'¡Socorro!', una parodia del mundo real con personajes "para comérselos"
- Roberta Vázquez se estrena en la novela gráfica con este alocado universo
- “Robert Crumb y Peter Bagge son algunas de mis influencias”, asegura
Una porción de pizza Youtuber, un pimiento loco que vende zapas, un helado de fresa runner o un plátano que piropea a una rosquilla. Esos son algunos de los alocados personajes de ¡Socorro! (Apa Apa), el sorprendente debut en la novela gráfica de Roberta Vázquez, una joven autora que refleja los problemas de su generación en un cómic tan sorprendente como divertido.
Y que describe un mundo, habitado por alimentos, que tiene mucho que ver con el real: “Es un mundo muy cotidiano por las cosas que ocurren; y a la vez muy surrealista por estar protagonizado por alimentos antropomórficos” –asegura Roberta-.
El título parece una petición de ayuda de toda una generación. ”Es algo que pensé incontables veces mientras dibujaba el libro, cada vez que mi editor me preguntaba que cómo lo llevaba –afirma Roberta-. Lo dije tantas veces que empezó a encajarme para ser un título, y después me di cuenta de que además resumía bastante bien el espíritu del cómic, mucho mejor que todo lo que había pensado hasta el momento”.
Un cómic que refleja los problemas de la juventud actual
Esos delirantes personajes reflejan muy bien los problemas de la juventud actual: “Trabajos precarios, compartir viviendas carísimas, burocracia, enfermedades de transmisión sexual, dedicarte a lo que te gusta sin recibir nada a cambio, querer triunfar sin éxito en redes sociales... El cómic refleja los problemas a los que nos enfrentamos los jóvenes. No conozco a nadie de mi edad que no haya tenido por lo menos tres de estos problemas, ja, ja…”
En cuanto a los protagonistas, Roberta nos comenta por qué son alimentos: “Hace años empecé a dibujar a Pepperoni Boy, uno de los protagonistas, en historietas que hacía para colaborar en fanzines como Kovra, y más tarde en los que yo autoeditaba. En aquel momento era mi favorito, y cuando me propusieron hacer el cómic lo tuve clarísimo. Me pareció coherente que se desenvolviese en un mundo protagonizado por más alimentos, y aunque el cómic iba a ser sobre él, los personajes que fui creando a su alrededor empezaron a ganar más protagonismo según avanzaba”.
Pedimos a Roberta que nos los presente:
“Pepperoni Boy, un trozo de pizza que se hace un canal en Youtube: "Youtuber Pobreza".
Pement, el pimiento chalado que trabaja en una tienda de zapatillas de edición limitada.
Dunkilda, una rosquilla reparte flyers que está harta de todo.
La Pera, que te enseña las partes buenas y las malas de una misma relación amorosa.
Gelatto, un cucurucho de fresa polifacético y triunfador que nadie sabe bien a qué se dedica.
Y Pretzelino, un pretzel que es ilustrador freelance bastante amargado”.
Pero… ¿Hasta qué punto se identifica Roberta con alguno de ellos? “Me identifico con todos en mayor o menor medida –confiesa-. Con algunos comparto trabajos, con otros experiencias personales... Pero también hay mucho inventado para poner el toque de humor. Tengo tendencia a exagerarlo todo, en la vida real no se puede considerar un talento, pero a la hora de dibujar y escribir guiones viene fenomenal”.
Peter Bagge y Robert Crumb
Para cualquier aficionado al cómic, las influencias de Roberta son evidentes, pero dejemos que las comente ella: “Peter Bagge es uno de mis autores favoritos. También Matt Furie, Esther Pearl Watson, Robert Crumb, Phoebe Gloeckner, Teresa Ferreiro o Jorge Parras, por citar algunos. También me inspiran series de animación de los 90, e ilustradores como Pierre Le Tan o Dolores Avendaño”.
Roberta confiesa que lanzarse a esta primera novela gráfica no ha sido fácil: ·Ha sido bastante duro porque lo combiné con otros trabajos, y no sabía cómo organizarme. Para hacer un cómic desde cero tienes que tener las ideas muy claras, y cuando yo lo empecé no tenía ni idea de qué estaba haciendo. Considero que ahora he aprendido la lección, y que el segundo lo resolveré de manera más profesional”.
Ha usado más de 400 rotuladores
En cuanto a su sistema de trabajo, Roberta nos confiesa que: “Lleno libretas con ideas para futuros guiones, personajes nuevos, cosas que me pasan a las que creo que se les puede sacar punta... A veces lo visualizo al momento como un cómic o una ilustración, y otras veces tengo que dejar reposar esa idea hasta que le pillo el punto, en ocasiones hasta más de un año. Algunos días tengo la cabeza super activa y no paro de escribir, y otros me apetece estar tranqui, ponerme una serie de fondo y dibujar esas cosas que ya he estado puliendo”.
“Cuando llego a este punto –continúa-, hago el lápiz, entinto con rotrings y luego coloreo con rotuladores, que es la parte que más disfruto. He calculado que he gastado 400 rotuladores en el libro, pero no tengo ni idea, y además siempre suspendía matemáticas”.
En cuanto a si leeremos más historias de estos personajes, Roberta nos avanza que: “De momento me voy a dar un descanso con estos personajes, porque después de tres años los odio a todos ja, ja, ja... En realidad les tengo aprecio y todavía me quedan muchas historias que contar sobre este universo, pero necesito un respiro y hacer cosas diferentes una temporada”.
“Este año volveré a hacer fanzines, seguiré con mis entregas de Mugre debajo del Sofá en Revista Cáñamo y actualizando mi Instagram con nuevos cómics y viñetas: https://www.instagram.com/robertavazquez/ En cuanto a ilustración, seguiré colaborando en todo lo que pueda, y estoy comenzando algo que me tiene muy ilusionada, pero todavía es muy pronto para hablar de ello”.