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Los incendios en Australia se cobran otras tres víctimas al estrellarse un avión cisterna

  • El número de muertos por los incendios se eleva ya a 32

Las autoridades declaran nuevas alertas por las altas temperaturas

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Foto de archivo de un avión cisterna Hércules C-130 del servicio antiincendios de Nueva Gales del Sur (Australia). Foto: SAEED KHAN / AFP
Foto de archivo de un avión cisterna Hércules C-130 del servicio antiincendios de Nueva Gales del Sur (Australia).

Tres personas han muerto este jueves en Australia al estrellarse un avión cisterna que combatía los incendios forestales que arrasan el país. El accidente ha ocurrido en una nueva jornada de alertas por las altas temperaturas, que podrían reproducir los fuegos.

El servicio rural de extinción del estado de Nueva Gales del Sur perdió contacto con el avión, un Hércules C-130, en la zona de Snowy Monaro. El avión pertenecía a una compañía canadiense contratada por el servicio de extinción australiano, y las tres víctimas son estadounidenses, según Reuters, que cita a las autoridades australianas.

"Parece que no hay supervivientes", ha explicado Shane Fitzsimmons, jefe del servicio. "Impactó fuertemente contra el suelo y los informes iniciales son que se produjo una gran bola de fuego". Las causas del siniestro se desconocen por el momento.

Con estas muertes ya son 32 las personas fallecidas por los incendios en todo el país, que desde septiembre han arrasado 180.000 kilómetros cuadrados y 2.500 viviendas. Se estima que mil millones de animales se han visto afectados.

Alarmas por las altas temperaturas

Las altas temperaturas y los fuertes vientos amenazan con empeorar aún más la situación creada por cientos de incendios forestales, lo que ha provocado la activación de nuevas alertas.

En la región de Sídney, donde los termómetros han alcanzado los 41 grados, se temen condiciones de calor intenso, fuertes vientos y potenciales tormentas, informa Efe.

"Es posible que los fuegos se aviven o comiencen otros", ha explicado en rueda de prensa Shane Fitzsimmons, jefe de los bomberos de Nueva Gales del Sur.

El aeropuerto de la capital del país, Canberra, ha tenido que cerrar debido a la cercanía de un incendio importante.

Los expertos relacionan la virulencia de los fuegos con el calentamiento global, y advierten que estas oleadas podrían repetirse en el futuro.