El ex director de los Mossos niega que diera instrucciones a favor del 1-O, ni que las recibiera de Forn
- Asegura que el cuerpo de Mossos ·"no estaba con el proyecto independentista"
- El ex número 2 de Interior asegura que no tenía competencias en los Mossos
El que fuera director general de los Mossos d'Esquadra entre julio y octubre de 2017 Pere Soler ha negado que diera instrucciones a la cúpula del cuerpo para que defendieran el referéndum del 1-O, así como tampoco semejante orden por parte del entonces conseller de Interior Joaquim Forn, y ha añadido que la policía autonómica catalana "no estaba con el proyecto independentista".
"Durante todo el tiempo que estoy en el cargo en ningún momento Forn me pide que haga que los Mossos estén por la defensa del referéndum. Y yo no doy ninguna instrucción a los comisarios del cuerpo", ha respondido este jueves en la cuarta sesión del juicio que se sigue contra la cúpula de los Mossos en la Audiencia Nacional y en el que está acusado de rebelión, al igual que el ex jefe de los Mossos Josep Lluís Trapero y el ex secretario general de Interior Cèsar Puig.
En un interrogatorio tenso y de dos horas de duración del fiscal Miguel Ángel Carballo, Soler ha puntualizado que si el Ejecutivo de Carles Puigdemont le hubiera pedido que hiciera algún "acto ilegal", o que le hubieran ordenado que el cuerpo de Mossos desobedeciera los mandatos judiciales de cara al 1-O, habría presentado su dimisión, pero ha señalado que "no era la voluntad del Govern pedírselo".
También ha defendido que los Mossos cumplieron "escrupulosamente" las órdenes recibidas por parte de la Fiscalía para impedir el 1-O y que de hecho, se dedicaron esfuerzos "ingentes" a evitarlo. Aún así, ha reconocido que tanto él,como la Consellería de Interior consideraban que era al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y no al Ministerio Público, al que le correspondía dictar esas instrucciones.
De hecho, ha explicado que propuso a los consellers de Interior y Justicia querellarse contra la Fiscalía por falta de competencia para ordenar un plan de actuaciones para el Cuerpo de los Mossos para impedir el referéndum. Poco después, ha recordado, el asunto se judicializó y la magistrada del TSJC Mercedes Armas dictó un auto con las medidas a adoptar de cara a impedir el referéndum.
Por otro lado, ha descartado que se planteara disuadir a Puigdemont de que siguiera adelante con el referéndum, después de que el mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero, también acusado de rebelión, le alertara de los riesgos de mantener la convocatoria, porque el president era su "superior jerárquico". Sobre Trapero, ha asegurado que "no era un secreto" que el exjefe de los Mossos estaba en contra de la celebración del referéndum.
Sus competencias
Ha recordado que estuvo muy poco tiempo en el cargo de director de los Mossos, pues accedió al mismo en julio de 2017, en sustitución de Albert Batlle, que dejó el cargo junto al exconseller de Interior Jordi Jané a dos meses del 1-O por sus desencuentros con el Govern sobre el reférendum ilegal, y que luego fue cesado en octubre de 2017 por la aplicación del artículo 155.
Soler ha explicado que entre sus competencias como director general no estaba dar instrucciones operativas a la policía autonómica y que, por tanto, no lo hizo ni durante el 'cerco' a la Consellería de Economía el 20 de septiembre, ni tampoco durante el referéndum ilegal.
También ha recordado que cuando los Mossos actúan en calidad de policía judicial, como fue desde el momento en que había instrucciones de un juez por paralizar el referéndum, no corresponde al director general de Mossos dar ninguna indicación, sino que su labor se ciñe a dotar de recursos materiales y humanos que se precisen.
Sobre los registros del 20 de septiembre en varios departamentos de la Generalitat, el ex director de los Mossos ha asegurado que el seguimiengo lo hizo desde la dirección y no desde el centro de mando de Cecor, porque no tenía ninguna responsabilidad al respecto, y tampoco el 1-O acudió al Cecor, ni hubo ningún plan concreto porque los Mossos actuaban como "policía judicial y no como policía gubernativa".
