujando este cómic porque la historia me gustaba y tenía muchas ganas de hacerla. A veces me iba a dormir después de tirarme todo el día dibujado y soñaba que seguía dibujando”.

“Pero no todo ha sido supergenial –añade-. También ha habido momentos duros. He estado más de cinco años trabajando en él, adaptando el guion, documentándome sobre los años ochenta, dibujándolo, etc. La gestión del tiempo era lo peor. ¡Había momentos en que no veía el final!

“Es mi primer cómic largo y he ido mejorando mucho durante este tiempo. Pero he cometido errores de novata. Cuando me ponía a repasar páginas que había dibujado seis meses antes (por ejemplo), las veía horribles y las repetía. Eso era bueno en parte porque significaba que mi dibujo estaba mejorando pero claro, había mucha diferencia de calidad en según qué páginas. Hay escenas de este cómic que las he redibujado hasta cuatro veces. Eso hacía que se alargara el tiempo de entrega y a veces entraba en un bucle. Hasta que al final me dije a mi misma que si seguía así acabaría publicando en el 2050… dejé de repetir escenas, me quité inseguridades, miré hacia delante y ya”.

Esperamos que, después de este cómic, no tardemos en leer nuevos trabajos de Rosa. “De momento sólo hay ideas sueltas navegando por mi cabeza. Antes de empezar cualquier proyecto nuevo, me lo pienso mucho, le doy muchas vueltas, y aún estoy en esa fase. De lo que sí que estoy segura es de que no volveré a tardar tantos años en hacer un cómic” -concluye-.

Portada de 'Rompepistas'