Sus manifestaciones en Twitter
También ha negado tajantemante que fuera nombrado por sus manifestaciones en Twitter defendiendo el referéndum, tal y como ha apuntado el fiscal. Carballo le ha recordado un tuit que escribió el 4 de julio de 2017 en el que defendía que "votaremos, no lo podrán evitar", así como otro del 31 de julio de 2017, en el que aseguraba que los Mossos cumplirían la ley, pero precisando que la "Constitución no les obliga".
Al respecto, Soler ha argumentado que cuando publicó el primero no tenía ningún puesto público, y solo era militante de base de un partido que defendía el referéndum, el PdeCAT, y en cuanto al otro, ha explicado que lo escribió en respuesta a una información de prensa en la que se cuestionaba que los Mossos fueran a cumplir la ley.
El ex director de los Mossos ha explicado que dejó de publicar tuits con contenido político después de que el mayor Trapero le reprendiera y le dijera que "no convenía a la imagen y solvencia del cuerpo". Asimismo ha asegurado que no ejerció tampoco "su derecho al voto" el 1-O precisamente porque podía "perjudicar" a los Mossos.
Sobre su nombramiento. Soler ha recordado que Forn le ofreció ser el director de los Mossos porque el puesto se había quedado vacante y porque anteriormente había mostrado su disponibilidad para cualquier puesto al exconseller Jané.
El ex número 2 de Interior no tenía competencias en Mossos
Tras el interrogatorio a Soler, ha sido el turno del cuarto y último acusado, el que fuera número dos del exconseller Joaquim Forn, el exsecretario general de Interior Cèsar Puig, quien ha declarado que no tenía ningún tipo de competencia operativa ni estratégica sobre los Mossos d'Esquadra, y que su única función era la de obtener presupuesto para dotación material y para personal.
A preguntas del fiscal Pedro Rubira, Puig ha querido dejar claro que hay cierta "confusión" en el organigrama de la Consellería de Interior y que en nada se parece al que hay en el Miniosterio del Interior.
Al respecto, ha explicado que bajo el conseller de Interior, se encuentran la secretaría general, la dirección policial, la de bomberos y la de administración de seguridad en paralelo, por lo que los Mossos no dependían de él orgánicamente, sino que dependían del conseller, del director de Policía y de la Prefectura.
A él, solo le competía la dirección de servicios, personal y toda la inversión que pudieran precisar los Mossos en equipamiento, pero en ningún caso, dar ningún tipo de instrucción operativa a la Policía autonómica.
Sobre su designación para el puesto, Puig ha explicado que ya ocupaba ese puesto cuando era conseller Jordi Jané, y que cuando éste dimitió, varias personas, entre ellas, el entonces secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto y el mayor Trapero le pidieron que continuara porque era una "persona moderada".
También ha recordado que luego el nuevo conseller, Joaquim Forn se lo propuso por su conocimiento de un departamento de "grandísima complejidad". En este sentido, y a preguntas de su abogado, Fermín Morales, ha negado que siguiera en el puesto por militancia política, y ha recordado que lleva en la adminsitración de la Generalitat desde el año 1982.
Petición de once años de cárcel por rebelión
Pere Soler y Cèsar Puig se enfrentan a una petición de 11 años de cárcel por rebelión, al igual que el mayor Josep Lluís Trapero -que tras finalizar su declaración este miércoles, ya no se sienta en el banquillo de los acusados, sino junto a su abogada.
Con las dos declaraciones de este jueves y las de Trapero y la intendente de los Mossos Teresa Laplana, se ha dado por terminada la fase de interrogatorio de los acusados y el juicio se retomará el próximo lunes con la fase testifical.
Los primeros en declarar como testigos serán el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, que era el coordinador del dispositivo policial para evitar el 1-O, y el comisario Ferrán López, que fue segundo de Trapero y que le sustituyó como jefe de los Mossos tras la aplicación del artículo 155.